Franco parte como favorito para hacerse con las riendas del PSOE en el avispero de Madrid

El PSOE reabrirá, tras el verano, su avispero de la Comunidad de Madrid. Una federación convulsa, que lleva años inmersa en un proceso de fragmentación interna, de luchas entre sectores y en la que, a día de hoy, conviven no una ni dos, sino hasta seis familias políticas, más o menos nutridas. La dirección madrileña aprobó este miércoles proponer al Comité Regional convocar la primera vuelta de las primarias el 30 de septiembre y la segunda –que sólo se celebrará si en la primera ningún candidato alcanza el 51%– el 7 de octubre y celebrar el congreso los días 20, 21 y 22 de ese mes. A priori, el diputado autonómico José Manuel Franco parte como favorito. Él fue quien coordinó la campaña de Pedro Sánchez en la comunidad.

La actual secretaria general de la antigua Federación Socialista Madrileña (FSM), hoy PSOE de la Comunidad de Madrid (PSOE-M) es la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández. Llegó al cargo hace menos de dos años respaldada por la dirección federal de Pedro Sánchez, y tras imponerse en primarias a Juan Segovia, diputado regional y secretario general de la agrupación de Fuencarral-El Pardo de la capital. La diferencia fue de menos de un millar de votos (57,6% contra 42,4%) y la participación fue muy baja, de apenas el 42,6%.

La victoria de Hernández se produjo después de que, en febrero de 2015, Sánchez fulminase a Tomás Gómez, hasta entonces número uno de la federación y que iba a ser candidato en las autonómicas de mayo –la lista la encabezó, finalmente, el exministro Ángel Gabilondo–. La decisión de Sánchez provocó un enorme malestar interno en sectores del PSOE madrileño, y el liderazgo de Hernández nunca llegó a reunir a todo el partido. Su ejecutiva, por ejemplo, fue respaldada por apenas el 55% de delegados al congreso extraordinario. Un 44% votó en blanco.

En las pasadas primarias a la Secretaría General federal, Hernández y el aparato de la actual dirección de la federación se volcaron con Patxi López, pero Pedro Sánchez se impuso con claridad: obtuvo un 49,5% de los votos, frente al 31,8% de Susana Díaz y el 18,7% del exlehendakari. La alcaldesa de Getafe ya no es la preferida de Ferraz: el hombre de Sánchez es ahora José Manuel Franco, al que todas las fuentes sitúan como favorito. Distintas voces del socialismo madrileño cree que parte de un apoyo del 40%. Pero el mapa de apoyos del PSOE-M está muy fragmentado. Estos son los nombres clave:

José Manuel Franco

Franco confirmó el pasado domingo que competirá por la Secretaría General, aunque dejó claro ya de partido que no tiene intención de ser el candidato del partido en las próximas autonómicas. Todos los cargos consultados por este diario lo colocan como claro favorito, aunque eso no significa que tenga la victoria asegurada. Pocos creen que vaya a arrasar y, hasta el último minuto, en el PSOE de Madrid nunca se sabe. A su favor tiene que será el hombre señalado por Sánchez. Diversas fuentes dan por hecho que Ferraz se volcará para apoyarlo.

Actual portavoz adjunto del grupo socialista en la Asamblea de Madrid, Franco no es ningún recién llegado a la política: en septiembre cumplirá 60 años y lleva más de 25 como diputado autonómico. Desde la victoria de Sánchez a nivel federal, ha incrementado sus apoyos en la federación madrileña porque todos saben que es su candidato. También los cargos y militantes no alineados férreamente con ninguna familia están recalando en las filas de Franco, que ya ha manifestado su propósito de "trasladar" el proyecto que "encarna Sánchez" a Madrid.

Carmen López

Muy vinculada a la UGT, sindicato en cuya dirección ocupó diversos cargos, López es otra figura relevante para entender la batalla que se avecina en el socialismo madrileño que respaldó a Pedro Sánchez en las primarias. Ella y sus afines se consideran los auténticos representantes del sanchismo a nivel autonómico, y según las fuentes consultadas por este diario, existe en esta familia cierto malestar con el hecho de que el elegido de Ferraz sea Franco, del que creen que no transmite al 100% los valores de "izquierda" y "renovación" sobre los que Sánchez elaboró su relato para recuperar las riendas del PSOE.

