investigación infoLibre
La catástrofe de cuatro grandes grupos de residencias en Cataluña: 521 fallecidos en sus 31 centros
Cataluña es, después de Madrid, la comunidad que más fallecimientos ha registrado en las residencias de mayores. La Generalitat estima que, hasta el 5 de julio, 4.099 residentes han fallecido con coronavirus o con síntomas compatibles. infoLibre ha obtenido los datos oficiales desglosados por centros y una de las principales conclusiones es que lo ocurrido en los geriátricos de cuatro grandes grupos del sector ha contribuido de forma notable a esa catástrofe humana. Amavir, Ballesol, DomusVi y Sanitas tienen en conjunto 31 residencias en Cataluña y allí han perdido la vida 521 mayores en marzo y abril, los dos meses más duros de la pandemia.
También son muy malos los datos de los 16 geriátricos que gestiona la Generalitat –fallecieron 183 personas– y los de otros cinco grupos locales cuya implantación está en exclusiva o casi por completo en Cataluña: Sophos, Mutuam, Pere Mata, FIATC y Bastón de Oro, que gestionan en conjunto 33 centros, donde murieron 367 residentes en total.
Una congregación religiosa, las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, completa la lista de entidades gestoras de geriátricos con peores cifras: 33 personas fallecieron en sus ocho instalaciones.
Cataluña es la comunidad autónoma que tiene más residencias de toda España, 976, claramente por delante de Castilla y León, donde funcionan 700. Y la inmensa mayoría ha sobrevivido al virus con nota: en 469 centros no se ha producido ni un solo fallecimiento (el 48% del total) y en otros 265 el número de decesos se situó entre uno y cuatro (el 27%). El gran problema ha estado en los 51 geriátricos donde se registraron 20 o más muertes, sumando en total 1.468 víctimas. Traducido a porcentajes: el 5% de las residencias acumularon más del 37% de los fallecimientos [Hay que aclarar que la cifra de 976 incluye únicamente residencias para mayores, no los centros socio-sanitarios, que en Cataluña son un tipo de instalación que está a medio camino entre el geriátrico y el hospital].
Es verdad que estamos hablando de centros que tienen dimensiones muy diferentes. Y obviamente no es lo mismo que el virus cause estragos en un lugar con varios centenares de residentes o en una pequeña residencia. Cataluña, según datos oficiales de la Generalitat, dispone de 57.422 plazas residenciales. Eso significa que la media por geriátrico es de 59 plazas. Pero las medias son muchas veces engañosas. Esa cifra incluye desde los 52 centros que cuentan con 150 o más camas –el mayor, Sanitas Les Corts, tiene autorizadas 308 plazas– hasta los 508 que tienen menos de 50.
Como norma general, las residencias que pertenecen a los principales grupos son más grandes y están situadas en lugares más poblados. Así que a la hora de analizar qué geriátricos han sufrido más con el coronavirus se han tenido en cuenta dos factores: el número de decesos y el porcentaje que representa dicha cifra sobre las plazas autorizadas. En toda Cataluña, fallecieron en marzo y abril 3.891 residentes con covid-19 o síntomas compatibles. Ello equivale al 6,8% de todas las plazas existentes (no siempre están todas cubiertas). En el caso de los grandes grupos, ese porcentaje oscila entre el 9,7% de Sanitas y el 14,5% de Amavir.
El Gobierno de Quim Torra (JuntsxCat) ha intervenido desde el inicio de la pandemia 13 residencias, por la situación crítica en la que se encontraban. Entre ellas está el centro de DomusVi en Ca n’Amell, que es el segundo con más muertes de toda Cataluña (54), y dos del grupo Eulen en Barcelona ciudad: Bertran i Oriola y Mossèn Vidal i Aunòs. Los otros diez centros intervenidos no pertenecen a ninguno de los grandes grupos estatales o locales.
Pese a que Cataluña es una de las nueve comunidades que se negó en su día a facilitar a infoLibre los datos de fallecimientos desglosados por residencias, sí entregó esa información cuando un periodista la solicitó acogiéndose a la Ley de Transparencia. La petición se realizó a principios de mayo.
