Festival de San Sebastián
La competición en San Sebastián termina con 'Truman' como favorita
Dos dramas infantiles, el español Un dia perfecte per volar y el canadiense Les démons, que no deberían ser relevantes para el palmarés que conoceremos este sábado, han puesto el punto final a la competición en el 63 Festival Internacional de Cine de San Sebastián, en el que no han abundado las películas notables. Una excepción es Truman, la coproducción hispano-argentina de Cesc Gay protagonizada por Ricardo Darín y Javier Cámara. Por otro lado, la británica Emily Watson ha recibido el único Premio Donostia de este año.
"Esta película es un acto de amor de un padre a su hijo, y no deja de ser un testamento que quedará fijado en el espacio y el tiempo", dijo el director catalán Marc Recha sobre Un dia perfecte per volar, la última de las propuestas españolas para la Concha de Oro, que tiene a su hijo Roc como protagonista, junto al ya veterano Sergi Lopez.
Película bonita pero menor, el filme dirigido por Recha es un cuento amable, uno de los que le cuenta el padre al hijo en los atascos que se forman al ir al colegio y con los que entretiene al niño.
El escenario: la naturaleza, la tierra, las rocas, el mar, el viento y una cometa, la fantasía y los sueños, la inocencia y el amor paternal. Todos estos ingredientes conforman esta cinta que dura 80 minutos y que bastantes espectadores abandonaron antes de su finalización por su extrema simplicidad.
Hay opiniones de todo tipo, pero si uno va a ver a Recha ya sabe que está ante cine de autor, que te puede llegar o dejarte indiferente. Hay quien se aventura a decir que es una cinta bellísima que merece llevarse el mayor galardón de este festival.
"El milagro fue ver cómo Roc mantiene la inocencia delante de la cámara, ver cómo es capaz de maravillarse y ponerse a volar, aunque ya se supiera el cuento", comentó Sergi López en la posterior rueda de prensa. El director y padre orgulloso, por su parte, apuntó que es fascinante cómo su hijo no perdió la inocencia ante la cámara y no se cansó de jugar. Admite que tiene un gran potencial como actor en casa, una "joya".
La segunda y última cinta del día, y de este festival en su sección competitiva, fue la canadiense Les démons, dirigida por Philippe Lesage e interpretada por la conocida actriz canadiense Pascale Bussières, que ha trabajado en títulos tan conocidos como Cuando cae la noche o Pequeñas heridas. Apenas se anunció la participación de la actriz en este festival.
Les démons es la historia de Felix, un niño algo retraído de diez años de edad que empieza a ser consciente de algunas cosas que pasan a su alrededor. La relación de sus padres no es la ideal, y además su progenitor se ve con la madre de su amigo. Felix es un niño miedoso y en su entorno se están sucediendo acontecimientos algo oscuros y terroríficos, varios secuestros y asesinatos de muchachos de su edad sin resolver, que harán desatar la imaginación del crio.
La cinta no ha terminado de satisfacer completamente a los espectadores. Le falta garra, aunque consigue mantener el interés. El chiquillo se verá también confundido en lo que a su sexualidad se refiere y el final es uno de esos finales abiertos que puede que insinúen un camino feliz o todo lo contrario.
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Llegados a este punto, en la disputa por la Concha de Oro, la opción más aplaudida sería la coproducción hispano-argentina Truman, el drama sobre la vida, la muerte y el cariño que ha dirigido el siempre interesante Cesc Gay. Sus dos protagonistas principales, Ricardo Darín y Javier Cámara, merecerían igualmente el premio de interpretación, que en su apartado femenino podría muy bien ser para las estadounidenses Julianne Moore y Ellen Page, protagonistas del melodrama lésbico Freeheld. Aparte de Truman, algunos se decantan por la más "moderna" comedia británica High Rise, una de las pocas cintas con protagonistas reconocibles de la pobre selección de 2015.
El único premio Donostia de esta 63 edición lo recibió este viernes la actriz británica Emily Watson, recordada sobre todo por su primera película importante, Rompiendo las olas, de Lars von Trier. Está claro que las comparaciones son odiosas, pero para muchos este galardón a toda una carrera le viene ligeramente grande.
La propia Watson, que acaba de estrenar un papel secundario en Everest, apuntaba en su rueda de prensa: "Hay mucho de mí que aún no se ha descubierto. No tengo realmente un plan para mi carrera. Es una vida como de gitano, te dejas llevar donde te lleve el viento. A mi edad, con hijos y familia, es un desafío. Siempre he intentado interpretar papeles que tienen cierta integridad. Unas veces tienes éxito y otras no".