El primer ministro irlandés dimite tras el fracaso del referéndum para eliminar el sexismo de la Constitución
El primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, ha anunciado este miércoles su dimisión como jefe del Gobierno irlandés y ha confirmado que también abandonará su cargo como líder del partido conservador Fine Gael, una renuncia esta última que se ha hecho efectiva sobre la marcha. "Hago efectiva hoy mi dimisión como líder del Fine Gael y dejaré el cargo de Taoiseach en cuanto haya un sucesor", ha dicho durante una rueda de prensa en la que ha dicho sentirse orgulloso de "haber hecho de este un país más igualitario y más moderno".
Varadkar ha afirmado que el tiempo que ha pasado al frente del país ha sido "el más satisfactorio" de su vida, pero ha manifestado que "el liderazgo implica saber cuándo ha llegado el momento de pasar la batuta y tener el coraje de hacerlo". "Ese momento es ahora", ha puntualizado.
"Sé que esto cogerá a muchos por sorpresa y será una decepción para algunos, pero espero que entiendan mi decisión", ha aseverado antes de aclarar que los motivos para dejar el cargo son "personales y políticos". Así, ha defendido que el Fine Gael podrá seguir liderando el próximo Gobierno, si bien lo hará sin él al frente.
En este sentido, ha destacado los logros de su Gobierno, como la mejora del empleo, la salida de la austeridad, la gestión de la pandemia y haber evitado una "frontera dura" con Irlanda del Norte en el marco del proceso de salida de Reino Unido de la Unión Europea.
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Varadkar, que ha sido el primer ministro de Irlanda más joven en ocupar el cargo tras su llegada al poder en 2017, esperará a que su formación elija a un sucesor antes hacer efectiva la dimisión de cara a la celebración de las próximas elecciones generales, cuya fecha límite se sitúa en marzo de 2025, según informaciones de la cadena RTE. Está previsto que el Fine Gael elija al sucesor de Varadkar a lo largo del mes de abril, por lo que la sesión de investidura tendrá lugar posteriormente en el Parlamento irlandés.
La decisión ha sido tomada después de que el Gobierno fracasara en su intento por modernizar la Constitución en el marco del referéndum celebrado el pasado 9 de marzo, lo que ha supuesto un duro revés tanto para los partidos tradicionales irlandeses que gobiernan en coalición, Fianna Fáil, Fine Gael y Partido Verde, como el Sinn Féin, que lidera la oposición, ya que todos ellos habían apoyado los cambios.
Las propuestas planteaban eliminar lenguaje sexista del texto constitucional y ampliar el concepto de familia para incluir modelos no tradicionales y "relaciones duraderas". Sin embargo, la primera iniciativa ha sido rechazada con el 67,69 por ciento de los votos y la segunda con el 73,93 por ciento. El Gobierno no ha podido convencer a la población de la urgencia de estos referéndum, mientras que la líder del opositor Sinn Féin, Mary Lou McDonald, ha responsabilizado al Ejecutivo de Varadkar del resultado.