Oriente Medio
La ONU denuncia el intento de los países en conflicto con Catar de atacar la libertad de prensa al exigir el cierre de Al Yazira
El relator de Naciones Unidas para la libertad de opinión y expresión, David Kaye, ha afirmado este miércoles que la demanda del cierre de la cadena catarí Al Yazira como parte de las condiciones para poner fin a la crisis diplomática en la región "representa una grave amenaza a la libertad de prensa".
En su comunicado, Kaye ha recalcado que la demanda "es un ataque al pluralismo mediático", agregando que "es, sin duda, una medida draconiana de censura".
"No es sólo una demanda de filtrar contenido on line o eliminar ciertas páginas, sino de acabar con una organización de medioson line en su totalidad. Todos los estados deben considerar este tipo de pedidos como una amenaza a la libertad de información de todos", ha valorado.
Por ello, ha reclamado a la comunidad internacional que exija a los estados solicitantes -Arabia Saudí, Baréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos (EAU)- que no impongan el cierre de Al Yazira entre sus condiciones y que no censuren a los medios en sus propios países.
La cadena catarí criticó el lunes la demanda, afirmando que "es un intento de silenciar el periodismo independiente" y "un desafío a la libertad de todos a ser escuchados e informados".
El martes, el ministro de Exteriores catarí, Mohamed bin Abdulrahman al Zani, ha dicho que las demandas planteadas "no tienen fundamento y son inaceptables", tal y como recogió la propia Al Yazira.
"Lo que han presentado los países del bloque son meras acusaciones que no están demostradas con pruebas y no son demandas", afirmó el jefe de la diplomacia catarí. Las demandas deberían ser "realistas" y "aplicables" porque de lo contrario son "inaceptables", remachó.
Por contra, el ministro de Exteriores saudí, Adel al Jubeir, resaltó el mismo martes que las mismas "no son negociables", añadiendo que "está en manos de Catar poner fin a la financiación al terrorismo y a la incitación al extremismo en la región".
El domingo, el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, manifestó que "será muy difícil" que Catar cumpla "algunas" de las demandas, si bien indicó que "hay áreas importantes que suponen una base para el diálogo existente para intentar alcanzar una solución".
Las demandas
La agencia estatal de noticias oficial de Baréin, BNA, publicó el domingo la lista de 13 peticiones entregadas el jueves a Catar para restablecer los lazos y levantar las sanciones diplomáticas y económicas.
Según BNA, entre las demandas a Catar se incluyen la reducción de lazos diplomáticos con Irán y limitar sus relaciones al comercio sin violar las sanciones impuestas a Irán ni la seguridad de los países del Consejo de Seguridad del Golfo, expulsar a la Guardia Revolucionaria iraní de Catar y cortar cualquier tipo de cooperación militar o de inteligencia con Teherán, además de cerrar la cadena de televisión Al Yazira.reducción de lazos diplomáticos con Irán y limitar sus relaciones al comercio
También se ha pedido a Catar que cierre inmediatamente la base militar turca que se está construyendo en Catar y que suspenda la cooperación militar con Turquía dentro del país.
Entre las peticiones, se incluye cortar todas las relaciones con organizaciones terroristas, sectarias e ideológicas, y otras organizaciones los Hermanos Musulmanes, Estado Islámico, Al Qaeda, Fatá Al Sham (el antiguo Frente Al Nusra) e incluirlos en una lista de organizaciones terroristas.
También se ha pedido a Catar que suspenda toda forma de financiación a personas, entidades u organizaciones terroristas o extremistas y a todos los incluidos en las listas de terroristas de los países del Golfo y en las listas internacionales. Además, han exigido a Catar que no albergue a ninguno de estos terroristas y que se comprometa a proporcionar información sobre ellos.
Los países del Golfo han ordenado a Catar que deje de interferir en los intereses y en los asuntos internos de otros países. Así se debe abstener de conceder la nacionalidad catarí a cualquier ciudadano de otro de los países del Golfo.
Los cuatro países han pedido a Catar que conviva en armonía con su entorno árabe y del Golfo en asuntos militares, políticos, económicos, sociales y de seguridad para garantizar la seguridad de la zona y reactivar el acuerdo de Riad 2013 y el acuerdo de Riad 2014, que proclama la no intervención en los asuntos internos de otros Estados.
Crisis diplomática
Los gobiernos de Arabia Saudí, EAU, Baréin y Egipto anunciaron a principios de junio la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Catar, acusando a Doha de "apoyar el terrorismo".
A la medida se sumaron después Maldivas, Mauritania, el gobierno de Yemen reconocido internacionalmente, encabezado por Abdo Rabbu Mansur Hadi, el gobierno asentado en el este de Libia. Asimismo, Jordania y Yibuti han reducido su representación diplomática en Doha.
Las tensiones entre Catar y varios países del Golfo se han deteriorado en las últimas semanas, a raíz de que QNA publicara unas declaraciones del emir en las que criticaba la postura de los países del Golfo contra Irán y hablaba de "tensiones" con Estados Unidos.
Inmediatamente después, QNA denunció haber sufrido un ataque informático y negó la veracidad de la nota publicada, pese a lo cual medios de Arabia Saudí y EAU continuaron informando acerca de las presuntas declaraciones de Hamad bin Jalifa al Zani.
Este hecho provocó las críticas de Doha, lo que llevó a varios países -Arabia Saudí, EAU, Egipto y Baréin- a bloquear el acceso a diversos medios cataríes, entre ellos Al Yazira.
El martes, el fiscal general de Catar, Alí bin Fetais al Marri, anunció que Arabia Saudí y sus aliados fueron los responsables del ataque informático contra QNA.
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"Catar tiene pruebas de que ciertos iPhones originarios de países que han impuesto un bloqueo sobre Catar fueron usados en este ataque informático", dijo Al Marri, sin detallar las naciones implicadas.
Las relaciones entre Catar y otros países del Golfo ya sufrieron un periodo de tensión en 2014 debido al supuesto apoyo de Doha a Hermanos Musulmanes, organización ilegalizada en la mayoría de los países del golfo.
Sin embargo, en dicha ocasión las medidas no fueron tan duras, y sólo implicaron la retirada de los embajadores. En esta ocasión, ha supuesto además la expulsión de ciudadanos del país, así como el cierre de las vías a medios de transporte llegados de Qatar.