La guerra entre el taxi y las VTC
La guerra del taxi se enquista en Barcelona y Madrid
Madrid y Barcelona amanecieron este martes sin servicio de taxis. Los trabajadores barceloneses encararon su quinto día de huelga y los madrileños, por su parte, el segundo. La guerra que desde hace meses les enfrenta con los vehículos de transporte con conductor (VTC), los operados por empresas como Uber y Cabify, no cesa. Las protestas y los cortes de carreteras fueron la tónica de un día en el que, como en los anteriores, no se alcanzó ninguna solución al conflicto, aunque en Barcelona los taxistas votarán este miércoles la última propuesta del Govern, que se compromete a avalar la exigencia de una precontratación de una hora para los servicios de VTC. La patronal que agrupa a empresas como Uber y Cabify consideró que el Ejecutivo catalán estaba cediendo al "chantaje" de los taxistas, que emplean la "violencia" para blindar su monopolio, y advirtió de que esa regulación supondría "la desaparición en Cataluña del sector de las VTC".
Un taxista que cortaba la A-2, en Madrid, fue atropellado por un vehículo que sus compañeros de protesta identificaron como un VTC, aunque ese extremo no fue confirmado por las autoridades. En paralelo, en Barcelona se superaron las 70 denuncias por agresiones y daños durante las concentraciones, según confirmaron fuentes de los Mossos d'Esquadra a infoLibre. Desde la institución, no obstante, aseguraron que hasta la tarde de este martes no se habían producido detenciones.
En Madrid, por su parte, las fuentes de la Jefatura Superior de la Policía Nacional y las de la Guardia Civil, al igual que las de la Delegación del Gobierno, no supieron aclarar si se habían recibido o no denuncias a raíz de los enfrentamientos entre los conductores de taxis y de los vehículos VTC. Según los tres organismos, en la tarde de este martes no constaba ninguna información a este respecto ni ninguna detención.
Pero el día fue complicado. La capital amaneció con cortes esporádicos en la M-40, a los que siguieron protestas en las carreteras M-11 y A-2. En Barcelona, las concentraciones tuvieron lugar por toda la ciudad, por donde los taxistas marcharon reclamando lo llevan meses pidiendo: una nueva regulación más restrictiva para las VTC. Lo cierto es que el conflicto viene de lejos y ha originado problemas en varias instituciones: primero, en el Ministerio de Fomento, que lanzó la pelota al tejado de las comunidades autónomas. Ahora, la solución está en su mano.
infoLibre trata de explicar las distintas aristas de un conflicto cuyo final no parece cercano.
Origen de la huelga
Todo comenzó el pasado viernes 19 de enero. El escenario fue Barcelona. Ese día, el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, presentó el decreto ley con el que pretendía regular las VTC. Una de las medidas que incluiría, según había anunciado el Govern, era la necesidad de que las VTC funcionaran con una contratación previa. Es decir, que pasara un tiempo mínimo entre que se contrata un servicio y este se llevara a cabo. Los taxistas pedían, como mínimo, seis horas. Pero el decreto lo dejó en 15 minutos.
Esa fue la chispa que originó el incendio. El sector del taxi, muy molesto con la decisión, convocó una huelga indefinida y reclamó, de nuevo, que esos 15 minutos se convirtieran, como mínimo, en seis horas. Las VTC, por su parte, declararon que era excesivo y, además, innecesario porqueellos ya trabajan con una pre-contratación. Para poder obtener un servicio de un Uber o un Cabify, el usuario tiene que solicitarlo antes a través de una aplicación móvil. Pero desde que lo hace hasta que el vehículo llega a la zona de recogida, no obstante, no hay tanto tiempo. Si lo hubiera, dicen, se provocaría la "muerte" del sector. Lo que buscan, dicen desde Unauto VTC, es una cierta inmediatez. Inmediatez que, por otro lado, reclaman en exclusiva los taxistas.
Después de que los barceloneses convocaran la huelga, la convocaron las organizaciones de los taxistas de Madrid. La petición, en síntesis, es la misma: que se regule a las VTC. Y la pre-contratación es una forma, a su juicio, indispensable de hacerlo.
