Operación Lezo
El testaferro del clan de Ignacio González, a un alto cargo chavista: "Estamos apoyando el proceso bolivariano"
"Sirva la presente para hacerle llegar un cordial saludo bolivariano". Así comienza la carta que José Antonio Clemente, testaferro del clan familiar de Ignacio González en el pelotazo del campo de golf del Canal de Isabel II a través de la empresa Tecnoconcret, envió el 29 de agosto de 2012 a un alto cargo del Gobierno venezolano y a la que infoLibre ha tenido acceso. Dirigida a la entonces recién nombrada presidenta del Fonep, el ente público encargado de la construcción y mantenimiento de las cárceles de Venezuela, la misiva y sus documentos adjuntos revelan la magnitud de los negocios que durante años mantuvo Tecnoconcret con el Ejecutivo de Hugo Chávez. La empresa, escribió Clemente, venezolano de nacimiento, en su presentación de 2012 ante la responsable del Fonep, Adrilu Álvarez, "ha estado presente en Venezuela apoyando el proceso bolivariano".
A 7.000 kilómetros de distancia, ya hacía dos años que Ignacio González se había sumado a las críticas del PP al régimen venezolano con una diatriba contra Zapatero por echar a España "en brazos de dictadores iluminados" como Chávez. Entonces no existía Podemos. Pero tras su nacimiento y su consolidación electoral, el dirigente conservador, ahora en libertad bajo fianza por presunta corrupción a gran escala, tampoco dudó en acusar a la formación de Pablo Iglesias. Podemos, dijo en octubre de 2016, auspicia "medidas que hacen insostenible el Estado de bienestar, algo que hace imposible recuperar el empleo y tener condiciones laborales dignas, me refiero a Venezuela o a Cuba".
Participada por el hermano y el cuñado de Ignacio González –Pablo González y José Juan Caballero– y siempre de la mano de la también española Auditel, Tecnoconcret había logrado del Gobierno de Caracas en 2007 la adjudicación del sistema de seguridad para los nueve estadios de la Copa América Venezuela. Mientras en España el PP enfilaba el final de aquel ejercicio aplaudiendo a Juan Carlos I por su célebre exhortación a Hugo Chávez –"¿Por qué no te callas?"–, el tándem Auditel-Tecnoconcret, donde los familiares directos del entonces delfín de Esperanza Aguirre ocupaban un lugar clave, computaba 15,5 millones de dólares solo por el citado proyecto de seguridad deportiva. La web de Auditel incluye la Copa América Venezuela de 2007 en su panel de referencias aunque sin mención alguna a la alianza con la empresa de la familia González.
La carta de Clemente a la venezolana Adrilu Álvarez habla de otro gran proyecto ya realizado pero del que no ofrece detalles ni cifras: "Hemos estado varios años asesorando a Fonep para la terminación y puesta a punto del sistema de seguridad de [la prisión de] Coro (...) y posteriormente elaboramos para dicho organismo el proyecto de seguridad integral para la cárcel de Lara".
Conseguidores de contratos públicos
Para cuando Clemente escribió en 2012 a la presidenta del Fonep venezolano, la relación entre Auditel y Tecnoconcret no había dejado de estrecharse dentro y fuera de España. Como ya desveló este diario, Auditel ya había contratado como conseguidor de contratos públicos a Pablo González en 2002, mientras su hermano Ignacio ostentaba una de las Secretarías de Estado –Delegado de Extranjería– de Interior con Ángel Acebes como ministro.
Una década más tarde, la mercantil suscribió en 2014 otro contrato de casi idénticas características con José Juan Caballero, cuñado del expresidente madrileño y marido de la diputada autonómica madrileña Isabel González: y a los tres meses obtuvo un contrato multimillonario del Metro de Madrid.
En 2007, y en un correo electrónico dirigido al administrador de Auditel, José Juan Caballero ya había hecho constar la decisión del trío de articular su colaboración con esa firma de ingeniería a través de Tecnoconcret. ¿Para qué? "Para evitar que se nos relacionara a Pablo y a mí con determinadas operaciones", expuso Caballero en su email. Es decir, para interponer una pantalla que dejase fuera de la vista al hermano y al cuñado del entonces vicepresidente de Madrid, Ignacio González.
Adicionalmente y a tenor de la información que según fuentes conocedoras del caso Lezo se ha incorporado a las actuaciones, Auditel suscribió al menos dos "acuerdos de colaboración" con Tecnoconcret como empresa: uno en 2007 y otro en 2012.
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Las conversaciones grabadas a Ignacio González ya destaparon hace casi un año que su hermano Pablo, directivo de la empresa pública Mercasa cuando estalló la Operación Lezo, había participado en sobornos a altos cargos de Venezuela. Pero seguía siendo una incógnita a qué se refería exactamente Pablo González cuando en aquella conversación grabada el 24 de noviembre de 2016 y en alusión a lo que debería hacer Mercasa para medrar en otros países pronunció las siguientes palabras: "Tú vas al Gobierno, como nosotros hacíamos en Venezuela, dime con quién hacemos esto y te dice con la constructora "zutanito" y te vas a la constructora "zutanito" y le dices mira, el precio entendemos que es este, le vas a cargar un 10% más porque habrá que pagar a tal. Y le pagas".
Ahora, los documentos incautados durante los registros policiales de Lezo confirman que la relación con el Gobierno venezolano fue sostenida y de gran importancia económica. Además de la adjudicación de la seguridad para los estadios de la Copa América de 2007, Auditel y Tecnoconcret recibieron en 2009 del Ministerio del Poder Popular para el Deporte un contrato de suministro de "nueve canchas multideporte TCT Antivandálicas y 90 máquinas biosaludables".
Al año siguiente, el comité organizador de softbol femenino Caracas 2010 le encomendó el "suministro e instalación de césped artificial" para dos estadios así como el equipamiento de gradas y tribunas. Esa adjudicación reportó a Tecnoconcret-Auditel 1,5 millones de euros según el certificado adjunto a una carta de reconocimiento firmada por quien dos años antes había ascendido como jefa de la cartera de Deportes, la "gran amiga" –eso dice un email interno– del "grupo" Victoria Mata. En el Mundial de Softbol Femenino 2010, la colaboración de Tecnoconcret fue "invalorable", escribió la ministra de Deportes el 1 de junio de ese año, ya a punto de cesar como ministra.