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Por Andalucía empeora su crisis con una lucha por el control del grupo entre IU-Más País y Podemos

Inmaculada Nieto (IU) y Juan Antonio Delgado (Podemos), portavoz y portavoz adjunto de Por Andalucía en el Parlamento.

La crisis en Por Andalucía se agrava. Tras el estallido del lunes, no hay diálogo entre las partes enfrentadas –IU y Más País por un lado, Podemos por otro–, sino subida de la apuesta y 'más madera'. Podemos ha presentado este martes un escrito en la Mesa del Parlamento reivindicando su mayoría en el grupo Por Andalucía y reclamándole al órgano rector de la Cámara que "retrotraiga" la expulsión de dicho órgano de su diputada Alejandra Durán, indica a infoLibre un portavoz de la formación. Es la reacción de los morados al movimiento del lunes de IU, Más País y otros dos partidos de la coalición de solicitar el relevo de Durán en la Mesa por considerar que Podemos maniobraba con deslealtad y a espaldas al conjunto de la coalición de izquierdas.

A juicio de Podemos, que niega deslealtad, la decisión de relevar a Durán, trasladada a la Mesa de la Cámara por Inmaculada Nieto, portavoz del grupo Por Andalucía (IU), no puede adoptarse contra el criterio de la mayoría del grupo, en manos de la formación morada. El intento de Podemos de devolver a Durán a su puesto se encuentra con la dificultad de que, con el reglamento parlamentario en la mano, es Nieto quien ostenta la representación del grupo. Quienes conocen las reglas de la Cámara pronostican escaso recorrido legal a la iniciativa de Podemos. No obstante, políticamente el mensaje es claro. Ante lo que Podemos considera un ataque, Podemos contraataca.

De momento, este miércoles será Durán la que se siente en la Mesa de la Cámara, que tiene programada una reunión. Es probable que sea la última vez, al menos de momento. Al margen de lo que decida la Mesa, el intercambio de golpes desvela la profundad de la crisis de Por Andalucía. El grupo todavía no ha acordado una normativa interna, pese a que el plazo legal ya ha expirado. Tampoco tiene un acuerdo para que Podemos, que se quedó formalmente fuera de la coalición por haberse presentado fuera de plazo, pueda obtener dinero del grupo, al que le tocan casi 700.000 euros al año.

Ningún partido se muestra partidario de la ruptura; al mismo tiempo, ninguno descarta que haya otro u otros partidos que la deseen, atendiendo a voces de todos ellos. En lo que hay coincidencia es en que la situación complica las ya de por sí nada fáciles negociaciones de cara a las municipales, autonómicas –no en Andalucía– y generales del año que viene.

Una coalición torcida desde su origen

La coalición nacida en mayo para las elecciones del 19 de junio, la primera con Podemos, IU y Más País juntos y con el respaldo de Yolanda Díaz, nació torcida. La negociación, en la que Podemos exigió casi hasta el final que el candidato fuera su diputado Juan Antonio Delgado, fue tan al límite que el partido morado acabó quedándose fuera, al igual que Alianza Verde. Podemos e IU alcanzaron, ya cerca de la medianoche en que se cerraba el plazo, un acuerdo que concedía la cabeza de cartel a Nieto (IU) a cambio de mejores puestos en las listas y en el reparto de poder para Podemos, pero no dio tiempo a plasmarlo en una coalición oficial. Aquel despropósito despliega efectos hasta hoy.

Lo que sí quedó formalmente registrado fue una coalición a cuatro: IU, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz. Así que los candidatos de Podemos tuvieron que ser incluidos como independientes. Era una mala solución, pero una solución al fin y al cabo. Con esos mimbres, en un clima de conflicto y desconfianza, arrancaba la coalición.

Podemos e IU, descontentos

El mal resultado, con cinco escaños frente a los 17 de Adelante Andalucía en 2018, no ayudó a mejorar un clima ya enrarecido. En Podemos surgieron voces que denunciaban una "invisibilización" en la campaña. En las filas moradas cunde desde el origen de la candidatura el malestar por lo que consideran una especie de pinza de IU y Más País, que alcanzaron un acuerdo sobre el nombre –en el que no aparece Podemos–, la candidata –Nieto, IU– y la cabeza de lista por Sevilla –Esperanza Gómez, Más País–. Los morados creen que la primera negociación del nuevo ciclo político, con Yolanda Díaz ya como referente, sienta con esos términos un peligroso precedente de cara al futuro.

En IU y Más País las críticas contra Podemos se han centrado en su forma de negociar "al filo del abismo y a base de órdagos", lo que consideran una estrategia condicionada por los recelos de la dirección estatal al proyecto de Díaz. La sospecha de una voluntad no declarada de ruptura es permanente. En IU, además, creen que la fuerza liderada por Alberto Garzón a nivel estatal es la que más ha cedido. En cumplimiento del acuerdo alcanzado con Podemos justo antes de cerrarse el registro –y que no se llegó a oficializar–, los morados lograron más puestos de salida que nadie, por lo que tienen tres de los cinco parlamentarios, por una de IU –Nieto– y una de Más País –Gómez–. La dirección andaluza de IU de Toni Valero se ha tenido que enfrentar al trago de explicar a la militancia de una coalición histórica y con más de 60 alcaldías que se había quedado con una sola diputada.

