El PSOE utiliza a Sánchez-Camacho para atacar al PP por su inmovilismo sobre Cataluña

"Bienvenida y suerte". Mensaje no desprovisto de cierta retranca del PSOE a Alicia Sánchez-Camacho. "Bienvenida" por haberse "sumado" a aquellos que, como los socialistas, "defienden diálogo y propuestas" para dar una salida a la escalada de tensión con Cataluña. Y "suerte" para convencer a Mariano Rajoy, que hasta ahora había "escondido la cabeza y mirado para otro lado", como "el avestruz". Fue la respuesta de Óscar López, el secretario federal de Organización, a la líder del PP catalán, que esta mañana en la Ser (antes lo había adelantado El País) había apostado por una "revisión profunda" del modelo de financiación autonómica, modificando aquello que no funcione y buscando un mejor encaje para Cataluña. El número tres del PSOE compareció en rueda de prensa sin que se conociera aún el portazo con que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, despachó la propuesta de su compañera de partido. 

López recordó que hasta ahora existían tres posiciones: la de Artur Mas, "el viaje a ninguna parte"; la de Rajoy, la del "avestruz", la que Alfredo Pérez Rubalcaba y su equipo han tildado de "inmovilismo"; y la del "diálogo y la propuesta", línea defendida por "el PSOE, el PSC, y el señor Duran". Dos veces recordó el secretario de Organización que esa tercera vía comprende al líder de Unió Democràtica de Catalunya (UDC, socio menor de CiU), con quien el primer secretario del PSC, Pere Navarro, se vio la semana pasada. 

¿Pero hay disposición de negociar?, se le preguntó. López fue menos explícito. Volvió a celebrar las declaraciones de Sánchez-Camacho, pero prefirió esperar a "conocer en profundidad" la propuesta de la líder de los conservadores catalanes, porque hay aspectos "poco claros". Fuentes de la dirección explicaron que la defensa de Camacho a que se tenga en cuenta el principio de ordinalidad –que las comunidades que más aportan a la caja común no pierdan posiciones en el ranking– había sido algo "confusa". Los socialistas hicieron suya la reivindicación del PSC de que la nueva Constitución federal –el corazón de la Declaración de Granada que los barones territoriales pactaron el pasado julio– recoja ese principio tal y como lo definió el Tribunal Constitucional en su sentencia sobre el Estatut de Cataluña de 2010. "Veremos cómo le va en el día de hoy", acabó con sorna, casi anticipando el portazo de Génova. 

También el coordinador federal de IU, Cayo Lara, dio la "bienvenida" horas antes, y en una comparecencia ante los medios en el Congreso, a cualquier solución que vaya dirigida a "tender puentes y no romperlos", si bien puso por delante una cautela: que toda propuesta sea dialogada y debatida con todos los agentes políticos y sociales. La diputada Laia Ortiz, portavoz de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) y diputada nacional, que estaba con él en la Cámara baja, tachó sin embargo la alternativa de Camacho de "hipócrita", por querer erigirse ahora en portavoz del diálogo, cuando es algo que el PP no ha querido. Las propuestas de financiación, dijo, no pueden ser "unilaterales" ni nada "que se saque alguien de la manga", aparte de que Cataluña ya no demanda sólo una mejora en la financiación, sino "un reconocimiento a su diferencia y exigiendo respeto al autogobierno". 

En esto último coincidió, desde Cataluña, el portavoz del PSC, Jaume Collboni: "La propuesta llega tarde y es excesivamente tibia, pero es un signo, un movimiento del que el Govern de CiU debería sacar provecho", afirmó en rueda de prensa. Collboni señaló que su partido juzga "imprescindible" una mejora de la financiación catalana, pero advirtió al Ejecutivo de Rajoy de que el conflicto con Cataluña ya no se resolverá únicamente con dinero, informa Europa Press. 

