GUERRA COMERCIAL
Trump entierra (aún más) la lucha climática al dejar fuera de los aranceles el petróleo, el gas y el carbón

Tras la presentación este miércoles de los mayores aranceles de la historia reciente, la Casa Blanca publicó una lista que pasó desapercibida de artículos que quedarán fuera de los nuevos tributos aduaneros. Se trata de más de 1.000 productos —principalmente materias primas— que Estados Unidos necesita para sostener su industria y evitar una inflación incontenible. Entre ellos están el petróleo, el gas y el carbón, los mayores responsables del calentamiento global. También han incluido elementos clave como productos farmacéuticos, maderas, metales o minerales.
Estas ventas no son solo indispensables para la Administración norteamericana, también para la economía española, y parece que se van a librar del arancel del 20% anunciado para la Unión Europea. Por ejemplo, Donald J. Trump deja fuera de su famosa lista a los combustibles para motores, donde España exportó el año pasado 1.218 millones de euros a Estados Unidos, siendo el cuarto producto más importante entre los que España vende a este país. Sin embargo, ninguna industria del top tres —exportación de maquinaria, aparatos eléctricos y aceite de oliva— ha entrado en estas excepciones, y esos tres sectores supusieron en 2024 más de 5.200 millones en ventas.
Otro sector que podría librarse de los aranceles, al menos parcialmente, es el de los medicamentos. España vendió el año pasado 1.095 millones de euros en productos farmacéuticos a través del Atlántico, y algunos de ellos entran dentro de la lista de excepciones de Trump. En este catálogo se incluyen la penicilina, los antibióticos, las reservas de sangre, las vacunas o las vitaminas, entre otros. También quedan fuera algunos productos químicos que se venden por millones a Estados Unidos, como desinfectantes, plásticos, siliconas o gomas.
En todo caso, está por ver hasta qué punto estos sectores van a esquivar de los aranceles porque el documento publicado por la Casa Blanca establece un millar de productos con un altísimo nivel de concreción, por lo que no todas las clases de derivados petrolíferos o todos los tipos de medicamentos estárán exentos. Fuentes del sector petrolero reconocían en la tarde del jueves que todavía están analizando las excepciones arancelarias y que no conocen hasta qué punto están incluidos en ellas. "En un primer momento pensábamos que los aranceles nos afectaban, pero ahora parece que nos quedamos fuera. Realmente hay mucha confusión y tenemos que ser prudentes", comentó este analista.
Las compañías petroleras que más se juegan con esta excepción serían Repsol y Moeve (antigua Cepsa), puesto que operan cuatro y dos refinerías en la península, respectivamente. En este sector, España exporta fundamentalmente productos ya refinados, que tienen más alto valor añadido que la venta de crudo, y Estados Unidos es el cuarto mayor comprador de estos combustibles. En cuanto al gas natural, el flujo comercial es el inverso, Estados Unidos es el tercer principal exportador a España, por lo que el sector no se ve afectado por el levantamiento de aranceles. Tampoco el carbón, otra industria española deficitaria.
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El miedo de la Administración estadounidense a una subida de los costes de la energía es evidente desde que hace a principios de marzo decidió aplicar un arancel del 25% sobre las importaciones desde Canadá, pero en el caso de los combustibles rebajó las tasas aduaneras al 10%, ya que el 52% de los productos petrolíferos que compra son a este país. Los siguientes mayores vendedores de petróleo y derivados a EE UU son México (10%), Arabia Saudí (7%) e Irak (4%). En todo caso, Estados Unidos produce casi tanto petróleo como consume, y tiene un gran superávit en gas y carbón, por lo que su dependencia energética del exterior es muy limitada.
El precio del petróleo se desploma
Los nuevos tributos de las fronteras en Estados Unidos, sumados a las excepciones arancelarias, han provocado el hundimiento del precio del petróleo en los mercados. El barril de referencia en Europa (Brent) cayó este jueves un 7% y el de referencia en Estados Unidos (WTI) se desplomó casi un 8%, hasta situarse en su nivel más bajo desde noviembre de 2021. La razón es que el muro económico que levantó Trump este miércoles desencadenará una recesión global, según los economistas, que reducirá la demanda de combustibles. Al mismo tiempo, los productos energéticos se han quedado fuera de los aranceles, lo que garantiza que no se vayan a encarecer, a diferencia de los alimentos o los coches. Por si fuera poco, este jueves también se reunió la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y decidió aumentar drásticamente la producción de crudo, cuatro veces más de lo previsto, lo que aumentará todavía más la sobreoferta global de petróleo, presionando a la baja su precio.
La combinación de todos estos factores ha supuesto un varapalo para las petroleras. Aunque se queden fuera de los aranceles de Trump, una magnífica noticia para su negocio, la bajada del precio del crudo anticipa una caída de los márgenes de beneficio de las energéticas, que irá acompañada de una reducción de las ventas si la economía se desacelera. En consecuencia, Repsol ha caído este jueves un 5,5% en Bolsa, así como sus rivales europeas. La francesa Total se ha dejado un 4,8% y las británicas Shell y BP un 3,6% y un 5,6%, respectivamente.