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La marcha de Hazte Oír en defensa del “autobús que no miente” se remite a las pinturas rupestres: “Ellos tienen pilila”

Centenares de personas se manifestaron este domingo para apoyar el autobús tránsfobo de Hazte Oír.

Cientos de personas se unieron este domingo a la plataforma ultracatólica Hazte Oír en una manifestación en Madrid encabezada por el “el autobús que no miente”, según sus palabras, y en “defensa de la libertad” ya que aseguran que esta se encuentra “sepultada por los intereses de grupos no elegidos democráticamente que, convertidos en lobbies, terminan imponiendo sus dogmas particulares”.

Los manifestantes recorrieron el centro de la capital tras la pancarta “Sí a la libertad de expresión, no al adoctrinamiento” y sujetando carteles que clamaban por el derecho a decidir sobre la educación de los niños, además de otros lemas como “Discrepar no es odiar”, “Varón heterosexual, perseguido por ley” o “Rita: la libertad no se quita”.

De entre una variadísima selección musical –pasaron de Libertad, de JarchaLibertad, a La bicicleta, de Shakira– eligieron Libre, de Nino Bravo, “como la mejor definición” de lo que es su asociación y lo que reclaman. También sonó Viva la vida, de Coldplay, canción en la que Luis XVII habla en primera persona tras la Revolución Francesa, de forma que quizá la organización quería remitirse con ella a los Derechos del Hombre o a la guillotina.

La marcha fue recibida en Cibeles por un grupo de jóvenes en defensa del colectivo LGTB  que les espetaron:“No es expresión, es opresión” y que “No es libertad, es maltratar”.

Siguiendo con la Revolución de 1789 como leitmotiv, llegaron a las puertas del Ayuntamiento de Madrid acompañados de La canción del pueblo del musical de Los Miserables. A las puertas del consistorio, Ignacio ArsuagaIgnacio Arsuaga, el presidente de “la plataforma más importante en defensa de la vida, la familia y las libertades fundamentales”, se dirigió a los presentes desde la plataforma de un camión. Antes de su intervención, fue presentado por alguien que se autocalificó de médico y que quiso remitirse a uno “de los grafitis más antiguos de la Humanidad”, en referencia a las pinturas rupestres, en el que se puede apreciar que “ellos tienen pilila”.

Arsuaga agradeció a los presentes por "ser valientes" y participar en una manifestación "que no le gusta a los poderosos". "Los grupos de poder, bajo banderas de colores, esconden un pensamiento totalitario", aseguró.

También intervino Charlotte Goiar, la primera mujer a la que el Tribunal Supremo permitió la reasignación de sexo, y definió el autobús como "lo más normal del mundo" y defendió el derecho de los niños a tener "un padre y una madre" para que sepan "qué son y qué es lo que tienen".

Alicia Rubio, autora de Cuando nos prohibieron ser mujeres... y os persiguieron por ser hombres, aseguró que "algo va muy mal" cuando "la indefensión jurídica llega a la invención de delitos imprecisos, como los de odio, machismo, homofobia...". Afirmó que los estudiantes que se manifestaron en contra de su presencia y la de Arsuaga  el pasado viernes en la Universidad Complutense de Madrid pertenecen a "las primeras generaciones de la ingeniería social basada en la mentira" que son el resultado del "odio que se inculca" en las asignaturas de Educación para la Ciudadanía y Valores Éticos

Por último, en el manifiesto aseguraron que en España “existe una mayoría social que es silenciada o perseguida por ser contraria a lo políticamente correcto” y exigen a los poderes públicos “respeten los derechos de todas las personas y no se inmiscuyan en su forma de pensar y actuar, ni en su vida privada, ni impongan ningún tipo de adoctrinamiento educativo”.

Tras finalizar el acto, advirtieron a los manifestantes que no cruzasen por el paso de cebra en el que se encontraba los defensores de los derechos LGTB, a los que se refirieron en varias ocasiones como “los de la otra acera” en un juego de palabras homófobo por su localización en la plaza de Cibeles.

Un mural contra la transfobia 

Como contrapunto, alumnos del colegio Príncipes de España de Huelva elaboraron un mural gigante en una de las paredes del centro en el responden al mensaje del autobús de Hazte Oír y sostienen que lo que importa es que los niños y niñas "tienen corazón". El mural está coranado por la frase "Somos diferentes pero iguales en derecho".

La Conferencia Episcopal se alinea con Hazte Oír y asegura que "no se puede separar el género del sexo"

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Los alumnos de un colegio de Huelva han elaborado un mural que responde al mensaje tránsfobo de Hazte Oír: lo imporante es que los niños y niñas tienen corazón. EFE

El polémico autobús no tiene previsto pasar por Huelva, pero sí por Sevilla, cuyo Ayuntamiento, según Europa Press, anunció que se estudiarán todas las acciones legales para evitar que "los mensajes de odio" estén presentes en las calles de la ciudad. Sin embargo, en caso de que como ocurrió en otras ciudades "sea inevitable", será recibido con la bandera del Orgullo Trans en el consistorio y con mensajes a favor de la igualdad, el respeto y la defensa de la identidad de género.  

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