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Sanidad

"Luchamos por vivir y vencimos, el resultado es este"

Afectados de hepatitis C durante su encierro en el Hospital 12 de Octubre de Madrid.

El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas acordaron este miércoles universalizar el acceso a los fármacos de última generación capaces de curar indefinidamente determinados genotipos de la hepatitis C. Tras haber tratado hasta el pasado noviembre a 65.252 pacientes aquejados de una fibrosis hepática significativa –entre los grados F2 (nivel moderado de cicatrices en el hígado producto de la inflamación) y F4 (cirrosis), que es el último– el compromiso es extender esta prestación a los F0 y F1. Hasta ahora sólo dos comunidades, Madrid y la Comunitat Valenciana, trataban ya a todas las personas con hepatitis C, independientemente de su gravedad. 

Esta medida supone la culminación del Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C que el Gobierno aprobó definitivamente a finales de marzo de 2015, tras casi cuatro meses de intensas protestas por parte de las plataformas de enfermos, que llegaron a mantener encierros en hospitales públicos para reclamar los tratamientos. La Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), formada principalmente por hepatólogos, también fue muy beligerante en la reclamación de estos tratamientos.

Este plan supuso un cambio de criterio por parte de ministerio, que tres meses antes había mantenido que sólo había dinero para tratar a 7.000 pacientes. El exministro Alonso explicó entonces que ese cambio tenía que ver con una estrategia de negociación llevada a cabo con las farmacéuticas y a la fijación de acuerdos de riesgo compartido. Antes de la aprobación de esta estrategia la AEEH afeó al Gobierno haber previsto una prescripción "limitada". Después calificó el plan de "modélico". 

Motivo de "orgullo"

Ahora, la culminación de este plan nacional es un motivo de "orgullo" para los afectados, que están convencidos de que sin su "lucha" la estrategia nunca se habría desarrollado en estos términos. "Es una buena noticia para todos. Luchamos por vivir y vencimos, el resultado es este", dice a infoLibre Mario Cortés, impulsor de la Plataforma de Afectados por Hepatitis C (PLAFHC), con presencia en varias comunidades autónomas y grandes movilizaciones detrás como el encierro de 90 días en el Hospital 12 de Octubre de Madrid.

Cortés, que ya no preside la plataforma, consiguió curarse gracias al medicamento Viekirax, de los laboratorios Abbvie, que eliminó el virus de su cuerpo en apenas tres meses. "Tengo 50 años y me daban una esperanza de vida de ocho o nueve años. Ahora estoy sano, feliz y con ilusión", asevera. Considera también que es relevante reconocer a los responsables públicos cuando "hacen las cosas bien, como en este caso" ya que asegura que han cumplido "lo que prometieron". 

Ricardo García, portavoz de la delegación de la PLAFHC en Bizkaia, también se curó gracias a los fármacos innovadores. En su caso, el Sovaldi, comercializado por Gilead, del que todavía guarda una caja en casa. "Volví a nacer, ahora me siento como un chaval. Antes estaba desahuciado, sin pensar en el futuro", explica. García cree que, en general, el balance "es muy positivo", aunque afea a los laboratorios haberse aprovechado de esta coyuntura poniendo precios "excesivos" a los fármacos. 

"Hemos luchado mucho. La verdad es que nos habría gustado que los tratamientos hubieran llegado más rápido, aunque quizá todo habría ido incluso más lento sin las protestas", dice, por su parte, Lourdes Luengo, de la PLAFHC de Valladolid. Por otro lado, esta portavoz asegura que todavía hay dificultades para los fármacos de última generación lleguen a las personas presas. 

Alto precio 

Hasta 2014, para hacer frente a la hepatitis C –un virus que provocaba la muerte directa de casi 900 personas cada año en España, según el INE–, los médicos contaban con terapias con agentes antivirales (interferón y ribavirina) que, además de tener una eficacia limitada, acarreaban notables efectos secundarios. Pero en enero de ese mismo año la Agencia Europea de Medicamentos autorizó la comercialización en los 28 países de la UE de un fármaco innovador (el sofosbuvir, o Sovaldi de nombre comercial) que se había demostrado capaz de eliminar totalmente la carga viral en determinados genotipos. ¿El problema? Su precio.

Gilead, la farmacéutica norteamericana que comercializaba el Sovaldi mantenía una posición férrea. Aunque no es el inventor del fármaco –compró por 11.000 millones de euros Pharmasset, el laboratorio que había dado con la molécula indicada– comenzó a vender el tratamiento de 12 semanas en Estados Unidos por 72.000 euros. Quizá consciente de la aparición de nuevos fármacos todavía más eficaces –en julio se aprobó el simeprevir y después llegaron otros antivirales–, el laboratorio intentó rentabilizar al máximo su inversión aunque fuera a costa de que el fármaco no pudiera llegar a todas las personas que lo necesitaban.

A mediados de enero de 2015, tras semanas de denuncia de falta de transparencia por parte de colectivos y medios de comunicación, el Ministerio de Sanidad accedió a informar sobre el precio de la terapia combinada de Sovaldi y Olyso, que comercializa el laboratorio Janssen: 43.500 euros por 12 semanas. Dos meses después, en marzo, el Gobierno aseguró que había establecido con los laboratorios unas condiciones de compra que habían reducido el precio de los tratamientos hasta los 14.000 euros de media

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Esto se consiguió pactado una compra por volumen, que reduce el precio de los tratamientos cuantos más se compren; un techo de gasto, que en ese momento se dijo que sería de 727 millones de euros en los próximos tres años; y una estrategia de riesgo compartido, que quiere decir que si el tratamiento no hace afecto a las 12 semanas, la farmacéutica tiene que encargarse de dispensar otro sin que eso suponga desembolsar ni un euro más.

Sin embargo, la última memoria del Consejo Económico y Social (CES) –organismo en el que están representados sindicatos, patronales, organizaciones de consumidores y usuarios y el Gobierno– recoge que el Sistema Nacional de Salud (SNS) ha invertido 1.640 millones de euros entre enero de 2015 y noviembre de 2016 para tratar con todas las terapias innovadoras disponibles a 65.252 pacientes de hepatitis C. En consecuencia, el coste de cada tratamiento se estima en alrededor de 25.100 euros. infoLibre pidió este miércoles al Ministerio de Sanidad una confirmación de estos datos, pero no obtuvo respuesta. 

Por otro lado, el Gobierno tiene previsto destinar 200 millones de euros adicionales para incluir a aquellos enfermos cuyos grados de fibrosis sean menos significativos, alcanzando una cobertura completa, si bien esta partida específica no está incluida en los Presupuestos Generales del Estado para este año, una cuestión que ha sido criticada por varios consejeros socialistas a la salida del consejo interterritorial en el que se pactó el acceso universal a los fármacos. 

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