En su respuesta, la Generalitat aclara que sus datos proceden de dos fuentes: los aportados diariamente por las residencias y los facilitados por las funerarias. Del total de fallecidos, 1.651 tenían confirmado el covid-19 mientras que 2.240 ofrecían síntomas compatibles con el virus.
infoLibre analiza a continuación los datos de 22 grandes grupos o entidades que operan en el sector residencial de Cataluña, además de la Generalitat. Y al final del texto publica un documento con la lista completa de los 507 geriátricos catalanes donde se produjeron fallecimientos entre el 1 de marzo y el 30 de abril.
LOS GRUPOS ESTATALES
AMAVIR: 5 centros, 863 plazas, 125 fallecidos
Amavir tiene cinco residencias en Cataluña con un total de 863 plazas autorizadas. Según los datos de la Generalitat han fallecido allí 125 personas, el porcentaje más alto de todos los operadores estatales en relación con el número de plazas (un 14,5%).
Los peores datos corresponden al centro de Vilanova del Camí (Barcelona), con 50 decesos, localizado en una de las zonas de Cataluña más castigadas por el virus, la Conca d’Òdena. A continuación se sitúan las residencias de Horta (31 muertes) y Diagonal (24), ambas en Barcelona capital, y la de Sant Cugat del Vallès (18). El único geriátrico que no se ha visto afectado de forma significativa es el del municipio de Teià, con dos decesos.
A preguntas de este periódico sobre dichas cifras, un portavoz de Amavir indicó: “Cataluña ha sido la comunidad en la que más incidencia hemos tenido del virus. Con independencia de que alguno de los datos que se reflejan en ese informe no es correcto (en Amavir Vilanova hemos tenido 34 fallecidos por covid confirmado o con síntomas, no 50), la realidad es que hemos sufrido mucho. Uno de los mayores problemas que hemos tenido, además de la falta de material en los primeros momentos, ha sido la sectorización de los centros ante la tardanza en hacer los PCRs. Cuando se han hecho, hemos visto que ha habido un alto porcentaje de residentes y trabajadores que han pasado la enfermedad sin síntomas, que si hubiéramos tenido los tests hubieran variado la sectorización, además en centros tan grandes como los que tenemos allí. En cualquier caso, no queremos dejar de agradecer el apoyo que nos han brindado en todo momento los profesionales sanitarios de CatSalut en esta difícil situación”.
Como explicó infoLibre en un reportaje sobre los principales operadores del sector de residencias en España, Amavir está controlada por Maisons de Famille SAS, una compañía constituida en Francia en 2003 y filial del fondo de private equity Creadev, perteneciente a la Asociación Familiar Mulliez, que cuenta con más de 150 empresas en 50 países. Entre ellas, Alcampo, Decathlon, Leroy Merlin o Norauto. La revista Challenges calculaba en 2019 la fortuna de Gerard Mulliez y su familia en 32.000 millones de euros, la quinta más grande de Francia.
BALLESOL: 5 centros, 766 plazas, 92 fallecidos
Ballesol también cuenta con cinco geriátricos en Cataluña, que disponen en total de 766 camas. El número de fallecidos ascendió a 92, una cifra que equivale al 12% del total de plazas.
Los peores datos corresponden a los centros de Almogàvers (33 decesos) y Fabra i Puig (25), ambos en la capital catalana. En Barberà del Vallès perdieron la vida 22 mayores y en Badalona otros 12.
En el quinto centro del grupo, el de Reus, no se produjo ningún deceso relacionado con el covid-19.
El principal accionista de Ballesol es la aseguradora Santa Lucía, compañía controlada por las familias de Modesto Álvarez Otero, Carlos Javier Álvarez Navarro y José Luis Díaz López. Los dos primeros figuran entre los cien españoles más ricos de la última lista Forbes.
DOMUSVI: 10 centros, 1.457 plazas, 145 fallecidos
DomusVi es la multinacional líder del sector en España y la segunda en Cataluña por número de camas con 1.457 (por detrás de Sanitas). Los 145 mayores fallecidos suponen el 10% del número de plazas que tiene la empresa en los geriátricos catalanes.
La situación más crítica se ha vivido en DomusVi Ca n'Amell, en la localidad de Premià de Mar. Además de los 54 mayores fallecidos, se contagiaron con el virus al menos 65 trabajadores del centro. La situación llevó a la Generalitat a intervenirlo el 16 de abril.
