Los correos más comprometedores de Iñaki Urdangarin

Los correos electrónicos que Diego Torres, exsocio de Iñaki Urdangarin en el instituto Nóos, conservó durante años y entregó el sábado al juez José Castro, amenazan con erosionar aún más la imagen de la monarquía y de su principal cabeza visible, Juan Carlos I, y de algunos políticos como José Blanco, que también aparece en esas comunicaciones. 

La secuencia epistolar prueba que el rey conocía los negocios que Urdangarin mantenía con su amiga personal Corinna Sayn Wittgenstein, incluida la oferta que en el verano de 2004 lanzó la princesa sueco-alemana al duque de Palma para que se incorporase a la Fundación Laureus con un sueldo anual de hasta 250.000 euros. 

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“Disculpa mi silencio de estos días pero quería chequear a mi suegro y a Alberto Aza [entonces jefe de la Casa Real] antes de responderte”, le dijo el marido de la infanta Cristina a Sayn Wittgenstein en uno de los emails. En estas comunicaciones el exaliado de Urdangarin también señala que "el jefe", en clara alusión al rey, realizó alguna gestión. 

Por otro lado, los correos entregados por el exsocio del duque también ponen contra las cuerdas al exministro de Fomento socialista, José Blanco. Según un empleado de la trama Nóos, el también exportavoz del Gobierno de Zapatero, "desactivó" una batería de preguntas que una dipuatada del PSPV había planteado en el Parlamento autonómico sobre los convenios firmados entre el Gobierno de Francisco Camps y el Instituto Nóos.