Buzón de voz
“Cosas que vosotros no creeríais”
En algún momento de un futuro más o menos lejano, alguien podrá aplicar a la democracia española actual aquella mítica frase de la película Blade Runner: “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais”. Y no son pocas cosas, basta citar las más recientes.
- Se publican fotografías del presidente de una comunidad autónoma y posible sucesor del número 1 del PP junto a un individuo que está en la cárcel por delitos relacionados con el narcotráfico. Las imágenes tienen 18 años, y en aquel entonces el político era secretario general de la Consejería de Sanidad gallega, mientras el entonces amigo ya había sido detenido en dos ocasiones como contrabandista por posibles delitos fiscales. Un chófer y amigo íntimo del político es más tarde testaferro del narcotraficante. ¿Dimite el político y pide disculpas por haberse relacionado con tipos nada recomendables? No. Lo que dice es que mantenían una “relación de ocio” que “se fue enfriando” cuando (por fin) el político supo a qué se dedicaba su amigo, después de haber hecho varios viajes, entre ellos uno que no recuerda muy bien “si fue a Andorra o a Picos de Europa”, el caso es que “había nieve”.
- Se publican los datos del testamento del padre del rey, un señor que renunció a la corona como “sacrificio por España” después de haber vivido supuestamente durante décadas de las limosnas de aristócratas que querían instaurar de nuevo la monarquía tras la dictadura de Franco. Los datos indican que el padre del rey dejó a su familia una fortuna de 1.100 millones de pesetas en la que se incluían tres cuentas en Suiza con un total de 728 millones, de los cuales la mayor parte, unos 375, fueron para el actual rey. ¿Entonces el rey ha tenido o tiene alguna cuenta en Suiza? ¿Ha declarado en algún momento esa herencia (unos 2,25 millones de euros) a la Hacienda española? No se sabe, porque la Casa del Rey dice que no tiene nada que decir.
- Se publican los datos oficiales de Eurostat sobre el déficit público de España en 2012, y resulta que corrigen al alza el que había ofrecido el Gobierno español, afeado por haber retrasado devoluciones fiscales correspondientes a ese ejercicio para intentar maquillar a la baja el déficit. ¿Sale el ministro de Hacienda para asumir su responsabilidad o al menos explicar un dislate que compromete la credibilidad de nuestras cuentas? No. Prefiere que sea el portavoz de Economía del partido, Martínez Pujalte, quien salga a decir que los objetivos se están cumpliendo "razonablemente bien".
- Se publica que el socio de un yerno del rey, imputado por múltiples delitos relacionados con el desvío de dinero público a cuentas personales, se ha acogido a la amnistía fiscal decretada por el Gobierno, como ya hizo el ex tesorero del PP al que se le han descubierto más de 38 millones de euros en cuentas suizas. ¿Ha salido inmediatamente el ministro de Hacienda a explicar si es cierto o no que lo que él denomina “regularización de activos fiscales ocultos” ha sido un coladero para el blanqueo de dinero de presuntos delincuentes? No por el momento, aunque se hacen apuestas por conocer a qué gremio o sector profesional acusará el ministro esta vez para desviar la atención de esa escandalosa amnistía.
Éstas y bastantes cosas más serían difícilmente creíbles en el futuro si la democracia española avanzara por el camino de la transparencia y del rigor en la administración de la cosa pública. Pero no parece que desde el poder haya mucha prisa ni voluntad por avanzar en ese camino. De hecho, hoy mismo ya serían increíbles estas cosas en otras democracias donde los políticos dimiten cuando se demuestra que han mentido o incluso que un día, en su juventud, copiaron textos para su tesis doctoral.