En el geriátrico de Can Buxeres, en Hospitalet de Llobregat, murieron 29 personas. El impacto también fue significativo en las residencias Regina (17 decesos), Sant Jordi (13), La Salut (13) y Claret (11), todos ellos en la capital catalana. En Francesc Layret, propiedad del Ayuntamiento de Barcelona y gestionado por la multinacional, perdieron la vida seis personas.
En tres centros no hubo casi afectación por el virus: en Mont Martí, en la localidad de Puig-reig, y en Bonanova, en Barcelona, hubo un fallecimiento por el virus. En Sabadell Ciutat, ninguno.
El principal accionista de DomusVi es un fondo de inversión con sede en Londres, Intermediate Capital Group (ICG), que controla la mayoría del capital. Otro accionista relevante es Sagesse Retraite Santé (SRS), un “vehículo de inversión” del multimillonario francés y fundador del grupo Yves Journel.
SANITAS: 11 centros, 1.634 plazas, 159 fallecidos
Sanitas es la empresa con más plazas residenciales de Cataluña –la Generalitat es el único operador que le supera ligeramente en número de camas– y también la compañía con el geriátrico que registró más víctimas en los dos meses críticos de la pandemia: 58 en su centro de Les Corts, en Barcelona, que es el más grande de la comunidad autónoma con 308 camas autorizadas. Un hecho más que apuntala la idea de que las residencias gigantes tienen más riesgo de convertirse en una trampa mortal ante situaciones como la vivida con la pandemia.
En total fallecieron en centros de Sanitas 159 mayores, un porcentaje del 9,7% en relación con el número total de plazas (1.634).
Otros cuatro centros de Sanitas tuvieron una importante afectación por covid: en Provença perdieron la vida 29 mayores, en Sagrada Familia 17 y en Consell de Cent 10 –los tres en Barcelona ciudad–, mientras que en el geriátrico de Cornellà de Llobregat fueron 23 las víctimas.
Menor fue el daño causado por el virus en otras dos residencias de Barcelona ciudad –Altanova (cinco decesos) y Bonaire (cuatro)– y en las situadas en Tarragona (siete) y Girona (seis).
Los dos únicos centros que no registraron ningún fallecimiento fueron los de Iradier, en Barcelona, y Lleida.
Sanitas pertenece a BUPA, una multinacional británica aseguradora que no tiene accionistas y se supone que tampoco ánimo de lucro, puesto que los beneficios debe reinvertirlos en la propia compañía.
EULEN: 7 centros, 532 plazas, 44 fallecidos
Eulen Servicios Sociosanitarios explota en Cataluña siete centros que son propiedad de la Generalitat y cuya gestión le fue adjudicada mediante concurso. En total se registraron en esos geriátricos 44 fallecidos, lo que equivale al 8,3% en relación a sus 532 plazas.
La mayoría de las muertes se acumularon en dos residencias: Bertran i Oriola (19 decesos) y Mossèn Vidal i Aunòs (17), ambas en Barcelona y ambas intervenidas por la Generalitat ante la situación crítica que presentaban. De la primera se hizo cargo el Gobierno catalán el 27 de abril y de la segunda el 5 de mayo.
Hace una semana, la Generalitat anunció que suspendía de forma cautelar la concesión a Eulen de estos dos geriátricos, a la espera de que se resuelvan los expedientes sancionadores abiertos contra la empresa por las irregularidades en la atención a los mayores durante la emergencia sanitaria.
En otros tres centros gestionados por Eulen el daño fue mucho menor: en Parc Serentill, en Badalona, y en Comtes d’Urgell, en la localidad de Balaguer (Lleida), perdieron la vida tres personas. Y en Font dels Capellans, en Manresa, murieron dos.
En los geriátricos Serafí Casanovas Sansa, en Sort (Lleida), y Escoles Vell, en Flix (Tarragona), no hubo víctimas por covid.
La administradora única de Eulen es María José Álvarez Mezquíriz, una de las mujeres más ricas de España y que lleva una década en guerra con sus hermanos por el control de esta compañía y de Vega Sicilia.
