Feijóo se estrena en Bruselas defendiendo bajar impuestos contra el criterio de la UE por la inflación

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, trasladó este jueves su propuesta de rebajar impuestos para luchar contra la inflación al seno de las instituciones comunitarias. Lo hizo pidiendo a sus compañeros del Partido Popular Europeo (PPE), durante su primera reunión en Bruselas, que pidan a la Comisión autorización para que España pueda suspender “de forma excepcional y temporal” el impuesto de hidrocarburos y reducir así el precio del litro de la gasolina y del diésel de los dos euros actuales a uno y medio. De la rebaja de los carburantes dependen las economías domésticas y buena parte del transporte de mercancías, cuyo efecto sobre el alza de la inflación está siendo clave.

Feijóo asegura que venía estudiando la idea desde hace semanas pero que se había decidido a trasladarla después de ver que la acaba de plantear el presidente de EEUU, Joe Biden. El líder del PP puso la propuesta encima de la mesa en presencia de varios primeros ministros europeos que forman parte del PPE y delante de la presidenta de la Comisión, la alemana Ursula von der Leyen.

Se da la circunstancia de que su comisario de Economía, Paolo Gentiloni, y a través de él el conjunto del gobierno europeo, está en contra de la rebaja de impuestos como política para luchar contra la inflación porque considera que en la práctica sólo beneficia a las empresas que suministran el producto, en este caso la gasolina y el diésel, y que acabarán convirtiendo en precio lo que los consumidores debían dejar de pagar. Igual que está sucediendo con los 20 céntimos de subvención aprobados por el Gobierno el pasado mes de abril.

Advertido por un periodista acerca de esta posición, Feijóo mantuvo su propuesta diciendo, textualmente, que “tenemos un conflicto en Europa bélico y económico. Si no atendemos al conflicto económico, finalizado el conflicto bélico nos vamos a enfrentar a un conflicto económico generalizado en los países que tenemos una deuda pública desbocada y un déficit público desbocado y que no hemos sido capaces de controlar la inflación”. 

“Si podemos bajar medio euro el precio de la gasolina, combinando el impuesto de hidrocarburos con los céntimos que ha bajado el Gobierno, estaremos bajando a euro y medio el precio". O bajamos la inflación”, remarcó, “o no vamos a poder mantener una política económica sustentada en los ingresos corrientes de nuestro país y vamos a una deuda endémica y desbocada como la que tenemos”. “Tenemos un exceso de recaudación como consecuencia de la inflación que no destinamos a bajar la deuda”, añadió sin precisar a qué está dedicando según él el Gobierno ese dinero. “Al menos destinémoslo a contener la inflación”.

“Necesitamos tener libertad para, de forma excepcional y temporal, ajustar a la baja el impuesto de hidrocarburos hasta que la inflación baje a términos razonables”, defendió. “No podemos seguir a más de dos euros el litro porque eso provoca inflación en un país en el que el transporte por carretera es el mayoritario de las mercancías”.

A la hora de redactar esta información no había trascendido la receptividad del resto del PPE y especialmente la de Von der Leyen a la propuesta de Feijóo.

La inflación, dijo, debe ser declarada el “enemigo público número uno de la Unión Europea” porque está provocando “tensiones económicas y sociales que se pueden incrementar en el otoño”. 

Feijóo también pidió que, a cambio de que el Banco Central Europeo contenga los tipos de interés para no ahogar la deuda española, España tenga que cumplir “deberes” invirtiendo los fondos europeos con más transparencia y mayor rapidez. 

La recesión que viene

El viaje de Feijóo a Bruselas ha estado precedido por unas declaraciones en las que el expresidente José María Aznar aseguró que viene de camino una “larga recesión” y pidió a la población que se prepare para ella. En una entrevista emitida por Antena 3, Aznar aseguró que lleva tiempo aconsejándoselo a “amigos empresarios” e instó también a las familias “a prepararse". "Lo que tengamos lo tenemos que administrar sabiendo que tendremos un escenario complicado”, advirtió.

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La recesión económica será “dura y larga”, con momentos de alta inflación en los que España va a tener “serios” problemas para afrontar el déficit, la deuda o el pago de pensiones porque “no ha hecho los deberes”, pronosticó. El Gobierno que nazca de las elecciones de 2023, y que él espera que sea del PP, tendrá “una tarea muy complicada” y deberá implementar “grandes acuerdos para diez o quince años”.

Según Aznar, garantizar por ley que los pensionistas vayan a ver revalorizadas sus percepciones en función de la inflación, como aprobó el actual Gobierno, supone “condenar a España a un escenario catastrófico”. “Es inviable”, remató, no sin antes reivindicar el modelo puesto en marcha por Mariano Rajoy, que reducía la jubilación ajustándola en función de factores tales como el volumen las arcas del Estado, la evolución de la demografía, los años cotizados, la edad de jubilación y lo que se había cotizado.

El ministro de Inclusión y Seguridad Social respondió a Aznar en la misma mañana de este jueves: "Por supuesto que las pensiones van a mantener todo el poder adquisitivo", ha dicho José Luis Escrivá en el cierre de un encuentro sobre pensiones organizado por el diario Expansión. "¿Pero qué debate es este cuando la Seguridad Social está yendo al equilibrio presupuestario? ¿Qué es lo que hay detrás de todo esto? ¿Por qué esto es tan raro? ¿Por qué tenemos este debate artificial creado en España y nos bombardean otra vez con esto? Es una irresponsabilidad crear incertidumbre a 10 millones de pensionistas", ha añadido Escrivá después de exponer una dura crítica a la reforma de las pensiones ejecutada por el Gobierno del PP de Rajoy.