Plaza Pública
Cataluña: frente a la desconexión, diálogo federal
Hablaron los jueces y en un Estado de derecho todos debemos acatar la sentencia sobre el procés secesionista. Cuando se enfríen las pasiones y se apaguen los fuegos de los independentistas violentos y ciertas tribus, gracias a la movilización cívica de toda la Cataluña democrática y la acción del Estado de Derecho –que ha de garantizar la seguridad ciudadana–, la política deberá recuperar su protagonismo para construir salidas.
Me temo que la digestión de tanta frustración resultará imposible mientras siga el president Torra, los partidos secesionistas no adopten con formalidad una posición pragmática para impulsar el diálogo sobre el autogobierno constitucional y las derechas no abandonen su estrategia de nacionalismo español.
La Generalitat está rota, la racionalidad política brilla por su ausencia, más aún en campaña, y prevalece la confrontación entre posiciones extremas. Me refiero a los que insisten en la ruptura de la integridad territorial de España y a una derecha que defiende la recentralización con la excusa de proteger la unidad y que comete graves errores en la crisis catalana. Las actitudes han de cambiar.
Podría parecer ingenuo o incluso provocador para secesionistas e inmovilistas, pero el tiempo de elecciones es propicio para realizar propuestas, sometidas al juicio de los electores el 10N. Urge intentar avanzar en la normalización política y la convivencia ciudadana. Aunque también es cierto el riesgo de que en campaña se queme cualquier planteamiento político bien intencionado.
Un dialogo federal puede ayudar a superar la crisis en la relación entre Cataluña y el conjunto de España. Hay que superar el bloqueo e intentar mejorar la eficiencia del sistema de gobernanza. Tenemos que activar la cooperación entre las diferentes comunidades y favorecer la presencia y el papel de Cataluña en una España “plurinacional y ciudadana” como expresión de su diversidad y de la dimensión social del Estado. Necesitamos interlocutores dispuestos a intentarlo.
La propuesta federal no contraviene la Constitución sino que profundiza en los instrumentos y principios que ya están presentes en la actual estructura autonómica. Es interesante el artículo de Antoni Bayona, ¿Está agotado el modelo constitucional?, en Agenda Pública, para hacerse una idea de las potencialidades que encierra el actual marco constitucional y estatutario. Como documento que dé contenido a la vía del diálogo federal, parto del acordado por las direcciones del PSOE y PSC en julio 2017 denominado Declaración de Barcelona.
Pero el significado y valores del sistema federal deben explicarse. En expresión acertada de Miquel Iceta, el federalismo es unión y autogobierno a la vez, una filosofía política de fraternidad especialmente adecuado en sociedades complejas y en Estados que integran diferentes comunidades con fuertes sentimientos de identidad. Se propone evitar el enfrentamiento entre sentimientos nacionales de distinto signo, la estéril discusión sobre soberanías originarias y una confrontación identitaria excluyente, para poder alcanzar un acuerdo político institucional que haga posible el respeto y la lealtad recíprocas así como el objetivo de compartir soberanía.
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La clave federal supone abrir una vía dirigida a reforzar los principios federales de lealtad institucional, unidad y autogobierno, cooperación, solidaridad ínterterritorial y subsidiariedad. El objetivo es favorecer la integración reforzando el autogobierno catalán y reconociendo la dimensión de nación cultural para Cataluña en España; lo que se traduce también en participación en procesos de deliberación y decisión conjunta en los marcos español y europeo.
Todo nos lleva a la tarea de renovar el pacto constitucional de hace 40 años. Su reforma supondría la transición de un sistema autonómico con desajustes a un modelo de Estado Federal que perfeccione los mecanismos de diálogo y distribución del poder. Permitiría la transformación del modelo de país en favor de una mayor cohesión ciudadana e integración de los territorios, así como una contribución a la estabilidad política y a una gobernanza más democrática. _______________
Odón Elorza es miembro de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE.