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El debate más bronco: Sánchez carga contra los pactos con Vox y Feijóo utiliza el asesinato de Miguel Ángel Blanco

Sánchez y Feijóo

110 minutos de máxima tensión. Cara a cara. Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se enfrentaron en el único debate entre los dos este lunes por la noche. Muy duro y agrio. Con un presidente del Gobierno centrando su mensaje en que PP es lo mismo que Vox y ha claudicado ante el machismo, mientras que el líder popular desplegó sus críticas a base de ETA, la ley del sí es sí y la lista más votada.

Un debate, organizado por Atresmedia y presentado por Ana Pastor y Vicente Vallés, que desde el primer minuto estuvo dominado por un afilado enfrentamiento entre los dos políticos, que se interrumpieron constantemente (“déjeme hablar”, se repitieron) en un tono bronco y áspero. El único cara a cara entre Sánchez y Feijóo porque el presidente del PP ha rechazado el resto de formatos ofrecidos por los medios de comunicación.

Dos candidatos, dos modelos diferentes, dos discursos totalmente contrarios. Pero con el mismo objetivo: La Moncloa. En un cara a cara donde no sólo las palabras contaron, sino que las miradas y movimientos dejaron claro que existe una distancia abismal entre los dos. Apenas coincidieron en llevar traje azul pero sus corbatas (azul de Feijóo y granate de Sánchez) evidenciaron dos estilos de hacer política.

Feijóo sacó su lado más agresivo y quiso ahondar en el relato del sanchismo asociando al presidente del Gobierno con la mentira (“usted no es creíble ni fiable”) y puso el principal énfasis en que Sánchez “pasará a la historia por ser el presidente que firmó en el BOE la ley del sí es sí”: “Esos machistas que violaron a esas mujeres están en la calle por usted”. También quiso atacar al dirigente del PSOE con ETA y BIldu, utilizando el asesinato de Miguel Ángel Blanco.

“Estamos hartos de la arrogancia con la que trata al principal partido de la oposición y de lo tranquilo y cariñoso que es Bildu y ERC. Se lo ha dicho Otegi, ¿se cree que los españoles son bobos?”, indicó Feijóo, que aseveró: “Nunca jamás voy a gobernar ni pactar con el brazo político de quienes planificaron el asesinato de Miguel Ángel Blanco". Para afirmar también: "Lo de Miguel Ángel Blanco, lo de Sortu-Bildu y lo de ETA le acompañará en su biografía política".

Sánchez, contra los "impúdicos" pactos de PP y Vox

Sánchez puso sobre la mesa, ante las críticas del popular, los pactos con Vox y dijo que no se pueden comparar con el “error” legislativo, lanzando contra el líder popular las figuras de Vox apoyadas en instituciones por los populares que son antivacunas, franquistas “de manual”, negacionistas y machistas. Por ello, le afeó el “intercambio impúdico y obsceno de derechos de millones de mujeres y hombres por votos”. Le advirtió de que la sociedad española no va a permitir que les metan en el “túnel del tiempo tenebroso”.

El presidente del Gobierno le reprochó a Feijóo que no pare los gritos de “que te vote Txapote”, que han repetido numerosos dirigentes populares. Y le recordó las palabras de Consuelo Ordóñez, hermana de Gregorio Ordóñez, quien calificó de “repugnante” y “doloroso” el lema. El presidente del PP no lo condenó como le pidió el socialista.

Feijóo no responde sobre su sobresueldo

El presidente del Gobierno exigió asimismo “transparencia” a Feijóo y le pidió que cuantificara cuánto gana de sobresueldo del Partido Popular, pero el líder conservador no respondió (sigue negándose a entregar esos datos al Senado). Lo que sí intentó el expresidente de la Xunta fue a que Sánchez se comprometiera a apoyar la lista más votada (sacando hasta un contrato). El socialista, que ya ha rechazado esa idea durante la campaña, le achacó el “festival del humor” y le señaló que se lo dijera a Guillermo Fernández Vara, ya que el PP pactó con Vox en Extremadura para desplazar al socialista.

El líder de los populares volvió al argumento del Falcon y le lanzó a Sánchez que lo había utilizado para ir a bodas mítines y conciertos. En cambio, el jefe del Ejecutivo le respondió que es político "limpio" y que puede explicar todos sus viajes por tierra, mar y aire. Mentir, subrayó Sánchez, es decir a los españoles que ETA fue la autora del atentado del 11M.

Un debate que arrancó en el estudio 14 de Atresmedia con el bloque económico, donde Feijóo quiso dibujar a un Sánchez que deja un "pufo" y que endeuda al país. A lo que el presidente respondió si él no hubiera comprado vacunas o mascarillas, defendiendo las políticas sociales durante estos años y recordando las cifras récord de empleo.

Un cara a cara que fue fiel reflejo de la polarización política, en el que las nuevas propuestas apenas tuvieron espacio. Pedro Sánchez, durante su minuto de oro, alertó de las derogaciones del PP y Vox de leyes como la de eutanasia o la reforma laboral, por eso llamó a votar por la "esperanza". En cambio, Feijóo, en su intervención final, se presentó como un político "útil" y alentó a ir a las urnas de manera masiva.

La campaña más mediática

Los dos líderes llegaron al plató a poco más de diez días de las elecciones con las encuestas situando en primer lugar al Partido Popular, pero con la necesidad de tener que pactar con Vox y con una mayoría absoluta de derecha y ultraderecha cada día más lejos. En cambio, el PSOE habla de una remontada con unos sondeos adversos pero que reducen la brecha entre bloques y que reflejan que hay partido.

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Los dos prepararon a conciencia esta cita durante este fin de semana, rodeados de sus colaboradores más cercanos. Ya se habían entrenado durante todo el año con sus cara a cara en el Senado, donde el presidente siempre se sintió más cómodo mientras que Núñez Feijóo cayó en errores y expresiones que jugaron en su contra (como la “gente de bien”).

Es una campaña totalmente diferente a las vivida en España en los últimos tiempos, marcada precisamente por su fuerte carácter mediático. En La Moncloa quieren llegar al público masivo y a millones de personas a través de distintas intervenciones, dando especial importancia a los medios hostiles (como las entrevistas con Ana Rosa Quintana, Pablo Motos y Carlos Alsina). En cambio, Feijóo quiere llevar ese rechazo al “sanchismo” a su máximo nivel hasta el 23 de julio como máxima arma para ganar en las urnas.

Pero este debate llegó también marcado especialmente por los pactos entre el Partido Popular y Vox, en un lunes en el que la presidenta de las Cortes Valencianas, Llanos Massó, de la ultraderecha con el apoyo del Partido Popular, se negó a colocarse detrás de la pancarta contra la violencia machista por el asesinato de una mujer a manos de su pareja en Antella delante de su hijo. Y una jornada en la que el nuevo Govern de Balears, del PP con apoyo externo de Santiago Abascal, presentó una estructura que elimina las consellerías de Igualdad y de Medio Ambiente.

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