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Begoña Gómez cambia de estrategia en un caso con mil frentes abiertos que se van desinflando

9J | ELECCIONES EUROPEAS

El 9J se convierte en la última batalla del ciclo electoral con la UE en segundo plano

Ursula von der Leyen (de espaldas), Alberto Núñez Feijóo y Manfred Weber en Bucarest (Rumanía).

Campaña europea, mensajes en clave nacional. En España, la pugna partidista es la que acapara la mayor parte de los debates e incluso hay formaciones como el Partido Popular que quieren convertirlas en el preludio de unas generales —pese a que no tendrían por qué celebrarse hasta 2027—. El objetivo no parece ser tanto ganar la Presidencia de la Comisión Europea o la del Parlamento, tampoco tener voz en debates como la ampliación de la UE o los retos medioambientales, sino obtener mejor resultado que el oponente.

Con el inicio de la campaña este jueves con la tradicional pegada de carteles, se marca el fin del ciclo electoral que comenzó en el año 2019, cuando las elecciones coincidieron con las autonómicas y municipales y el PSOE se impuso con 20 escaños y el 32% de los votos, más de doce puntos por encima del Partido Popular, entonces liderado por Pablo Casado. Un lustro en política equivale a décadas y ahora hay otro líder en la formación conservadora que aspira a vencer a los socialistas y que, a tenor de las encuestas, tiene todas las paletas para lograrlo. Sin embargo, el PSOE, cuya baza electoral es la ministra Teresa Ribera, está resistiendo mejor de lo que auguraban los conservadores.

Tanto desde el Parlamento Europeo como desde España, con especial énfasis desde la formaciones de Gobierno, se está incidiendo en la importancia de acudir a votar, ya que estos comicios tienen unos índices de participación por debajo de los que se dan en las generales. No suele superar el 50%, aunque en 2019 fue del 60,73% al coincidir con las municipales y en las europeas. Para la izquierda la participación es vital ya que detectan que, a diferencia de lo que ocurre con el electorado conservador, el suyo está más desmovilizado.

El PP quiere convertir las europeas en un plebiscito contra Sánchez y su 'familia' explora una alianza con la ultraderecha

El PP plantea las elecciones como un primer plebiscito contra Pedro Sánchez. Con el lema 'tu respuesta', quieren que su electorado le mande un mensaje al socialista después de los cinco días de reflexión que se tomó el presidente del Gobierno a finales de abril por la campaña de acoso contra su mujer, Begoña Gómez. El líder del PP se volcará al máximo y contará con su propia caravana, paralela a la de su cabeza de lista, Dolors Montserrat y ambos acudirán a todas las autonomías en los próximos días. Los conservadores quieren que su gran acto no sea ningún mitin, sino la manifestación convocada este domingo 26 de mayo en Madrid.

El PP también busca calibrar el coste de la ley de amnistía entre el electorado socialista en toda España, ya que son los primeros comicios que se celebran a nivel estatal desde el pasado 23J. La formación liderada por Núñez Feijóo está utilizando la vía europea para darle más protagonismo: no solo a través de la Comisión Europea, también con el debate que se celebró en la Eurocámara el pasado mes de noviembre. Los populares consiguieron meter de lleno a su familia política en la bronca por la ley de amnistía al contar con el apoyo de su jefe de filas, el bávaro Manfred Weber. A la amnistía se le han sumado en los últimos meses otras cuestiones hacia las que el PP trata de dirigir toda la atención, como el 'caso Koldo'.

El presidente del PPE lleva al menos dos años moviendo hilos para que tras las próximas elecciones europeas la derecha tradicional que dirige en el Parlamento Europeo pacte con la extrema derecha que lideraría la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Así lo admitió en un reciente debate la actual presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que afirmó que Meloni es "claramente proeuropea", rompiendo así el tabú que había, hasta la fecha, sobre los pactos con la extrema derecha. Una apuesta arriesgada que, sin embargo, podría permitirles gobernar en todas las instituciones. El papel del PP puede ser crucial ya que España es uno de los países que más actas reparte solo por detrás de Alemania, Francia e Italia, por lo que un buen resultado facilitaría esa alianza.

