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El PSOE descarta presentar una moción de censura y cree que Rajoy sólo busca hurgar en las heridas de la izquierda

Margarita Robles, durante la rueda de prensa ofrecida al término del pleno extraordinario del Congreso.

Mariano Rajoy retó este miércoles a la oposición a que trataran de echarlo con una moción de censura... pero, por ahora, el PSOE ni siquiera se plantea esta opción. En su intervención en el pleno extraordinario convocado para que diera explicaciones por el caso Gürtel, el presidente del Gobierno aseguró que la única forma que tiene la oposición de obligarle a asumir "responsabilidades políticas" es conseguir que el Congreso le retire la confianza. Pese a que Unidos Podemos volvió a mostrarse dispuesto a promover una nueva moción contra Rajoy –que, para salir adelante, necesitaría los votos de ERC, PDeCAT y PNV–, los socialistas lo rechazan. "Con el escenario planteado con el 1-O es impensable cualquier acuerdo con los independentistas catalanes", indican a infoLibre fuentes de la dirección del PSOE.

El pleno extraordinario forzado por la oposición para este miércoles tenía como único punto en el orden del día las explicaciones de Rajoy sobre su declaración como testigo ante la Audiencia Nacional hace un mes. Pero el presidente del Gobierno se negó a abordar el asunto, y en su discurso se dedicó a abroncar a la oposición por insistir en debatir sobre su vinculación con los casos de corrupción del PP cuando existen problemas como el proceso independentista en Cataluña o el terrorismo. Según afirmó Rajoy ante el Congreso, "a la hora de hacer juicios políticos y de valorar las responsabilidades de unos y de otros, resulta mucho más ecuánime, menos sesgado y, por tanto, más atinado, el juicio de los españoles que el de alguna de sus señorías", y las urnas y la Cámara baja le han dado su confianza "dos veces" en los últimos meses.

Por ello, aseguró el presidente del Gobierno, no tiene ninguna obligación de asumir "responsabilidades" por el caso Gürtel, del que se sigue desligando. Y si la oposición –a la que acusó de tener un "celo inquisitorial"– quiere obligarle, la vía en un sistema parlamentario está clara: la moción de censura. El dardo estaba claramente destinado al PSOE y Unidos Podemos, ya que la oportunidad de una iniciativa similar a la que fracasó hace unos meses es la principal diferencia que ahora mismo separa a las fuerzas lideradas por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Ambos partidos sólo podrían presentar una moción con garantías de éxito sumando sus fuerzas con las de ERC, el PDeCAT y el PNV, algo que se antoja imposible a escasos 30 días de que los independentistas catalanes celebren un referéndum de independencia que el PSOE rechaza frontalmente.

Tras el pleno, la portavoz parlamentaria de Unidos Podemos, Irene Montero, insistió en el que es el discurso de la coalición desde el triunfo de Sánchez en las primarias del PSOE: hay que utilizar "todas las herramientas parlamentarias" para echar a Rajoy del Gobierno, "y la moción de censura puede ser una buena herramienta". Pero el PSOE no está en la misma sintonía. "Ahora mismo no tenemos la más mínima intención de presentar una moción, porque necesitaríamos a los independentistas para que saliera adelante, y hoy por hoy no se puede hablar con ellos" porque están decididos a celebrar un referéndum ilegal, señalan en la dirección de los socialistas.

"Con su discurso, Rajoy ha querido echar sal en todas las heridas de la izquierda", admiten las fuentes socialistas consultadas por este diario. Las diferentes posiciones de ambos sobre la moción de censura es tan sólo una de ellas, pero PSOE y Unidos Podemos siguen culpándose mutuamente por el hecho de que Rajoy siga gobernando –algo que el mandatario se encargó de recordar al señalar que ha recibido la confianza del Congreso dos veces– y, además, los socialistas siguen estando divididos internamente sobre su relación con la coalición morada.

Y es que, pese a que se ha rebajado mucho el tono con respecto a unos meses atrás, PSOE y Unidos Podemos mantienen recelos mutuos. "Las relaciones con Unidos Podemos no son de colaboración, no nos engañemos", admite un dirigente socialista, que verbaliza lo que es una sospecha generalizada en la dirección del partido: "Los principales interesados en continuar con el relato de la moción de censura son Pablo Iglesias y Unidos Podemos, porque es la única manera que tienen de hacer que cale el discurso de que el PP y el PSOE son lo mismo y que Rajoy sigue gobernando gracias a los socialistas".

El escenario catalán

Por el contrario, Unidos Podemos sostiene que la moción de censura es un objetivo real y que, además, es realizable. De hecho, fuentes próximas a Pablo Iglesias admiten que, en la cena que mantuvo hace unos días el secretario general con su homólogo de ERC, Oriol Junqueras, en casa del empresario Jaume Roures, se discutió la posibilidad de que los independentistas catalanes apoyasen una moción liderada por el PSOE. Y señalan que Junqueras se mostró abierto a no poner condiciones que los socialistas no pudieran aceptar. El PDeCAT, por su parte, afirmó a principios de agosto que estaría dispuesto a negociar una moción tras el referéndum del 1 de octubre para disponer de nuevos "interlocutores" en la Moncloa. Por cierto que, una muestra de la desconfianza en este asunto entre PSOE y Podemos es que en la dirección socialista están convencidos de que "fue Iglesias quien filtró a la prensa el contenido de la cena en casa de Roures".

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"El tablero ha cambiado poco" con respecto a junio, interpreta un dirigente de Podemos, que señala que la principal diferencia con respecto a entonces es "la agenda catalana". Mientras tanto, otras fuentes de En Comú Podem coinciden. "El PSOE, ahora mismo, sigue pensando más en formar mayorías para aprobar leyes y derogar algunas de las del PP" que en una moción de censura, interpreta un dirigente, que plantea que para los socialistas "es complicado negociar con Unidos Podemos" dado que ambas fuerzas compiten, al menos parcialmente, por un mismo espacio electoral.

Pero para este dirigente, las cartas que están sobre la mesa siguen ofreciendo la posibilidad de conformar en los próximos meses una mayoría que saque a Rajoy de la Moncloa. "ERC entiende que, tras el 1-O, tendrán que celebrarse elecciones, que ellos llamarán constituyentes, pero tras las que tendrán que elegir sus socios" dado que todas las encuestas reflejan una clara victoria de los de Junqueras. Ese socio podría ser Catalunya en Comú, dado que a ERC "no le interesa depender mucho más tiempo del PDeCAT, y además temen fracasar en el escenario de ingobernabilidad que se abrirá tras el referéndum", señalan. Y el entendimiento en Cataluña podría ir condicionado a un pacto para apoyar una moción.

No obstante, aún con el apoyo de los independentistas catalanes, la hipotética moción de censura aún necesitaría a otro actor para salir adelante: el PNV, que apoyó hace unos meses los Presupuestos Generales del Estado de Mariano Rajoy. Unidos Podemos y sus confluencias, no obstante, consideran factible poner a los nacionalistas vascos de su parte. "Desde luego, el PNV ha demostrado que no se casa con nadie, y eso Rajoy lo sabe", apunta un diputado, mientras otro dirigente de Podemos señala que "no sería la primera vez que [el PNV] varía la jugada en función del momento y los actores". "Y una vez que el PSOE se decidiera, quisiera ver si el PNV se mantiene tan firme en su posición", aventura.

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