VIOLENCIA DE GÉNERO
Ninguna víctima volverá a tener un nivel de riesgo "no apreciado" tras entrar en el sistema de protección
Una mujer sufre malos tratos por parte de su pareja, así que decide dar la voz de alarma. La policía enseguida la incluye en el sistema de seguimiento, pero después de entrevistarla determina que la violencia que pesa sobre ella no acarrea ningún riesgo para su integridad. Así que los agentes sentencian: riesgo no apreciado. Lejos de ser una anomalía, se trata de una dinámica habitual entre las fuerzas y cuerpos de seguridad. Basta con echar un vistazo a los datos: según la estadística elaborada por el Ministerio del Interior y correspondiente al mes de diciembre, un total de 43.595 víctimas se encontraban en seguimiento por sufrir malos tratos pero sin que las autoridades hubieran apreciado riesgo alguno.
A partir de ahora, pasará a ser cosa del pasado: el nuevo modelo de protección a víctimas elimina esta categoría de los formularios de manera definitiva. "No consideramos adecuado que una víctima que acude a denunciar un hecho figure en el sistema como exenta de peligro", ha defendido este miércoles el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Se trata de una de las novedades presentadas por Marlaska y su homóloga de Igualdad, Ana Redondo, en el marco de la actualización del sistema de seguimiento y protección a víctimas, conocido como VioGén. Este instrumento nació hace casi dieciocho años, vinculado a la Ley contra la violencia de género y dependiente del departamento de Interior. En este tiempo, ha ido experimentando diversas actualizaciones hasta el día de hoy, pero el año pasado los expertos consideraron que la plataforma informática no admitía más modificaciones y optaron por diseñar una nueva.
Formularios más ágiles y foco en el entorno
Y la nueva herramienta nace hoy, después de meses inmersa en los desarrollos propios de las fases previas y los proyectos pilotos. Bautizado como VioGén 2 y vinculado al Protocolo 2025, el flamante sistema integra fundamentalmente avances técnicos pensados para mejorar la protección de las víctimas. Uno de los cambios tiene que ver con los formularios de valoración del riesgo, que contarán ahora con más indicadores, preguntas más sencillas, una mejor calibración de los algoritmos y abordarán información sobre el entorno de la víctima.
Esto último es lo que las autoridades han dado en llamar "círculo de fortaleza", un elemento relacionado con la necesidad de conocer el contexto de la víctima para actuar en todos los frentes. "Los agentes hablan con el entorno para que la mujer tenga en cuenta, por ejemplo, en qué personas se puede apoyar", expuso Belén Crego, responsable del área de violencia de género, estudios y formación de la secretaría de Estado de Seguridad.
No es la primera vez que el Gobierno fija la mirada en el entorno de las víctimas. En diciembre de 2023, el Ministerio del Interior ya resaltaba que en el 52% de los crímenes machistas sin denuncia previa el entorno conocía la existencia de violencia. Entonces, Marlaska situaba como una prioridad la concienciación de quienes están alrededor de la víctima, para evitar el "silencio cómplice" que aflora tras buena parte de los crímenes machistas. Hoy, se pone en marcha para interpelarles.
Más coordinación
VioGén 2 comenzará también a poner el foco en lo que se denominan casos complejos o de especial relevancia, aquellos en los que existen indicadores que obligan a una atención especializada. Por ejemplo, los casos con menores en situación de riesgo, también cuando los victimarios son persistentes o en caso de las víctimas que expresan resistencias a la intervención policial. En estos supuestos, han explicado, se exige aún más la coordinación con los servicios sociales o asistenciales.
Precisamente la cooperación entre instituciones es uno de los mayores retos que afronta el nuevo sistema, al ser señalado tradicionalmente como uno de los principales obstáculos detectados en el marco de la estrategia contra la violencia machista. VioGén 2 incorporará ahora otros sistemas de datos con los que hasta el momento no intercambiaba información de forma automatizada, entre ellos el sistema informático penitenciario, el sistema judicial o la base de datos de señalamientos nacionales.
Agresores persistentes
En cuanto a los llamados agresores persistentes, se trata de aquellos que tienen dos o más víctimas, un perfil que también estará bajo la lupa de las instituciones. Hasta octubre del año pasado, en torno a 16.000 mujeres fueron alertadas de que sus maltratadores tienen un historial de violencia a sus espaldas. "Se le comunica a la víctima que ese agresor ya está en VioGén con otras víctimas. El agente protector presta una atención especializada y traza un plan de seguridad personalizado, pero sobre todo lo importante es trasladar a la víctima la peligrosidad, hacerle consciente de ella", detalló Crespo.
Retener a las víctimas en el sistema
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Entre los cambios expuestos, se introducen dinámicas mucho más conservadoras a la hora de inactivar los casos. Las autoridades quieren hacer lo posible por retener a las víctimas dentro del sistema, con el propósito de incrementar su protección durante el tiempo necesario, por lo que se evitará la inactivación automática en los casos más sensibles. Son los llamados casos en supervisión, es decir, aquellos sometidos a una fase temporal de seguimiento especial antes de su inactivación definitiva. Este tiempo extra se puede prolongar por tres meses, prorrogables hasta nueve.
"No basta con indignarnos"
En la actualidad, existen 101.967 casos activos en VioGén, un total de 23 mujeres se encuentran en riesgo extremo, 788 en riesgo alto y 13.675 en riesgo medio, siendo en todo caso "situaciones dinámicas que cambian con los días", puntualizó Belén Crespo. Los casos de mayor gravedad, es decir aquellos que oscilan entre riesgo medio y extremo, han pasado de ser en torno a cinco mil en 2018 a rozar los quince mil actualmente, según recalcó el propio Marlaska, lo cual a su juicio pone de manifiesto la "mejor protección" de las víctimas, posible "gracias a que hay más recursos especializados".
Redondo apostó por situar el foco "en las mujeres que han sido salvadas y hoy son supervivientes de la violencia de género". "El sistema está al servicio de las víctimas, avanza y funciona", subrayó, para enseguida poner en valor la "reducción del 20%" en el número de feminicidios desde que se inició el recuento, en el año 2003. Al mismo punto llegó el titular de Interior, quien destacó el "esfuerzo del Estado español para acabar con la violencia de género, un fenómeno incompatible con nuestro modelo libre e inclusivo de convivencia pacífica". A pesar de ello, sentenció que el "récord a la baja es insuficiente: cada asesinato es una derrota, no nos basta con indignarnos o lamentar las tragedias, estamos obligados a actuar desde la raíz".