Biden anuncia la muerte del líder de Estado Islámico en una operación en el noroeste de Siria
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este jueves la muerte del líder de Estado Islámico, Abú Ibrahim al Hashimi al Quraishi, durante una operación llevada a cabo por las fuerzas especiales estadounidenses en la provincia siria de Idlib (noroeste), ha recogido Europa Press. "La pasada noche y bajo mis órdenes, las fuerzas militares de Estados Unidos en el noroeste de Siria llevaron a cabo de forma exitosa una operación antiterrorista para proteger al pueblo estadounidense y a nuestros aliados y hacer del mundo un lugar más seguro", ha manifestado. "Gracias a las capacidades y la valentía de nuestras Fuerzas Armadas, hemos sacado del campo de batalla a Abú Ibrahim al Hashimi al Quraishi, el líder de Estado Islámico", ha indicado Biden en un breve comunicado publicado por la Casa Blanca tras la operación.
Así, ha hecho hincapié en que las fuerzas estadounidenses implicadas en la redada han vuelto a sus bases sin sufrir bajas, antes de agregar que próximamente realizará declaraciones públicas para dar detalles sobre la operación. "Que Dios proteja a nuestras tropas", ha remachado.
En una comparecencia posterior ante los medios, el mandatario ha reconocido que fue una intervención "complicada", en la que se optó por desplegar fuerzas especiales en lugar de por un ataque aéreo para "minimizar" los daños colaterales. Sin embargo, y aunque se tomaron "todas las precauciones", varios civiles habrían perdido la vida.
Biden ha asegurado que fue Al Quraishi quien decidió estar "rodeado" de civiles, niños incluidos, y ha confirmado que se inmoló antes de ser capturado y "enfrentarse a la justicia por los crímenes cometidos", como también hizo en su día su predecesor, Abu Bakr al Baghdadi. "No le importaron la vida de sus propios familiares ni de otras personas en el edificio", ha afirmado el mandatario norteamericano, que aún está a la espera de conocer todos los detalles de una operación que Washington ha catalogado de éxito, bajas al margen.
Biden ha advertido de que Estados Unidos seguirá "vigilante" frente al terrorismo. "La operación de anoche (...) envía un mensaje contundente a los terroristas de todo el mundo: iremos tras vosotros y os encontraremos", ha sentenciado en una breve alocución sin preguntas.
Varios niños muertos
Por su parte, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha señalado que trece personas, incluidos cuatro niños, han muerto en el marco de la operación en la provincia de Idlib y ha agregado que fue llevada a cabo entre la medianoche y las 3.30 horas (hora local).
El organismo, con sede en Londres e informantes en el país árabe, ha destacado que Estados Unidos envió a sus fuerzas especiales al área de Atmé, cerca de la frontera con Turquía, y ha agregado que "la muerte de trece personas, entre ellas cuatro niños y tres mujeres, ha sido verificada y confirmada".
La operación ha sido lanzada días después de que las fuerzas de seguridad kurdas recuperaran el control de la prisión de Ghueiran, en la provincia de Hasaka (noreste), tras cerca de una semana de enfrentamientos con Estado Islámico, que lanzó un asalto para intentar liberar a cientos de miembros del grupo detenidos en las instalaciones.
Un Estado Islámico en ascenso vuelve a quedarse sin líder
Cuando Abú Ibrahim al Hashimi al Quraishi tomó las riendas de Estado Islámico en octubre de 2019 el grupo que en su día llegó a eclipsar a Al Qaeda estaba en horas bajas y acababa de perder su 'califato'. Algo más de dos años después tanto la matriz terrorista en Siria e Irak como sus filiales en otras zonas del mundo parecen estar recobrando fuerzas.
El anterior relevo en la cúpula de Estado Islámico tras la muerte de Abú Bakr al Baghdadi, inmolado al verse acorralado en una misión de las fuerzas especiales estadounidenses en el noroeste de Siria --en un modus operandi que parece haberse repetido ahora con Al Quraishi--, fue prácticamente inmediato y en menos una semana ya se conocía su reemplazo.
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La rapidez con la que se produzca ahora primero la confirmación de la muerte de Al Quraishi, cuyo verdadero nombre sería Amir Muhamad Said Abdelrahman al Mawla, y se conozca el nombre de su sucesor puede ser clave para entender el impacto que lo ocurrido pueda tener en el grupo terrorista, máxime cuando en estos más de dos años el 'califa' no ha hecho ninguna aparición pública ni tampoco hay ningún mensaje suyo conocido.
Como ya ocurrió primero con la muerte de Usama bin Laden, fundador y líder de Al Qaeda, y luego con Al Baghdadi, los expertos insisten en recalcar que la 'decapitación' de este tipo de organizaciones no trae consigo su extinción, sino más bien una mutación en las mismas, íntimamente relacionada entre otras cosas al carácter y el carisma del nuevo líder.
En el caso de Al Quraishi faltan elementos para poder determinar hasta qué punto el creciente auge que ha venido experimentando en los últimos tiempos Estado Islámico, más en unos escenarios que en otros, tiene que ver con su liderazgo o es más bien el resultado de los líderes de las distintas franquicias y el contexto en el que operan.