Presupuestos Generales Estado
¿Qué es el techo de gasto y por qué es importante para las comunidades autónomas?
El Gobierno comienza a preparar el camino hacia los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018. El Ejecutivo de Mariano Rajoy ha convocado para este jueves el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), el órgano de coordinación del Estado con las comunidades autónomas –dirigido por los ministros de Presidencia y Hacienda, Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro, respectivamente, y en el que participan los consejeros de Hacienda de cada uno de los territorios–, una reunión en la que se fijarán los objetivos de déficit y deuda en el trienio 2018-2020 para los 17 territorios.
La nueva senda de estabilidad presupuestaria y deuda de las comunidades y ayuntamientos es requisito previo para el establecimiento del conocido como techo de gasto,prólogo a su vez de las futuras cuentas públicas. Según los tiempos que maneja el Ejecutivo, se aprobará el próximo 3 de julio en Consejo de Ministros extraordinario y se someterá a votación en sesión plenaria en el Congreso de los Diputados y el Senado en un par de semanas. Con todo esto cerrado, el Ejecutivo podrá comenzar a elaborar las cuentas públicas para el año que viene, que deberán presentarse en la Cámara baja antes del 30 de septiembre.
La importancia del techo de gasto
El techo es el límite de gasto no financiero en el que pueden incurrir las Administraciones sin poner en riesgo la estabilidad de las cuentas públicas. Fijado anualmente por el Gobierno, es un mecanismo por el que se establecen unos máximos de desembolso al Estado, comunidades autónomas y corporaciones locales que no pueden rebasarse. "Se calcula en función de las expectativas de ingresos. Así, se hace un horizonte de crecimiento económico, se estima la recaudación y, en función de eso y del déficit que se desea, se fija un tope de gasto", explica Juan Gimeno, catedrático de Hacienda Pública de la UNED.
Es, además, el paso previo a la elaboración de los Presupuestos Generales. Teniendo en cuenta la aritmética parlamentaria y que las cuentas públicas y el límite de desembolso de las Administraciones se aprueban por separado, podría darse el caso de que el Parlamento dé el visto bueno al tope de gasto no financiero pero no respalde los Presupuestos Generales del Estado. En ese hipotético escenario, expertos en Hacienda Pública consultados por infoLibre interpretan que se prorrogarían las cuentas del año anterior manteniendo el gasto máximo que fijó entonces el Ejecutivo.
Clave para las comunidades
De igual manera que a nivel estatal, el techo de gasto es imprescindible para comunidades autónomas, ayuntamientos, diputaciones o cabildos. En primer lugar porque es el paso previo para que puedan elaborar sus propias cuentas. Consideran fundamental, en este aspecto, trabajar con un marco presupuestario estable con el que poder estudiar, por ejemplo, próximos aumentos salariales de los funcionarios, duración de las jornadas laborales de los trabajadores públicos o el número de plazas que se convocarán en las oposiciones. Un techo de gasto expansivo, por lo tanto, anticipa unos presupuestos expansivos.
Pero también es fundamental en el caso de las transferencias derivadas del sistema de financiación autonómico. Hacienda entrega cada año a las comunidades anticipos a cuenta de la cifra final que recibirán, una transferencia necesaria para hacer frente a los gastos en educación o sanidad, por ejemplo. Sin embargo, mientras no estén aprobados los Presupuestos Generales, el anticipo a cuenta se calculan de acuerdo con las cifras del año anterior, tal y como ha ocurrido con los de 2017. Ello genera desesquilibrios en las cuentas autonómicas.
Los movimientos políticos
El techo de gasto ha sido uno de los temas de la semana y estuvo presente tanto en la reunión de los líderes de PSOE y Podemos, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, como en la comida entre el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y el líder del Ejecutivo, Mariano Rajoy. En el primer encuentro, el secretario general de la formación morada propuso al socialista que los dos partidos avancen en un límite de gasto alternativo al del Gobierno, que calificó como la vía utilizada por los conservadores para "normalizar los recortes". En este sentido, el líder de Podemos aseguró que Sánchez "lo estudiará", informando de la decisión tomada "cuando toque".
En Moncloa, por otra parte, Rivera confirmó a Rajoy que Ciudadanos estaba dispuesto a negociar la senda del déficit y el techo de gasto. Sin embargo, el respaldo al tope de desembolso que propondrá el Ejecutivo no será gratis y sólo recibirá luz verde de su grupo si el Gobierno baja el IRPF en 2018. "Si Rajoy y Montoro quieren que C's apoye la senda de déficit tendrán que aceptar una bajada de impuestos", señaló Rivera. De hecho, la formación redobló este miércoles la presión tras la reunión de su equipo económico con el titular de Hacienda y su gabinete y anunció que no volverá a sentarse en la mesa si no se aceptan sus condiciones.
En los años que el PP lleva en el Gobierno le ha tocado fijar cinco techos: 126.792 millones de euros para los presupuestos de 2013, 133.259 millones en 2014, 129.060 millones en 2015, 123.394 millones para 2016 y 118.337 millones en las cuentas de 2017. Por el momento se desconoce el límite de desembolso no financiero que baraja la cartera capitaneada por Montoro para el próximo ejercicio. Sin embargo, el ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró este martes que "hay más posibilidad y margen de maniobra" para negociar porque será "menos restrictivo" que en el pasado.
¿Enfrentamiento con los barones socialistas?
Tampoco se sabe todavía si los socialistas van a respaldar la cifra que ponga sobre la mesa el Gobierno de Rajoy. En este sentido, el secretario de Política Económica y Empleo del PSOE, Manuel Escudero, afirmó antes de la reunión entre Iglesias y Sánchez, durante una entrevista en Las mañanas de RNE, que escucharán al Gobierno y sobre esa base construirán "una posición clara y autónoma". Y dejó bien claro: "Nadie nos va a presionar sobre la posición que tenemos que tomar. Decidimos autónomamente".
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A pesar de estas afirmaciones, la presión comenzó a llegar desde las filas del PP cuando su coordinador general, Fernando Martínez-Maíllo, advirtió a Sánchez de que si su partido vota en contra tendrá que explicar a sus barones territoriales por qué no respalda lo que es "positivo" para los territorios que controlan. Declaraciones que atajó el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, que apuntó que el partido "escuchará a los presidentes autonómicos" pero "la decisión la toma la Comisión Ejecutiva Federal" porque, añadió, "no somos una confederación de partidos".
Fuentes de dos gobiernos autonómicos cuyos presidentes estuvieron enfrentados a Sánchez en las primarias afirman que si el partido decide votar en contra "no habrá ningún problema" y respetarán la decisión de su secretario general. En este sentido, recuerdan que el Ejecutivo puede buscar perfectamente las misma mayoría que logró para aprobar los Presupuestos Generales de 2017 –Ciudadanos, PNV, Foro, UPN, CC y Nueva Canarias– y que le permitió superar entre otras "la enmienda a la totalidad que puso sobre la mesa la gestora socialista".
Eso sí, esperan que si el Gobierno de Rajoy les terminan "dando aire financiero", algo que consideran "muy improbable", Ferraz respete esa mejora para las comunidades. En este sentido, piensan en la reforma del sistema de financiación autonómica que tanto tiempo llevan pidiendo y en un mayor margen a la hora de cumplir con el equilibrio presupuestario. Los objetivos comprometidos con Bruselas para el próximo año fijan un déficit público del 0,3% para las comunidades autónomas, frente al equilibrio que alcanzarán de nuevo las corporaciones locales. Para 2019, los 17 territorios tendrán que estar en el 0%.