Judíos israelíes exigen una intervención "inmediata" de la comunidad internacional que acabe con el "apartheid" que sufre Palestina

Un grupo de judíos israelíes contra el apartheid de Israel ha trasnmitido en un comunicado su total rechazo a las “acciones del gobierno israelí” y su “fiel compromiso a combatirlas”. Esta parte de la comunidad judío-israelí, que ha querido desmarcarse así de las políticas llevadas a cabo por el primer ministro Benjamín Netanyahu, pide al resto de países su intervención en defensa de los palestinos que viven en las zonas de Gaza, Cisjordania, Jerusalén, Galilea, el Negev, Lod, Jaffa, Ramleh, Haifa y toda la Palestina histórica que están sufriendo la persecución y los abusos del estado israelí.

En el comunicado publicado por este grupo de judios israelíes se explica que la supremacía judía es una de las bases del Estado israeli y que durante las últimas siete décadas “se han cometido crímenes de guerra y denegado los derechos humanos básicos” de las personas palestinas. Entre estos crímenes se encuentra la destrucción de cientos de ciudades y pueblos, la expulsión de palestinos de sus territorios y la apropiación después por parte de colonos israelíes de los mismos, denuncian. Según este comunicado, Israel ha podido cometer esta persecución contra las poblaciones palestinas gracias a la “ impunidad que se le concede a Israel por parte de la comunidad internacional y, especialmente, de los Estados Unidos”.

En el comunicado, que ha sido enviado a medios de comunicación, parte de la comunidad judía israelí explica que “el Gobierno de Israel ha hecho una escalada en sus intentos de arrebatar viviendas palestinas en Jerusalén Este (especialmente en el barrio de Sheikh Jarrah)” con el objetivo de establecer en esas casas a colonos israelíes y así “completar la judaización de la ciudad que empezó en 1967”. Además, durante el mes del Ramadán, las fuerzas israelíes intensificaron su ataque violento al Complejo de la Mezquita de Al Aqsa, mientras daban luz verde a los colonos para vandalizar y herir físicamente a los palestinos de Cisjordania, Jerusalén y otras zonas palestinas. Aquellos palestinos que responden para defenderse están siendo arrestados mientras las “turbas judías están quedando en la impunidad por su violencia”, explican en el comunicado.

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La cúspide de la violencia llegó con los 11 días de bombardeo israelí sobre Gaza que han dejado más de 243 palestinos muertos, entre ellos 65 menores. El bombardeo israelí ha dejado más de 400 edificios derruidos, entre ellos 33 sedes de medios de comunicación, seis hospitales, nueve centros sanitarios, una planta desalinizadora de agua y el único laboratorio de la Franja de Gaza que realizaba pruebas de coronavirus. Por su parte, Hamas ha lanzado cohetes a territorio israelí que han dejado 12 personas fallecidas.

La posición de la comunidad internacional durante estas últimas semanas se ha basado en pedir tanto al Gobierno de Netanyahu como a Hamas el cese de la violencia, destaca la posición tomada por Estados Unidos que abogaba por una “diplomacia silenciosa” según palabras de la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.

Los firmantes del comunicado, que se definen a sí mismos como “individuos pertenecientes al lado opresor”, lamentan que, pese a haber tratado durante años de “cambiar la opinión pública en Israel” para conseguir así cambiar los fundamentos del régimen actual, eso no llegará a producirse sin “intervención externa”, por lo que hacen un llamamiento a la comunidad internacional para que “intervengan inmediatamente” con el objetivo de “alcanzar una solución justa y democrática para todos, basada en la descolonización de la región”.