Diputada en la Asamblea de Madrid desde las pasadas autonómicas, mantiene el apoyo incondicional del sindicato. Varios cargos del socialismo madrileño señalan a infoLibre que, por ahora, únicamente está tanteando el terreno. No descartan que inicialmente presente su candidatura, pero creen que, con toda probabilidad, acabará aceptando que Sánchez y los suyos han elegido a Franco para pilotar la federación de Madrid y que le apoyará en lugar de plantarle cara.

Sara Hernández

Si se confirman los pronósticos, su mandato habrá sido breve, muy breve, de poco más de 24 meses la frente de la suerte de reino de taifas que es el PSOE-M –un nombre que ella misma eligió para el que, hasta su llegada, era el PSM–. La alcaldesa de Getafe, admiten dirigentes del partido, tiene pocas opciones de ganar. Algunos creen que se equivocó al apoyar decididamente en las primarias a Patxi López, un candidato que en ningún momento tuvo opciones reales de victoria.

Hernández mantiene como principal apoyo el respaldo del presidente del partido y alcalde de Fuenlabrada, Manuel Robles. Su candidatura, creen algunos cargos, también podría ser una especie de refugio para los tomasistas tomasistas –los partidarios del anterior secretario general, Tomás Gómez– si éstos no presentan candidatura y tampoco quieren sumarse al caballo ganador de Franco. Sin embargo, estas mismas fuentes señalan que está sufriendo una fuga de apoyos, precisamente, hacia el nombre elegido por Sánchez para liderar la federación.

Antonio Miguel Carmona

Fue el candidato del PSOE al Ayuntamiento de Madrid en 2015 y obtuvo un muy mal resultado, con apenas el 15% de los votos y quedando en cuarta posición, muy por detrás de PP y Ahora Madrid, y sólo por delante de Ciudadanos. Una de las primeras decisiones de Hernández tras asumir las riendas del PSOE madrileño fue arrebatarle el cargo de portavoz municipal, que recayó en Puri Causapié. Durante las pasadas primarias a la Secretaría General federal, apostó por la candidatura de Susana Díaz y se implicó muy activamente en la campaña.

En declaraciones a este diario, señala que "lo más sensato" es que se Franco quien dirija el PSOE-M, porque "no tiene sentido" que los socialistas madrileños tengan un secretario general "enfrentado" a Pedro Sánchez. Sin embargo, advierte de que lo que no se puede hacer es "laminar" al resto de sectores, sino "integrarlos". Si no es así, los afines a Carmona, en palabras del propio concejal, presentarán una candidatura. En su entorno pocos dudan de que él mismo sería quien la encabezaría, aunque al mismo tiempo nadie le otorga verdaderas opciones de victoria.

El 'tomasismo'

El que fuera núcleo duro del antiguo secretario general es un sector menguante pero que aún resiste en las filas del PSOE de Madrid. Algunos de sus integrantes más destacados son Maru Menéndez –diputada autonómica entre 2007 y 2015 y secretaria de Organización de 2012 a 2015–, Noelia Martínez –antigua concejal en el Ayuntamiento de la capital– y Eusebio González –diputado regional también hasta la celebración de los comicios de 2015–. Menéndez es, de todos ellos, la que mayor proyección podría alcanzar, pero pocos creen que vaya a presentarse.

Porque el dilema de los tomasistas, añaden varias fuentes, es si merece la pena dar un paso adelante... y arriesgarse a tener una cifra de votos muy escasa, del entorno del 10%. Por eso este grupo baraja dos opciones: la primera, refugiarse en la candidatura de Sara Hernández; la segunda, apostar a caballo ganador y votar a Franco. ¿El problema? Que detestan a ambos. A la alcaldesa de Getafe porque fue una tomasista que aceptó ser la candidata de Sánchez; a Sánchez, porque fulminó a Gómez; y a Franco, porque es el hombre de Sánchez. Todo un dilema. ¿Resultado? Que tan probable es que se sumen a una como a otra lista, dicen estas voces.

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Juan Lobato

El alcalde de Soto del Real ha tanteado el terreno para ver si había suficiente agua en la piscina como para competir por liderar el PSOE-M. Y el resultado de sus sondeos, en principio, ha sido negativo: su número de fieles es reducido y no tiene apoyos de entidad. Lobato apostó en 2015 a Juan Segovia, que perdió contra Sara Hernández, pero pronto abandonó ese bando y quedó en tierra de nadie. Sin embargo, toda vez que para presentarse sólo es necesario presentar el aval del 2% de los militantes, podría plantearse presentar una candidatura.