VITALIA HOME: 5 centros, 845 plazas, 60 fallecidos
Vitalia Home dispone en Cataluña de cinco geriátricos, con un total de 845 camas. En los dos meses críticos de la pandemia perdieron la vida 60 de sus residentes, un 7,1% en relación al número de plazas.
Prácticamente todos los decesos se produjeron en dos residencias: en la barcelonesa de Sants fallecieron 29 personas y en la del municipio de Sant Just Desvern (Barcelona) otras 27.
Los otros tres centros del grupo sobrevivieron al virus con pérdidas humanas mínimas –dos en la localidad tarraconense de Llorenç del Penedès y otras dos en Tordera (Barcelona)– o sin fallecimientos, como ocurrió en Sant Andreu de la Barca (Barcelona).
Como desveló infoLibre, los dueños del 90% de las acciones de Vitalia Home se esconden en seis sociedades de la isla de Jersey, un territorio fiscalmente opaco. El 10% restante del capital está en manos del empresario español Chema Cosculluela.
COLISÉE: 6 centros, 665 plazas, 26 fallecidos
Colisée explota seis centros en Cataluña, algunos de ellos bajo la marca comercial STS. Disponen de 665 camas y en ellos murieron 26 personas. Este último dato supone un 3,9% en relación al número de plazas, lo que está por debajo de la media catalana (6,8%)
El principal problema lo padeció en el geriátrico Jardins de Valldoreix, en Sant Cugat del Vallès, con 17 fallecimientos. En la otra residencia que tiene en la provincia de Barcelona, STS Can Mònic, fueron cinco las víctimas.
El virus causó muchos menos estragos en los cuatro geriátricos del grupo en la provincia de Tarragona: fallecieron dos personas en el centro de Salou y otras dos en STS Cambrils. Y no se perdió ninguna vida ni en Misericòrdia, en Reus, ni en el centro de Roda de Barà.
Colisée también está controlado por un fondo de inversión, IK Investment Partners, con sede en Londres pero que realiza buena parte de sus inversiones desde sociedades creadas en Jersey. Es lo que ocurrió con la compra de Colisée, vehiculada a través de IK VIII Fund.
ORPEA: 3 centros, 424 plazas, 16 fallecidos
Orpea, que es el principal grupo en Madrid, tiene una presencia muy menor en Cataluña. Explota 424 camas en tres centros, donde murieron 16 personas. Un porcentaje del 3,8% en relación con el número de plazas.
En el geriátrico de Ciutat Diagonal, en el municipio de Esplugues de Llobregat, se contabilizaron 10 fallecimientos de mayores con covid-19 o con síntomas compatibles, mientras que en Barcelona Guinardó fueron seis. En las instalaciones de Sant Cugat del Vallès no hubo víctimas por el virus.
El principal accionista de Orpea es un fondo de pensiones canadiense, Canada Pension Plan Investment Board (CPPIB), que tiene el 14,5% del capital.
SACYR SOCIAL: 1 centro, 137 plazas, 14 fallecidos
Tres grupos empresariales dedicados en su origen a la construcción –Sacyr, ACS y OHL– explotan sendas residencias en Cataluña. En los tres casos lo hacen por el método conocido como de “gestión indirecta”, por el que empresas privadas gestionan bienes de titularidad pública.
En el caso de Sacyr Social, se encarga desde el año pasado de la residencia Fortpienc, cuyo propietario es el Ayuntamiento de Barcelona y donde sustituyó precisamente a OHL. En marzo y abril fallecieron 14 de sus residentes, lo que equivale a un 10% de las plazas autorizadas en el centro.
La familia Carceller es la principal accionista de Sacyr –controla un 12,6% a través de Disa Corporación Petrolífera–. Los Carceller evitaron hace unos años ir a la cárcel tras pactar con la Fiscalía un pago de 92 millones tras admitir un delito de fraude fiscal.
CLECE: 1 centro, 50 plazas, 2 fallecidos
Otra residencia propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, la Josep Miracle, la gestiona la compañía Accent Social, filial de Clece, a su vez propiedad del grupo ACS.
Se trata de un centro pequeño, de 50 plazas, que ha pasado la pandemia sin grandes sobresaltos al contabilizar dos fallecidos por covid-19 en marzo y abril.
