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Sesión de control

Sánchez fía la salida de la pandemia a la inmunidad de grupo y Casado le acusa de ignorar a los muertos de la desescalada

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la sesión de control.

Fernando Varela

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reafirmó este miércoles en el Congreso que el Ejecutivo fía toda su estrategia contra la pandemia a la vacunación, que en junio hará posible tener ya 10 millones de españoles con la pauta completa y que en en tres meses, insistió, hará posible haber alcanzado la inmunidad de grupo y con él el inicio de la recuperación económica.

Lo dijo en en la primera sesión de control en el Congreso después de las elecciones madrileñas y del final del estado de alarma tenía todos los ingredientes para que Pablo Casado y Pedro Sánchez, y con ellos PP y PSOE, escenificasen la lectura que unos y otros han hecho de la victoria de Ayuso y de la evolución de la pandemia.

Casado acusó a Sánchez de desentenderse de la pandemia, de resignarse a no hacer nada y dejar morir a 20.000 personas hasta alcanzar la inmunidad de rebaño. Algo que, según él, se evitaría con la reforma legal que el PP promueve para que comunidades y ayuntamientos puedan decidir sin control judicial ni del Congreso la suspensión del “derecho a la libre circulación y deambulación por las vías públicas, así como “el derecho de reunión”.

En un duelo verbal menos tenso de lo previsto, Sánchez ironizó con que a Casado se le estaba poniendo “cara de Albert Rivera”, en referencia al exlíder de Ciudadanos que en 2019 dio por hecho que alcanzaría la victoria en las elecciones y acabó sufriendo do una derrota histórica. A lo que Casado replicó diciéndole a Sánchez que se le estaba poniendo cara “de Zapatero” en la crisis de 2008 que acabó en derrota socialista en las elecciones de 2011.

Casado acusó al presidente de meter la cabeza en el suelo “como una avestruz”, por rechazar la reforma legal que propone el PP, algo que según él va a costar vidas. Deje de “llevar la contraria a ministros, barones, socios de gobierno, jueces y sanitarios”, dando por supuesto que hay unanimidad con su propuesta, y acepte estudiarla para que las comunidades puedan seguir restringiendo derechos fundamentales y frenar los contagios una vez ha decaído el estado de alarma.

“El estado de alarma es el pasado, hay que mirar al futuro y el futuro es la inmunidad de grupo. Quedan 98 días, y una recuperación económica que empezamos ya a ver en los datos económicos”, le responidió Sánchez. Su gobierno , remarcó, seguirá trabajando en los 32 meses que quedan hasta las próximas elecciones generales porque lo que necesitan los ciudadanos es “estabilidad”, y no más elecciones.

Ni 70% ni 90%: "Se acabó hablar de inmunidad de grupo"

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La economía española, subrayó el presidente, está “a punto de relanzarse”, como muestran indicadores como los que miden el consumo privado y el eléctrico, las afiliaciones a la Seguridad Social y la desactivación de ERTE.  El Ejecutivo está centrado en garantizar esa recuperación y en la vacunación para lograr la inmunidad de grupo dentro de “98 días”.

En la misma sesión, reiteró su acusación a Vox de haber cruzado “muchas líneas rojas” de las establecidas en la Constitución y el líder ultra, Santiago Abascal, reafirmó que su partido seguirá su camino “sin miedo a nada ni a nadie” y el Gobierno “no podrá hacer nada lícito para impedirlo”.

“Con la ultraderecha el mundo es al revés. Dicen ser defensores de la Constitución pero sostienen que la dictadura franquista fue mejor que democracia actual“, recordó Sánchez.

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