El PSOE confía en el potencial de su candidata frente a la "campaña de fango" de las derechas

En el Palacio de La Moncloa y en Ferraz se ven con fuerzas para ser la primera fuerza pese a que las encuestas que den al PP como favorito. Y para ello los principales dirigentes del Gobierno y del PSOE se lanzarán durante la campaña para movilizar a sus votantes en más de 800 actos con el mensaje claro de pararle los pies a la "amenaza real" de las derechas en Europa. El PSOE sale a esta campaña con la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, como 'número uno' de la lista y con una agenda que incluye actos en casi todas las comunidades, con una presencia también destacada de Sánchez, así como de figuras que "movilizan" como es el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.

El PSOE pondrá sobre la mesa el "momento extraordinariamente sensible" que se está viviendo a nivel internacional con un auge del populismo y la normalización de ciertas políticas de las derechas, con la posible alianza del PPE con la extrema derecha. Sus grandes ejes pasarán por la modernización de la economía con la revolución digital y verde, la defensa del Estado del Bienestar, las políticas para los jóvenes y la acción europea coordinada en sus relaciones con terceros países. Al igual que ocurrió en las generales, confían en movilizar el voto joven y apuestan por las redes sociales para lograrlo.

En el PSOE también creen que el electorado progresista valorará que el presidente del Gobierno goza de buena fama a nivel comunitario y, de hecho, es uno de los principales referentes de la familia socialdemócratas junto con el alemán Olaf Scholz, una baza que la formación también prevé jugar. Sánchez ha hecho de la política internacional uno de sus principales ejes y ha jugado un papel clave en debates centrales en Bruselas como la puesta en marcha de los Fondos Next Generation para afrontar la crisis del covid o el establecimiento del mecanismo ibérico para rebajar los precios de la factura eléctrica, así como en el reconocimiento de Palestina, que se hará realidad el próximo martes.

Vox busca influencia dentro de su familia política y 'desactivar' la candidatura de Alvise

Los partidos ultras notan que ya ha decaído el cordón sanitario que mantenían hacia ellos, pese a que en la última legislatura ha funcionado una especie de triángulo principal para dominar las instituciones a través de los grupos popular, socialista y liberal (Renew). Pero la extrema derecha puja fuerte en el continente y aspira a partir de junio del año que viene a ser el tercer grupo más poderoso en los círculos continentales. El líder de Vox, Santiago Abascal, es consciente de que en las elecciones europeas su familia política crecerá en votos y escaños y buscan ser influyentes en el próximo ciclo político en Bruselas, además de tratar de ganar terreno frente al PP tras su mal resultado en los comicios del pasado 23J.

Sin embargo, desde Vox también temen que la candidatura del agitador ultra Luis Pérez —popularmente conocido como Alvise— les quite a parte del electorado, ya que el último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas le da representación. Abiertamente enfrentado con la cúpula de Vox, los pocos detalles que Pérez ha dado han sido a través de su canal de Telegram o de sus redes sociales, en las que afirma que, si sale electo, "sorteará públicamente cada mes el 100% de su sueldo" —no concreta cómo—, también afirma haber "fichado" a asesores del presidente argentino Javier Milei, "en materia jurídica y electoral" y subraya que busca defenderse, desde su aforamiento, de las supuestas "coacciones" a las que está sometido. Con un discurso abiertamente xenófobo, el agitador se lanza también a por el público más joven.

Sumar quiere enarbolar el discurso ecologista y laboralista y no confrontará con Irene Montero

Una de las bazas que quiere jugar Sumar es la del ecologismo. Desde la organización consideran que es uno de los principales vectores para la movilización de su electorado. Además, van a impregnar con una potente impronta laborista su argumentario, otra de las cuestiones de las que hace bandera su líder, Yolanda Díaz, con la reducción de la jornada laboral y la necesidad de mayor tiempo de los trabajadores para la conciliación de su vida personal. Con estas dos temáticas muy presentes y con el perfil de su candidata, Estrella Galán, que proviene del tercer sector, en la organización aseguran que no van a confrontar con la candidata de Podemos, la exministra Irene Montero, aunque compitan por un electorado similar.

