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Muy fan de...

Muy fan de... José Luis Aneri

José Luis Aneri, campeón, te has convertido en estrella rutilante de ese firmamento de presuntos –y no tan presuntos– corruptos que tenemos sobre nuestras cabezas. Desconocido hasta ahora para el público en general, esa foto con chándal de la selección, el día de tu detención, acusado de estafa y falsificación documental, ha pasado a formar parte del álbum “Colección jeta ibérica” que los ciudadanos vamos rellenando de cromos a la voz de: “sí le, sí le”. Bienvenido al club. Muy fan.

Tus méritos: haberle levantado –presuntamente– 4,4 millones de euritos a la Comunidad de Madrid, en subvenciones destinadas a cursos de teleformación. Cursos que, se suponía, se llevaban a cabo a través de una plataforma digital. Cursos tan, tan virtuales que nunca existieron. Un mago, un ilusionista, un escapista de nivel: “El gran Aneri” ¡Tatachán! A tu lado, David Copperfield es un pardillo que juega con el Magia Borrás.

Estudiaste en los Maristas de Córdoba, tu ciudad, y se ve que el día en que los hermanos explicaron el octavo Mandamiento, “no mentirás”, no fuiste a clase. Con los años te convertiste en abogado, en 2006 metiste tus calcetines y tu ambición en la maleta y te marchaste a Madrid. En 2007 montaste tu primera empresa de Riesgos Empresariales y Profesionales de Madrid, llamada: “Preventiva” – qué bien traído el nombrecito, oye, qué visionario de tu futuro en los calabozos–. En 2011, cambiaste el nombre por “Sinergia” y tu negocio creció como la espuma de las fiestas nocturnas que, comentan, conoces bien.

Muy romántico todo, el joven abogado “locuaz e intrépido”, según te describen, que fue a la capital para convertirse en un hombre de provecho. Y vaya si te aprovechaste, cari, en menos de un año –según la documentación de la policía–, creaste un entramado para el desarrollo de cursos de formación a distancia, cursos “on line” que, en tu caso, fueron “off line”.

Pasito a pasito, te hiciste con listados de personas que pertenecían a asociaciones a las que, con tu gracia y tu desparpajo, ofrecías cursos gratis. Después multiplicabas las identidades –sin pensar, supongo, que a alguien le pudiera extrañar encontrar tantos nombres repetidos, para listo, tú– . Para rizar el rizo, al cruzar los datos los técnicos de Empleo comprobaron que, en algunos casos, una misma persona era al tiempo alumno, profesor y tutor. Una versión 2.0 del misterio de la Santísima Trinidad: tres perfiles distintos y ni un solo alumno verdadero. Sublime.

Se comenta que la Comunidad ha tardado un año en reaccionar, a pesar de que tenía indicios de que algo olía a podrido en tu despacho de la calle Orense. Ni informó públicamente de la misteriosa desaparición de tal pastón, ni denunció los hechos a la policía, ni puso el asunto en manos de los jueces ni la fiscalía. Nada por aquí, nada por allá. Magia potagia.

Para complicar la trama, aparece en escena Joaquín Velázquez, subdirector de Formación Continua y Emprendedores, diciendo que cuando alertó de fraude y se lo comunicó a la policía, le premiaron con la destitución. Velázquez fue destituido tres días después de ir a la poli, “por pérdida paulatina de la confianza”. Ay, si los ciudadanos empezáramos a destituir por “pérdida paulatina de la confianza” a los que administran nuestros dineros y nuestras vidas, esto iba a estar más vacío que un concierto de la artista conocida como Yurena, antes Ámbar, antes Tamara.

El tiempo dirá si bailabas solo o si la coreografía, como aseguras, tiene más estrellas. El nombre de tu empresa, “Sinergia”, lo define la RAE como: “Participación activa y concertada de varios órganos para realizar una función”.

De momento, Alfonso Tezanos, el hombre al que conociste en un curso para cortar jamón y que te ayudó a convertirte en el que cortaba el bacalao, ha dimitido de sus cargos en la Cámara de Comercio y en la Confederación de empresarios minoristas, aunque asegura que lo hace por no perjudicar a Arturo Fernández –el de chatina, no, el del catering– y no porque él tenga nada que ver con esos cursos. Veremos…

La Policía Nacional detiene a los empresarios Antonio Arroyo y a José Luis Aneri por fraude

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Dicen que adelgazaste cincuenta kilos, al tiempo que adelgazabas las arcas de ésta Comunidad. Vamos, José Luis, que los pringaetes que tributamos aquí, te hemos pagado la dieta de la alcachofa y ese chándal tan fashion, mientras tú te empleabas en hacer el trabajo creativo, inventando cursos y participantes, como el que hace la lista de figurantes para “300”. Lo tuyo sí que ha sido una superproducción de las de ciencia ficción, fatal que no te hayan dado ningún Óscar. Hollywood te subestima.

Suerte con lo que venga, Aneri, que, además de los 4,4 millones de euros, hay por ahí otros 11 millones en ayudas del Ministerio de Empleo que, al parecer, no has justificado. Ve buscando vales de taxi y tickets restaurante…De momento, como dicen que eres muy activo en Facebook, cuando tengas que actualizar estado ya puedes poner: enmarronado.

NOTA: He visto que has publicado en tu muro una bonita cita que dice así: “Ama lo que tienes antes de que la vida te enseñe a amar lo que perdistes”. Sobra la “ese” final de “perdistes”, tranqui, en esa cayeron hasta los de Mecano, hazte un curso on line de gramática y tan ricamente.

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