El actor 'censurado': “Seguiré apoyando los derechos humanos pese al mal trago”

"Un mal trago absurdo". Así es como define Gotzon Sánchez lo ocurrido este miércoles tras la carta de la asociación Dignidad y Justicia a Coca-Coca España exigiendo la retirada de un anuncio en el que aparecía el actor. La asociación de víctimas del terrorismo relacionaba a Sánchez con el colectivo de apoyo a los presos de ETA Herrira y le acusaba de "apoyar organizaciones imputadas por pertenecer a ETA" y preferir "que los terroristas salgan de las cárceles con total impunidad".

El pasado 30 de septiembre, la Guardia Civil procedió al registro y clausura de los locales de Herrira y detuvo a 18 de sus miembros. Actualmente, estos permanecen imputados y en libertad con fianza, a la espera de juicio tras haber declarado ante el juez. 

"La carta no tiene desperdicio", señala Sánchez, que explica que su vinculación con Herrira consiste en haber presentado un acto en el pabellón Anaitasuna de Pamplona el pasado otoño, donde "se instó a la gente a tomar parte en el final de la doctrina Parot", tumbada poco después por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en el caso de la etarra Inés del Río y aplicada después por los tribunales españoles al resto de reclusos afectados. Sánchez defiende su "derecho a opinar como quiera" y subraya que en este caso ha habido "malas intenciones" de por medio.

"Personalmente abogo por el final de la doctrina Parot, estoy a favor de los derechos humanos y contra las medidas penitenciarias de excepción, pero no sólo en el caso de los presos de ETA, sino también con cualquier otro preso", explica el actor vasco, quien manifiesta haber participado en otro tipo de actos, como un encuentro entre víctimas de ETA y el GAL el pasado mes en Madrid. Sánchez aboga por un "camino de resolución" que implique "sentarse, hablar y contar el sufrimiento padecido" para consolidar la paz.

"Ha tardado demasiado"

Sánchez asegura que, tras leer la información publicada este miércoles en El Mundo y el revuelo en las redes sociales, su enfado comenzó tras comprobar que Coca-Cola había retirado el anuncio y pedido perdón a las víctimas. "¿Qué quiere decir pedir disculpas a las víctimas? ¿Por qué se les pide disculpas", se preguntaba el actor, que recuerda su trabajo previo en películas, series –entre otras, Goenkale, Hispania o La que se avecina– y su aparición en anuncios para empresas como Bosch o Mahou, sin polémicas hasta la fecha.

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"No tengo que justificar nada y no me voy a achantar por esto", subraya, al tiempo que lamenta que la llamada del presidente de la multinacional en España, Marcos de Quinto, no haya llegado hasta la tarde, cuando se le ha manifestado el apoyo profesional más allá de la discrepancia en lo ideológico, una versión que el propio Quinto ha vertido también su las redes sociales. Además, tanto el actor como Coca-Cola han asegurado que el anuncio se había retirado ya el lunes, y que lo que se ha decidido es no vovler a emitirlo si bien, en la práctica, el vídeo ha desaparecido también del perfil de la empresa en Youtube.

Por su parte, tanto la agencia creadora del anuncio (McCann) como la productora (Lee Films) han emitido un comunicado conjunto en el que han destacado que el procedimiento de elección de actores fue el "habitual", basado en una "prueba de actuación" y en el currículo "profesional", no en la "ideología política" ni en "otros factores de índole ajena a los estrictamente profesional". "Hacerlo incluso puede resultar discriminatorio de acuerdo a la normativa constitucional y al sentido común", destaca la nota.

Finalmente, el actor manifiesta su deseo de que el perjuicio causado a su imagen no suponga una mayor dificultad para poder ganarse la vida con su profesión. "Es evidente que ha habido un daño a mi imagen", señala. "Actualmente hago anuncios por lo difícil que resulta conseguir papeles, y que esto repercutiera de algún modo sería una faena", concluye.