Aznar: "El Pacto del Tinell significaba un pacto con ETA"

El expresidente del Gobierno José María Aznar ha concentrado este miércoles todas las miradas tras protagonizar una entrevista emitida por la Cadena Ser, en la que ha analizado asuntos como el conflicto territorial en Cataluña o la presunta financiación irregular de su partido. El conservador también ha hecho balance de algunos de los acontecimientos más relevantes en la política de los últimos años, especialmente durante su mandato al frente del Ejecutivo. En este contexto entra en juego el Pacto del Tinell, acuerdo alcanzado en diciembre de 2003 entre el PSC, ERC e ICV-EUiA con el objetivo de acceder a la Generalitat de Cataluña mediante un gobierno tripartito. Tinell ha sido ahora calificado por Aznar como un pacto hecho por "el PSOE y la izquierda" que "significaba un pacto con ETA y el pacto con ETA significaba que se excluía a la mitad de España de la posibilidad de gobernar España". La banda terrorista, sin embargo, nada tiene que ver con el acuerdo alcanzado entonces en Cataluña, de modo que la afirmación del expresidente es falsa.

Las elecciones autonómicas que se celebraron en suelo catalán el 16 de noviembre de 2003 resultaron en una victoria de Convergència i Unió (CiU) que, aunque sí había ganado en número de escaños, no logró ser la lista más votada. Los socialistas catalanes superaron a los nacionalistas en porcentaje de voto con escasas décimas de diferencia: un 31,16% para el PSC frente al 30,94% de CiU. Ninguna de las formaciones que concurrieron en los comicios obtuvo mayoría absoluta, de modo que ninguna se encontraba con la posibilidad de gobernar en solitario. En este escenario, el PSC, con 42 escaños, optó por sumar fuerzas con los 23 asientos de ERC y los nueve de ICV. La llave del acuerdo estuvo en todo momento en manos de ERC, que se debatía entre formar gobierno con CiU o hacerlo con la izquierda. La decisión final se plasmó en un acuerdo, el del Tinell, entre Pasqual Maragall por el PSC, Josep-Lluís Carod-Rovira por ERC y Joan Saura por ICV, siendo el primero el president del Govern catalán después de tomar posesión en diciembre del mismo año.

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Los firmantes se comprometían a rechazar todo acuerdo de gobernabilidad con el PP, tanto en la Generalitat como en el Estado, y además acordaban retirar las medidas "contrarias a la plurinacionalidad, pluriculturalidad y plurilingüismo" con el fin de impulsar "un nuevo marco que las reconozca". Fijaban, por otro lado, que la acción del Govern se basaría en la corresponsabilidad, de modo que las decisiones serían asumidas de manera "compartida, unitaria y global". Finalmente, aseguraban mediante el pacto que todos los acuerdos adoptados por el Parlament o el Govern recibirían "el apoyo explícito de sus representantes en el resto de instituciones si son objeto de votación o debate" y además cualquier consenso sería "vinculante para todos sus miembros en las negociaciones con las otras administraciones".

Las palabras de José María Aznar afirmando que el acuerdo "significaba un pacto con ETA" no se ajustan por tanto a los términos del Tinell. ETA ni fue un actor del acuerdo, ni se pactó nada en relación con el terrorismo. Fue el acuerdo de gobernabilidad que permitió que en Cataluña gobernase un dirigente socialista por primera vez desde la recuperación de la democracia.

¿Entonces por qué establece esa relación Aznar? El 3 y 4 de enero de 2004, el conseller en cap de la Generalitat, Josep-Lluís Carod-Rovira, se entrevistó en Perpiñán, sur de Francia, con miembros de la organización terrorista, lo que provocó su dimisión a finales de enero. Poco después, en febrero de 2004, ETA anunció el fin de sus "acciones armadas" en Cataluña por el "empuje importante de las fuerzas independentistas" y por la "concienciación sobre el derecho a la autodeterminación" durante los últimos años. Carod-Rovira, que negó haber firmado pacto alguno con el grupo terrorista, se presentó tras ello a las elecciones generales de marzo, obteniendo la mayor victoria para los republicanos catalanes hasta el momento. Diez años después de aquello, en 2014, el catalán señaló: "Hoy hace 10 años. Me cambió la vida, pero la violencia ha dejado de existir e interferir en el independentismo. Se tenía que hacer. Valió la pena".