Las tareas de la Conferencia Política de noviembre

El resto de la rueda de prensa de López estuvo colonizada por la Conferencia Política que los socialistas celebrarán del 8 al 10 de noviembre en Madrid. Ahora comienza la última fase preparatoria: la recepción de las enmiendas de los más de 1.000 participantes, plazo que se cerrará el 27 de octubre. De ellos, 450 proceden de las federaciones y ya han sido elegidos. Otros 275 son natos, de los órganos federales. Y otros 250, miembros de organizaciones sociales, serán invitados y tendrán "voz y voto". 

Previa a este fase de enmiendas, se abrió una etapa, en septiembre, de envío de aportaciones de ciudadanos y militantes. El número tres contó que hasta ahora "lo más enmendado" había sido el capítulo de economía y empleo y el de calidad democrática, pero no detalló en qué sentido caminaban esas modificaciones. Ambos asuntos, economía y democracia, serán tratados monográficamente en dos comisiones de la Conferencia Política. Las dos restantes serán Estado del bienestar y cambios en el PSOE. 

En este último punto es donde se concentra buena parte de la discusión del partido. López volvió a dejar claro que las cuestiones de propuesta política se llevarán después al programa electoral, pero las puramente orgánicas se traducirán en recomendaciones que irán a un Comité Federal –máximo escalón de poder–, que "desarrollará reglamentariamente aquello que apruebe la Conferencia". La razón es que en el foro de noviembre participan delegados que proceden de la sociedad civil, y por tanto algunos dirigentes no tolerarían que desde fuera se impusieran los ritmos de trabajo al PSOE. 

El secretario de Organización insistió en que del cónclave de noviembre no puede salir una fecha de las primarias abiertas, las que decidan el candidato a la Moncloa. Quien fija el calendario es el Comité Federal, y lo decidirá "en su día", como lo ha hecho "siempre". Se le preguntó a López expresamente si será en el Comité Federal de diciembre o principios de enero. Él, deliberadamente, esquivó la concreción: "El Comité Federal, cuando decida, decidirá los calendarios del partido". Después, Ferraz explicó que no tiene por qué ser en los siguientes meses cuando se tase la hoja de ruta y se ponga fecha a las elecciones internas. Por lo pronto, se "mantiene" la idea inicial: que sean después de las europeas de mayo de 2014 y lo más cerca posible de las generales. 

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Sin "problemas" con Patxi López

El número tres, por otra parte, negó que haya "problemas" con el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, también secretario de Relaciones Políticas de la ejecutiva federal (el número cinco). Este lunes, La Razón informaba de que el exlehendakari, considerado el delfín de Rubalcaba, se sentía engañado y preparaba la ruptura con su jefe, y consideraba que había que proceder a la elección del candidato sin demora, tras la Conferencia Política. El propio aludido intentó desmentirlo públicamente, como era previsible: en declaraciones en los pasillos del Parlamento vasco, aseguró que no había "fractura" con Rubalcaba y adelantó que lo seguiría apoyando "sin ningún tipo de condición ni condicionante". "Todo es falso", afirmó taxativo. 

Esta tarde se espera a su vez que José Antonio Griñán, anuncie la convocatoria de un congreso extraordinario del PSOE andaluz para finales de noviembre, en el que ceda la Secretaría General a la nueva presidenta de la Junta, Susana Díaz. López apuntó que Ferraz acoge el proceso con "toda normalidad" y que no tendrá su correlato en una desestabilización de la cúpula federal, porque Griñán seguirá manteniendo el puesto de presidente federal del PSOE. "No tiene nada que ver", abundó. "El PSOE de Andalucía está marcando bien los tiempos. Lo ha marcado en el relevo de la presidencia de la Junta y ahora en el partido. Respeto a los calendarios del PSOE de Andalucía. Se está notando que lo está haciendo bien". Ha sido el PSOE andaluz, y Griñán en particular, quien hasta ha sofocado los conatos de rebelión de los barones, quien ha dejado claro que no quiere que se adelanten las primarias, que esa tarea no toca. Y Andalucía es la que tiene la llave.