Libertad de voto para aprobar la reforma laboral
En la votación para aprobar una ley en las democracias caben tres alternativas: voto positivo, negativo y abstención. Y una cuarta: libertad de voto para ejercer las anteriores.
Se han analizado y discutido todas las posibilidades para sacar adelante la reforma laboral por parte de los actores que la han pactado, los grupos políticos que la tienen que aprobar y las diversas opiniones. No ha aparecido la libertad de voto como una fórmula alternativa para aprobarla.
Unai Sordo ha invitado a los partidos de izquierda y progresistas a que hagan suya la reforma laboral por el avance que supone sobre la anterior, como en parte han hecho las derechas. De momento, este criterio ha caído en saco roto. Sería algo así, como “no nos gusta del todo, pero en aras de los aspectos más progresistas y favorables para millones de trabajadores, hemos decidido dar libertad de voto a nuestros diputados”. Si es que, al final, no se abstienen en bloque.
En estos días, muchos analistas han mirado a Inglaterra, con motivo de la situación que tiene Boris Johnson debido a las fiestas en Downing Street durante el confinamiento de la covid-19. Serán los propios diputados de su partido los que le echen de la Presidencia del Gobierno. Es la libertad de voto que se arrogan los diputados en un Congreso que se estima en general más democrático.
En España se mide la estabilidad política y democrática de los partidos y de la democracia por la unidad y la disciplina sin fisuras de sus diputados en las votaciones. Y si no es así, se les separa o se les multa.
Esta es la ocasión, pues, para que el PP, ERC y PNV, Bildu y otros den libertad a sus diputados. Por una parte, es una invitación, si no se ha discutido en el interior de los grupos parlamentarios y un pronóstico de que se hará.
Felipe Domingo es socio de infoLibre