Gobierno
Borrell hace parar una entrevista en una televisión alemana por las preguntas "sesgadas" sobre Cataluña
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, hizo parar una entrevista en la televisión alemana Deutsche Welle, indignado con un periodista al que acusó en varias ocasiones de hacer preguntas "sesgadas", ha informado Europa Press.
La entrevista, grabada en inglés en la sede del Ministerio y difundida el miércoles, fue detenida por el ministro al cabo de 10 minutos, después de varios momentos de tensión sobre el proceso independentista en Cataluña.
Volvió después de unos minutos de debatir con sus asesores, pero la tensión no acabó ahí y, de hecho, en los minutos finales, interrogado sobre Gibraltar, llegó a tildar al periodista de "ignorante" y de no saber de lo que habla. "Es usted realmente divertido", llegó a decir.
El programa de la DW se llama Zona de conflicto Zona de conflictoy se presenta como un programa de "entrevistas duras, más allá de la habitual cultura de la declaración". De hecho, al final, el periodista, Tim Sebastian, que se mantiene impasible e inquisitivo durante toda la grabación, le pregunta a Borrell si le ha "puesto en zona de conflicto".
En el vídeo difundido por DW, se ve cómo Borrell amenaza con parar la grabación ya al cabo de los primeros cuatro minutos, centrados en la prisión preventiva de los líderes independentistas y con el entrevistador presentando a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, una y otra vez, como "una abuela de 63 años en aislamiento 15 horas al día sin estar condenada".
El ministro intenta explicar que "la prisión preventiva no tiene nada que ver con la presunción de inocencia" y alega que, en Suecia, un 30% de los reclusos están en prisión preventiva, pero acaba perdiendo los nervios y advirtiendo al periodista de que lo que está haciendo es "una entrevista, no un interrogatorio" policial. El ministro también le reprocha en varias ocasiones que no le deje hablar.
"Por tercera vez le digo que en España el Poder Judicial es independiente, déjenles hacer su trabajo", afirma Borrell en el vídeo, afeando al periodista Tim Sebastian que insista en mencionar a quienes defienden que el juicio a los líderes del procés no será justo. "Yo podría mencionarle personas que dicen lo contrario", añadió.
El periodista recuerda también cómo los jueces alemanes dejaron libre al expresidente catalán Carles Puigdemont, por no encontrar indicios de violencia y alega que eso será un golpe a la causa en España. El ministro replica que no sabe "cúanto conocen" los jueces alemanes la situación en España, pero que la decisión sobre el procés está en manos de los jueces españoles.
Con todo, la pregunta que hace saltar a Borrell fue cuando el periodista quiso saber por qué no se reforma la Constitución española para reformar las disposiciones "que ilegalizan la independencia de las regiones españolas". El ministro responde, con calma, que eso podían haberlo hecho los independentistas catalanes, ir al Congreso a proponer una reforma constitucional como hicieron los nacionalistas vascos, pero "no lo han hecho".
El periodista quiere saber entonces por qué no lo ha hecho el Gobierno, que se dice interesado en reformar la Constitución. "¿Quién lo pide?", espeta Borrell, a lo que el entrevistador responde que lo pide un 70% de españoles, según el CIS. El ministro, en ese momento, pregunta varias veces "sobre qué" quiere una reforma constitucional ese 70% de españoles, y el periodista responde que quieren simplemente algún tipo de reforma.
"Está mintiendo continuamente"
Es en ese momento cuando Borrell pide que paren la grabación y acusa al periodista de estar "mintiendo continuamente". "No quiero seguir haciendo esto", dice. Según ha contado el propio programa de televisión, el ministro volvió a la entrevista después de hablar unos minutos con sus asesores.
Al final, tras otros 15 minutos de entrevista, Borrell se despide afirmando que, la próxima vez, apreciaría preguntas "menos sesgadas". "No estoy aquí para hacerle las preguntas que usted quiere", ministro, le replica el periodista.
El hecho es que, tras el parón y la posterior vuelta del ministro a la silla de entrevistado, el tono sigue siendo tenso. Borrell no responde a por qué el Gobierno no ha reformado la Ley de Seguridad Ciudadana pese a las preocupaciones del Consejo de Europa y opta por decir que esta institución está satisfecha en líneas generales con el funcionamiento de la Justicia en España.
Venta de armas de Arabia Saudí
Después, el periodista le echa en cara las cifras de víctimas causadas por la coalición que lidera Arabia Saudí en Yemen para preguntarle por qué el Gobierno español decidió cumplir el contrato de venta de bombas láser.
Borrell insiste en que el contrato había que cumplirlo pero que el Gobierno no ha vuelto a autorizar más ventas de armas, en que las bombas de precisión causan "menos daños colaterales" que las que no lo sean y que un comité (junta interministerial) vela porque las exportaciones de armas cumplan la ley.
Enfrentamiento sobre Gibraltar
Sin embargo, lo que vuelve a sacar al ministro de sus casillas son las preguntas sobre Gibraltar, donde Borrell dice al entrevistador que "o es un mentiroso o está mal informado". El motivo es que Sebastian insiste en que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habló en noviembre de plantear la cosoberanía sobre Gibraltar.
Borrell replica que el Gobierno español siempre ha dejado claro que no pondría sobre la mesa la soberanía "en el marco de las negociaciones del Brexit", y no lo ha hecho, pero que eso no implica que se olvide la cuestión.
Después, el entrevistador le pregunta por el incidente del pasado 18 de febrero, cuando Gibraltar protestó porque un buque español ordenó moverse a dos mercantes. El periodista habla de "aguas de Gibraltar" y el ministro repone que España considera que el Peñón no tiene aguas propias, porque no se cedieron a Reino Unido en el Tratado de Utrecht.
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Así, mientras el periodista pregunta una y otra vez por qué no se somete este asunto a un arbitraje internacional, insiste en que España actúa conforme al Derecho, para al final decir que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) "no es competente sobre estas cuestiones".