El portavoz de la Asociación Profesional Élite Taxi, Tito Alvarez, se dirige a sus compañeros durante la asamblea que los taxistas han celebrado en la plaza de cataluña de Barcelona. | EFE
Cuál es el estado de las negociaciones
Durante este martes se llevaron a cabo varias reuniones en Madrid y Barcelona en las que participó el Govern, la Comunidad de Madrid, los taxistas y los conductores de VTC.
En Barcelona, a última hora de la noche, el conseller Damià Calvet aseguró que el Ejecutivo catalán mantendría en su decreto la necesidad de contratación previa de 15 minutos, pero que avalaría que el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) ampliase ese requisito hasta una hora. La AMB parece dispuesta a aumentar dicho periodo de precontratación de las VTC. Los taxistas se reunirán este miércoles para votar sobre la propuesta. Por su parte, Unauto –la patronal de las VTC que agrupa a empresas como Uber o Cabify– difundió un comunicado en el que asegura que "las restricciones anunciadas suponen la desaparición en Cataluña del sector de las VTC".
En Madrid, el presidente de la Comunidad, Ángel Garrido, se reunió con los principales representantes de las VTC. Y cuando finalizó aseguró que no cederá ante los taxistas. "Esa reivindicación no la voy a aceptar", dijo, aludiendo a la demanda de un tiempo mínimo de pre-contratación. No obstante, el líder del Ejecutivo regional manifestó su disposición a legislar en aquello que le compete, como es "la captación" de clientes. Pero eso sí, aclaró que no lo hará para "eliminar un sector", sino para que "convivan armónicamente".
Pero el lunes por la tarde presentó un borrador de decreto ley como el de Barcelona a los taxistas, que lo rechazaron por considerarlo una broma. Y es que en el texto, el Gobierno dejó la patata caliente del establecimiento de los requisitos de contratación de los servicios de las VTC al Ayuntamiento que, precisamente, se reunió al mediodía de este martes con los taxistas. El Gobierno municipal propuso constituir una mesa de trabajo con el Gobierno regional y el sector del taxi para buscar una solución al conflicto. Así lo indicó el presidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid, Julio Sanz, tras la reunión mantenida en Cibeles con la delegada de Medio Ambiente y Movilidad del Consistorio, Inés Sabanés, que no sirvió para evitar que los taxistas mantengan el paro indefinido.
En Madrid comienza este miércoles la fería turística internacional Fitur ante la que, según aseguraron los taxistas, se concentrarán.
De quién es la responsabilidad de solucionar el conflicto
Con los gobiernos autonómicos y con los ayuntamientos. El sector del taxi ha estado en conversaciones con los dos organismos pero, ¿quién tiene potestad para resolver el conflicto? Lo cierto es que esa pregunta es, a la vez, parte del problema.
Para entenderlo hay que remontarse al mes de septiembre de 2018. Hasta ese momento, la competencia sobre la concesión de las licencias VTC era nacional; ahora, en cambio, es autonómica. Así lo decidió el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, que de esta forma se quitó de encima la batalla que enfrenta tan encarnecidamente a taxistas y VTC. Desde que se aprobó esta nueva norma, Uber y Cabify deben contar con una segunda licencia autonómica o municipal para seguir circulando por las ciudades. No obstante, se les dio un periodo de transición de cuatro años para que las comunidades autónomas pudieran legislar en materia de VTC y expedir licencias autonómicas o, en su caso, derivaran esa responsabilidad hacia los ayuntamientos.
Por este motivo, el Govern presentó la pasada semana un borrador de un decreto ley para regular las VTC, al igual que hizo este lunes el Gobierno de Garrido. Pero el problema es que ambos ejecutivos derivaron el problema a los ayuntamientos. En este sentido, el pasado domingo el conseller Calvet pidió a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que "deje de esconderse" detrás de la Generalitat, "que se moje" y que diga cuál es el tiempo mínimo que establecería para la pre-contratación.
No obstante, Garrido manifestó este martes tras su reunión con los VTC que el problema se originó después de que Ábalos decidiera ceder la competencia a las comunidades. Según criticó, el ministró "legisló mal" y quiso "lavarse las manos" respecto a lo que era de su competencia.
La guerra del taxi según el color político
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Concentración de taxistas en las inmediaciones del recinto ferial de Ifema, en Madrid. | EFE