26M | 'Superdomingo' electoral
Iglesias rechaza dimitir, culpa a la "división" de la debacle de Podemos e insiste en entrar en el Gobierno
"Los resultados electorales son malos", entre otras cosas por la "división" de la izquierda, y ante eso "toca hacer autocrítica", pero ni se convoca por ahora un congreso extraordinario ni habrá dimisiones. Ese es el resumen de la breve comparecencia que realizó el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, para valorar los resultados de su formación en las elecciones municipales, autonómicas y europeas del pasado domingo, donde la izquierda a la izquierda del PSOE se despeñó y perdió buena parte de su poder territorial.
Iglesias compareció ante los medios en la mañana del lunes, después de que fuera el único líder nacional de los grandes partidos que no ofreció sus impresiones la misma noche electoral. Su rueda de prensa apenas duró diez minutos y en ella aceptó solo cinco preguntas bajo el argumento de que estaba convocado a una entrevista en La Sexta. Iglesias mencionó en varias ocasiones la palabra "autocrítica", pero no concretó ni uno solo de esos reproches hacia a su proyecto, más allá de denunciar la división que ha experimentado la izquierda en unos cuantos lugares, como Madrid.
"A la izquierda no nos funciona cuando nos dividimos y nos peleamos", lamentó el líder de Podemos, que se reafirmó en su decisión de apoyar a IU Madrid en Pie Municipalista en los últimos días de la campaña electoral. "Pedimos el voto para las dos candidaturas que formaban originalmente el proyecto de Ahora Madrid, fuimos enormemente responsables no presentando una candidatura al ayuntamiento", argumentó Iglesias, que recordó que "incluso sumando los votos de Más Madrid y Madrid en Pie hubiera sido insuficiente para que Madrid resistiera" en manos de la izquierda.
No obstante, el líder de Podemos rechazó la crítica que realizó Juan Carlos Monedero a su ex número dos, Íñigo Errejón, al que acusó el domingo de estar manejado por las "cloacas". "No estoy de acuerdo", zanjó.
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Y hasta ahí llegó la asunción de responsabilidades. A pesar del batacazo electoral, Iglesias rechazó haber pensado en una posible dimisión y, al ser preguntado por esa posibilidad, se limitó a señalar que su cargo está "a disposición de los inscritos". El dirigente aseguró que le "toca asumir la responsabilidad" de que sus apoyos "pueden ayudar a que España tenga un bloque progresista histórico", y por el momento lo único que anunció es que Podemos convocará un Consejo Ciudadano estatal -su máximo órgano entre congresos- en las "próximas semanas" para analizar el resultado del 26M.
El secretario general de Podemos no hizo muchas más concreciones sobre ningún territorio, más allá de congratularse por que los votos de Podemos vayan a ser imprescindibles para conformar gobiernos socialistas en comunidades como La Rioja, Asturias, Baleares o Canarias. Iglesias deseó que "ojalá" se concreten en esos territorios y en varias ciudades más gobiernos de coalición PSOE-Podemos, y al hilo de ese deseo el dirigente insistió en el mismo mensaje que lleva promoviendo desde hace un mes: el de que el partido morado debe estar en el Gobierno de Pedro Sánchez.
"Somos conscientes de las fuerzas que tenemos" y con esas fuerzas "tenemos que tratar de ayudar a construir un Gobierno de coalición" en el que "podamos estar en la proporción modesta", planteó Iglesias, que no negó que alcanzar pactos en las comunidades autónomas pueda condicionar el acuerdo estatal y viceversa. "Es importante construir un bloque de gobernabilidad en todos los niveles, a nadie se le escapa que lo que nos jugamos es el futuro de España, y un bloque de gobernabilidad progresista de diferentes niveles es algo imprescindible", apuntó. Y advirtió que Podemos no va a pedir "nada" que no le "corresponda".