MERCADO LABORAL
Los trabajadores despedidos por ERE crecen un 12% hasta octubre, a falta del impacto de la dana en el empleo
Los trabajadores que han perdido su empleo por culpa de un despido colectivo, los antiguos ERE (Expedientes de Regulación de Empleo), han aumentado un 12% entre enero y octubre de este año respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Según la última estadística publicada por el Ministerio de Trabajo, un total de 32.732 personas han sido despedidas utilizando una de estas fórmulas de regulación de empleo.
La cifra confirma una tendencia al alza que ya se reflejó en las estadísticas de 2023, cuando los trabajadores despedidos en un ERE crecieron un 34% en comparación con 2022. Este año aún faltan los datos de los dos últimos meses, noviembre y diciembre, que previsiblemente empeorarán los registros, pues las empresas suelen utilizar el final del ejercicio ara ejecutar sus recortes de plantilla. También hay que contar con los ERE que de forma inevitable van a presentar las empresas en la Comunidad Valenciana por la dana. Según el Ministerio de Trabajo, a fecha de 26 de diciembre, 2.848 empresas valencianas habían solicitado ya acogerse a un ERTE –suspensión de contratos o reducción de jornada– de fuerza mayor para proteger a 31.668 trabajadores.
Otras, en cambio, estarán abocadas al cierre. Desde el covid, tanto los ERE como los ERTE de fuerza mayor no han dejado de reducir su número. Entre enero y octubre, los despidos por esa causa han sido sólo 325, aun así un 48% más que en los mismos 10 meses de 2023.
La mayoría de las empresas aduce motivos económicos cuando ejecuta despidos colectivos. Entre enero y octubre de este año, el 48% de los trabajadores afectados por un ERE de este tipo han sido despedidos por esa causa. En concreto, porque sus empleadores tenían pérdidas. En total, 15.771 personas perdieron su trabajo en empresas que estaban en números rojos, un 4,36% más que en el mismo periodo de 2023. Las empresas que alegan causas organizativas son menos, pero los trabajadores despedidos por esa razón casi se han duplicado este año, hasta alcanzar los 8.334. Por causas productivas, las personas despedidas han bajado casi un 16%.
Despidos en navidad
En el caso del ERE de MasOrange, sin embargo, el detonante fue la fusión que ha creado esa marca, Orange y MásMóvil. El pasado noviembre se cerró el despido colectivo, pactado con UGT y Fetico, que ha supuesto un recorte de plantilla de 650 trabajadores. Tras adherirse al ERE de forma voluntaria 465 personas, se ejecutarán 185 despidos forzosos. Las primeras percibirán hasta 47 días por año trabajado de indemnización; los segundos, hasta 45 días.
Otro despido colectivo que habrá que añadir a la estadística del año será el de Decathlon, que ha anunciado el cierre de su centro logístico de Sevilla este mismo día 31. El 30% de sus 110 trabajadores serán recolocados en otras instalaciones, pero el resto se quedará sin empleo, a cambio de una compensación de 30 días por año de antigüedad.
Cruz Roja también despide en diciembre. A 321 trabajadores, que se sumarán a los 149 cuyos contratos extinguió la ONG el pasado año. Alega causas productivas y de organización. El pasado julio la Audiencia Nacional condenó a Cruz Roja a readmitir a los despedidos en 2023, a resultas de una demanda por ERE encubierto presentada por UGT y CCOO.
Otra ONG, Médicos del Mundo, acaba igualmente de presentar un ERE para 118 de sus 484 empleados, aunque en su caso aduce pérdidas económicas.
También se cierra el día 31 el despido colectivo de Circet, una empresa francesa de redes de telecomunicación que trabaja para las principales operadoras de telefonía. Un total de 377 personas perderán su empleo después de que la compañía haya adquirido otra, Comfica, con la que sumó 500 trabajadores y un volumen de negocio de 60 millones de euros. Los sindicatos se opusieron a los despidos, convocaron cuatro días de huelga y rechazaron firmar el acuerdo con la empresa.
El automóvil acumula ERE y ERTE
Ya en verano anunció la holandesa Bosal un ERE para los 135 trabajadores que empleaba en Pedrola (Zaragoza). El fabricante de tubos de escape perdió un contrato con la automovilística alemana Volkswagen que suponía el 80% de su producción. La marca se une así a otras del sector del automóvil, que se enfrenta a un futuro incierto en toda Europa por la competencia china. Airtex, que fabrica bombas de agua para automóviles, ha echado el cierre, despedido a los 91 empleados que tenía en su fábrica de Zaragoza y se ha marchado a Rumanía. Ti Automotive ha cerrado este mismo diciembre su ERE para 55 personas en la fábrica de Tauste (Zaragoza).
Todas estas empresas son proveedoras de la factoría de Stellantis en Figueruelas (Zaragoza), que empezó a aplicar a su plantilla el pasado 1 de diciembre un ERTE por causas organizativas y productivas, en previsión de la caída de ventas de coches que adivina el próximo año. Afectará a 4.200 de los casi 5.000 empleados de la fábrica de Zaragoza.
También Forvia y OP Mobility, ambos proveedores de la factoría de Stellantis en Vigo, empezarán el año con sus propios ERTE.
Aunque la multinacional estadounidense Ford ha excluido España de los despidos que ha anunciado para sus factorías en Europa, la fábrica de Almussafes (Valencia) estrenará 2025 con un Mecanismo RED, tras acogerse a uno de fuerza mayor por la dana. Lo ha pactado con UGT el pasado 27 de diciembre, se prolongará durante dos años –durante los cuales tendrá que mantener el empleo, pero podrá suspender contratos o reducir jornadas laborales– y le permitirá hacer frente a la enorme caída de la producción que ha sufrido la factoría en el último año. De hecho, la incertidumbre laboral en la planta está en máximos. En 2023 ya ejecutó un despido colectivo para casi 1.200 trabajadores. Y el pasado mes de julio se deshizo de otros 626 empleados, al tiempo que abría un ERTE hasta final año.
Menos suspensiones de contrato y reducciones de jornada
Frente al aumento de los trabajadores incluidos en despidos colectivos, entre enero y octubre de este año se han reducido los afectados por suspensiones de contrato y reducciones de jornada, las medidas etiquetadas bajo las siglas de los ERTE, respecto al mismo periodo de 2023. Los primeros han caído un 26,5%, hasta los 83.177. Ese número casi triplica la cifra de los que fueron despedidos. También ha disminuido el volumen de asalariados que han visto recortadas su jornada laboral, aunque menos: un 11,7%. Han sido sólo 6.871 hasta octubre.
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Por sectores, es claro el patrón de cómo las empresas gestionan las plantillas. Las más abonadas a utilizar los ERTE suspendiendo contratos son las industrias –63.045 trabajadores, el 75,8% de todos los que sufrieron esa medida–, pero las que más empleados despidieron fueron las empresas del sector servicios –23.755 trabajadores, el 75,6% de los que perdieron su trabajo–.
Por tamaño, casi un tercio –10.373– de los despedidos en ERE estaban empleados en empresas de menos de 50 trabajadores. El grupo de empresas que más personas ha despedido –8.248– es el aquellas con una plantilla de entre 50 y 250 empleados.
Finalmente, los despidos colectivos se han llevado por delante hasta octubre a un 35,3% más de hombres –18.824– que de mujeres –13.908–.