En Sumar ven decisivo durante estos días concienciar al electorado de la importancia de los comicios europeos, por lo que van a subrayar que el 60% de la legislación que se aplica en España emana del Parlamento Europeo. Creen que ese mensaje tiene que calara para que el electorado progresista se levante del sofá en un momento en el que está mucho más activado el votante de la derecha. En el partido de Díaz estiman que habrá algo más de participación que en otras citas continentales, pero todavía sigue estando en niveles bajos respecto a las generales (sobre un 52% hacen los cálculos en estos momentos).

Podemos ve las europeas como su última oportunidad de supervivencia

Tras un último año complicado en el que ha dejado de ser la formación de referencia de la izquierda, Podemos lo ha apostado todo a su candidatura europea, con Irene Montero a la cabeza. Uno de los motivos para coaligarse con Sumar el 23J radicaba en las dificultades de presentar una candidatura por separado a nivel nacional, por el reparto de escaños provincial en base al sistema D'hont. En las europeas, al ser circunscripción única, los morados quieren que la candidatura de la exministra sirva para medir sus fuerzas con Sumar. Creen que la coalición liderada por Yolanda Díaz les ha dado por muertos antes de tiempo y ha minusvalorado su fuerza. Su supervivencia nacional dependerá, en gran medida, de su resultado en Bruselas.

En estos meses los morados han tratado de reimpulsar la proclama del no a la guerra, tan efectiva durante la guerra de Irak, para posicionarse frente a otras formaciones que compiten en ese mismo espacio como Sumar o el PSOE, que, según aseguran, son menos contundentes que los morados en esta materia. Otro de los ejes sobre el que está pivotando su campaña es el del "recorte" en derechos que, a su modo de ver, está impulsando el actual Gobierno formado por el PSOE y Sumar.

Los independentistas unen sus fuerzas y aspiran a tener voz propia

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En las europeas las formaciones regionalistas y nacionalistas, que tienen el voto concentrado en sus respectivos territorios, se ven abocadas a buscar alianzas con otras fuerzas para conseguir más representación. Es lo que ha sucedido con Esquerra Republicana, EH Bildu, BNG y Ara Més, que concurrirán en coalición bajo el nombre de 'Ahora Repúblicas' —al igual que hicieron las tres primeras en 2019—. También es el caso del PNV y Coalición Canaria, que también cuenta con el precedente de hace cinco años, mientras que Junts irá por separado, ya sin Carles Puigdemont como candidato. Todos ellos aspiran a obtener representación y se presentan como el voto de izquierdas, en el caso de Ara Repúblicas, de castigo al Gobierno de coalición con voz propia en la Cámara Baja.

Además, las europeas son la oportunidad perfecta para que nuevas y viejas organizaciones vuelvan a las instituciones. Tras estos meses sin foco y altavoz en la política nacional por no obtener el ansiado escaño en las generales, la federación de partidos España Vaciada quiere dar el Parlamento Europeo. Su mensaje se centra en la despoblación como un problema que empeora la vida de todos, no sólo la de quienes viven en los territorios que pierden habitantes, y en el hecho de que España tiene un desequilibrio territorial especialmente acusado —más del 80% de su territorio está habitado sólo por el 20% de su población—. También le sucede lo mismo a Ciudadanos, que no cesa en su intento de lograr un acta, o con Izquierda Española, la organización dirigida por Guillermo del Valle.

Pacma –Partido Animalista Con el Medio Ambiente— también se presentará a las elecciones en junio. La formación nació como fuerza fundamentalmente antitaurina y consideran que tienen opciones "muy reales" en las europeas tras adelantar a Podemos en Galicia y con el buen resultado de 2019, cuando obtuvo 294.657 votos. Desde Pacma afirman que la causa animalista, como epicentro y no como asunto tangencial, atrae votos y blinda la fidelidad de sus simpatizantes. Y piensan demostrarlo en las próximas europeas.

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