Empleo exige a Bankia controles horarios mientras la patronal lucha por extender la jornada vespertina a todo el sector

La patronal de las antiguas cajas de ahorro acaba de conceder a los sindicatos un mes más para seguir negociando el convenio colectivo del sector, que caducaba este viernes. Hasta el 31 de diciembre intentarán acercar posturas, pese a que la distancia es considerable. La Asociación de Cajas de Ahorros para Relaciones Laborales (ACARL) pide un recorte de sueldos de hasta el 30% y la creación de una doble escala salarial –menores retribuciones para los nuevos contratados–. Pero el asunto que más está calentando los ánimos es la implantación de la jornada de trabajo vespertina. Los sindicatos aseguran que es Bankia la entidad que lidera el pulso por imponer el trabajo por las tardes. O más bien por legalizar una práctica casi generalizada incluyéndola en el convenio colectivo del sector.

Porque la jornada partida, y las horas extraordinarias ilegales, son una realidad antigua pero nunca reconocida por las entidades financieras. De hecho, la Inspección de Trabajo acaba de abrir un procedimiento sancionador contra BankiaBankia por carecer del registro de jornada diario de cada trabajador a que están obligadas todas las empresas por ley para computar las horas extra.

La medida es el resultado de una denuncia presentada por el sindicato UGT en Cataluña. La Inspección se personó en 14 sucursales de la entidad situadas en la provincia de Barcelona. Bankia aseguró a los inspectores que no lleva a cabo un registro de las horas de trabajo y se limitó a aportar un documento con la primera y última operación que cada empleado hace en su ordenador. Sin embargo, a continuación precisó que esas horas son “orientativas” y “no fiables al 100%”, puesto que también corresponden a operaciones automáticas realizadas por el propio sistema informático o a otras que se registran “en diferido, de madrugada incluso”, según consta en el informe elaborado por la Inspección.

Como en sus visitas a las sucursales los inspectores encontraron a empleados trabajando por las tardes, la Inspección ha emitido también un “requerimiento de cumplimiento inmediato y permanente” a Bankia para que implante un control y registro de las horas de trabajo “adecuado y efectivo”. Según el artículo 35.5 del Estatuto de los Trabajadores, éste debe ser diario, a fin de pagar luego a los empleados las horas extraordinarias realizadas. También requiere al banco nacionalizado que se las abone o les sean compensadas por tiempos equivalentes de descanso. Y le exige que, igualmente de forma inmediata, se encargue de garantizar que las horas extraordinarias se hacen de forma voluntaria.

“Bankia dice siempre que no controla nuestros horarios, pero no es cierto”, explica la responsable del sector financiero de UGT en Cataluña, Lidia Herrero, “si no, ¿cómo nos sanciona o despide por falta de puntualidad?”. Bankia ha sido la primera entidad en que ha actuado la Inspección de Trabajo catalana, pero no será la última. UGT también ha denunciado por idéntico motivo a Banco Santander, Banco Popular, Deutsche Bankia, BBVA y Banco Sabadell.

Procedimiento contra el Santander

Tampoco es UGT el único sindicato que ha acudido a la Inspección para denunciar el abuso de jornada en el sector. CGT hizo lo propio con las oficinas que Banco Santander posee en los centros comerciales, unas 100 en toda España. Tienen horarios de 10 a 22 horas y son atendidas sólo por tres personas. Como consecuencia de la visita a dos de ellas situadas en Barcelona, la Inspección le reclamó al banco las cuotas a la Seguridad Social que no pagó por las horas extra de cuatro años, un total de 6.500. La ley prohíbe hacer más de 80 horas extraordinarias al año. La entidad que preside Ana Patricia Botín se ahorró 82.408 euros por el trabajo fuera de jornada de cinco empleados que no pagó. También defraudó a la Seguridad Social otros 23.321 euros por las cotizaciones que no abonó.

Según los cálculos de UGT, la plantilla de Banco Santander hace 30.000 horas extra diarias que ni se le pagan, ni cotizan a la Seguridad Social –un 28,3%–, ni tributan por el IRPF –un 4,7%–. Según CCOO, los empleados de la banca española suman 57 millones de horas extraordinarias ilegales que ahorran a las entidades 8.600 millones de euros y escatiman a la Seguridad Social 2.300 millones más.

Lidia Herrero alaba la “seriedad” con que la Inspección de Trabajo está vigilando los abusos horarios en la banca y asegura que también Caixabank ha sido multada por este motivo.

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El caso es que en Bankia ya trabajan por las tardes cerca de 4.000 trabajadores, de una plantilla de 13.400 personas. Los últimos en incorporarse a la jornada partida han sido los 2.500 gestores de banca personal, pymes y empresas, y asesores de las oficinas Plus+. Ya lo tenían antes los empleados de las oficinas ágiles –abren hasta las seis de la tarde–, los centros de liquidación y recuperación, multicanalidad –banca online– y los servicios centrales.

La batalla por los horarios en Bankia también se libra en la Audiencia Nacional. Los sindicatos plantearon un conflicto colectivo que este tribunal resolvió en julio con un acuerdo donde se permite a los gestores de cartera optar por el horario partido u otro “flexible”. Sin embargo, Bankia y los representantes sindicales han chocado en la interpretación del acuerdo. Así que están a la espera de que la Audiencia Nacional les cite de nuevo para obtener un dictamen definitivo.

Mientras la Inspección la apremia y la Audiencia Nacional delibera, Bankia lucha en la mesa de negociación del convenio por extender el trabajo vespertino a todo el sector, legalizando así las miles de horas extraordinarias que ahora ni se pagan ni cotizan. “No tiene sentido que los trabajadores estén doblando sus jornadas después de los 70.000 despidos 70.000 despidosque ha sufrido el sector financiero en España”, protesta Lidia Herrero.