Si en Podemos están molestos por cómo fue la campaña, en IU tampoco están precisamente contentos.

El poder en el grupo

De modo que la legislatura arrancaba para Por Andalucía lastrada por la desconfianza y el descontento. Pero, además, lo hacía con un vacío en su propia definición, derivado de su accidentado origen.

Formalmente, la coalición registrada es un acuerdo de cuatro: IU, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz. El problema es que esta coalición formalizada no se corresponde con la coalición política final, en la que Podemos entró de facto consiguiendo tres de los cinco diputados del grupo.

¿Qué hacer ahora? El partido morado pretende que el poder de decisión recaiga lo más posible sobre el grupo, donde tiene mayoría, mientras la coalición reivindica su legitimidad y para integrar a Podemos ha acordado delegar sus decisiones en un equipo con los seis partidos, donde ya están Podemos y Alianza Verde. Para los morados esta fórmula es insatisfactoria, porque le da la misma importancia a todos los partidos.

Una puesto en la Mesa

Oficialmente tanto Podemos como IU y Más País llaman a la calma y evitan hablar de ruptura. Pero, al mismo tiempo, en todas las formaciones hay voces que admiten una crisis de una profundidad que el lunes se hizo ya evidente con la decisión de IU, Mas País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz de solicitar el relevo de Durán (Podemos) como representante de Por Andalucía en la Mesa de la Cámara, para sustituirla por Gómez (Más País). La idea es que el relevo sea "temporal" y Durán recupere su puesto cuando la crisis se solvente, lo que en la práctica supone sujetar su regreso a una negociación, señala un conocedor de la situación. Pero está por ver si hay negociación y cómo termina.

De momento, Podemos se resiste a dar por buena la salida de Durán, como demuestra el escrito de sus tres diputados. A juicio del partido morado, la "mayoría del grupo" debe prevalecer sobre "la decisión unilateral" de Inmaculada Nieto, señala un portavoz de la formación. Aunque el reglamento del Parlamento establece que es el portavoz del grupo quien ostenta la representación, Podemos considera que "hay jurisprudencia" que avala su posición, citando los parlamentos de Cantabria, Región de Murcia y Navarra.

Escritos puestos y retirados

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Por supuesto, todo está marcado por el origen torcido de la coalición y el clima de desconfianza. Pero hay detonantes.

El espacio de seis partidos en el que la coalición ha delegado el poder, a cuyas reuniones Podemos no suele acudir, diseñó este verano una normativa para el grupo, que los diputados morados rechazaron y que no se llegó a presentar en el Parlamento. Lo inaceptable según voces de IU y Más País es que, a primeros de septiembre, Podemos registró, sin avisar al resto de partidos, una normativa distinta que otorgaba el poder de decisión al grupo, donde los morados tienen mayoría. La portavoz del grupo, Nieto (IU), reaccionó y presentó un escrito para invalidar esta normativa. El grupo está ahora sin normativa, a pesar de que el reglamento parlamentario obliga a tenerla un mes después de la constitución de la Cámara, que tuvo lugar el 14 de julio.

En IU y Más País aseguran además que Alejandra Durán, cabeza de lista de Podemos por Granada y representante de Por Andalucía en la Mesa del Parlamento, decidió retirar un escrito presentado por Nieto en el que nombraba portavoz adjunta a Esperanza Gómez (Más País), tal y como había acordado la coalición formalmente constituida, sin presencia de Podemos. Durán lo hizo, añaden, sin informar al resto de partidos. No obstante, finalmente Podemos sí ha aceptado que Gómez sea portavoz adjunta y como tal está reconocida oficialmente, señala un portavoz del partido morado.

Una cuestión pendiente

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Un representante morado señala que es inaceptable que en la toma de decisiones se diluya a Podemos en una mesa a seis, aunque el partido morado e IU tienen más votos que el resto. Además, añade, fueron IU y Más País los que sin que Podemos lo supiera nombraron portavoz adjunta a Gómez, algo que no figura en el acuerdo alcanzado in extremis por los morados e IU. En el partido morado cunde también la sospecha de que IU nunca estuvo conforme con el acuerdo cerrado con Podemos y al quedarse fuera del registro la coalición de seis ha visto una oportunidad de incumplirlo.

Ahí reside parte del problema: Podemos reivindica la vigencia de aquel acuerdo con IU, que le reservaba no sólo cuatro cabezas de lista, la portavocía adjunta y la representación en la Mesa, sino el 60% de los recursos del grupo. Para el resto de partidos ese acuerdo ha quedado superado por los acontecimientos y carece de poder vinculante.

El conflicto ha explotado mientras sigue abierta otra cuestión espinosa: el dinero. Como Podemos no forma parte legalmente del grupo, no le corresponde asignación económica del Parlamento. Y no es poco lo que hay en juego: 57.499,01 euros al mes, 689.9882 al año, son para Por Andalucía. Cuando Podemos se quedó fuera del registro, acordó con IU buscar un "encaje económico", de forma que pudiera beneficiarse de los recursos del futuro grupo a pesar de no formar parte del mismo. Pero tal acuerdo no ha llegado a culminarse. Y no parece fácil ni legal ni políticamente.

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