El principal accionista de ACS es Florentino Pérez (12.5% del capital) y también son relevantes los primos Alberto Cortina y Alberto Alcocer (5%). Los tres son habituales en los primeros puestos de los más ricos de España.
OHL: 1 centro, 90 plazas, 1 fallecido
OHL opera en el sector residencial a través de su filial Ingesan. Esta empresa perdió en 2017 la gestión de cinco geriátricos propiedad de la Generalitat. El Gobierno catalán certificó la existencia de importantes irregularidades, entre ellas dar comida en mal estado a los mayores, no cumplir las ratios de trabajadores por residente e incluso sufrir un brote de sarna en uno de los centros.
En la actualidad gestiona un único centro en Cataluña, el de Poblenou, en Barcelona. Durante la pandemia registró un fallecimiento.
OHL ha estado controlada históricamente por Juan Miguel Villar Mir, pero en mayo de este año vendió una participación significativa a los empresarios mexicanos Mauricio y Luis Amodio, que son ahora los principales accionistas.
CASER: 2 centros, 189 plazas, 2 fallecidos
Caser gestiona dos geriátricos en Cataluña, ambos en la provincia de Lleida, uno en la capital y otro en el municipio de Oliana. En el primero se produjeron dos decesos por la pandemia, mientras que en el segundo no hubo ninguna víctima.
El principal accionista de Caser es la cooperativa suiza Patria Genossenschaft, a través de su participación en la compañía de seguros Helvetia.
LOS GRUPOS CATALANES
SOPHOS: 3 centros, 272 plazas, 48 fallecidos
Sophos gestiona tres residencias y en todas ellas el virus ha causado estragos. En el centro de Barberà del Vallès murieron 23 personas en los dos meses críticos de la pandemia, en el de Sant Joan Despí fallecieron 16 y en el de Sant Vicenç dels Horts perdieron la vida 9. En total 48 víctimas, lo que supone el 17,6% respecto al número de plazas (272), el más alto de todos los grupos analizados.
El administrador único de la compañía es Ignasi Aletà Ferrán, que también ocupa el cargo de vicepresidente de ACRA, la principal patronal catalana del sector (que forma parte a nivel estatal de CEAPs, integrada en la CEOE).
MUTUAM: 12 centros, 848 plazas, 106 fallecidos
Mutuam es uno de los principales grupos sociosanitarios en Cataluña y uno de los que más concesiones tiene por parte de la Generalitat, al gestionar seis residencias de titularidad pública. Sus dos principales dirigentes han tenido un pasado ligado a CiU: el presidente de Mutuam es Josep Arqués Surinyac, que ocupó diversos cargos durante dos décadas en los Gobiernos de Jordi Pujol (entre 1983 y 2003), y el director general es Francesc Brosa, quien durante 23 años trabajó en el Departamento de Salud.
Dos geriátricos de Mutuam han sufrido con especial fuerza la pandemia: Font Florida y Collserola, ambos en Barcelona, que registraron 25 y 24 fallecimientos, respectivamente.
Otros cuatro centros también tuvieron un número significativo de víctimas: Mercat del Guinardó en Barcelona (14 decesos), Jaume Nualart en Cornellà del Llobregat (13), Vila-seca en la localidad tarraconense del mismo nombre (10) y Molí-Vía Favència en la capital catalana (9).
Las residencias que sufrieron algo menos con el virus fueron las localizadas en los municipios de Sant Cugat del Vallès (6 muertes), Manresa (4) y Rubí (1), todos ellos en la provincia de Barcelona.
En tres centros no se registró ningún fallecimiento: La Creueta, en Sabadel, en el de la localidad de Franqueses del Vallès y en el de Girona.
En total perdieron la vida 106 residentes, lo que equivale al 12,5% en relación con el número de plazas (848).
PERE MATA: 9 centros, 781 plazas, 78 fallecidos
Al igual que Mutuam, el grupo Pere Mata es otro cuyos ingresos en el sector residencial provienen en su inmensa mayoría de la Generalitat. De los nueve centros que gestiona, siete son propiedad de la Administración autonómica.
Los geriátricos más afectados fueron el Jaume Batlle de Barcelona, donde fallecieron 21 residentes, y el Onze de Setembre de El Prat de Llobregat, donde murieron 18. También padecieron un duro castigo Alchemika (12 decesos) y Porta (11), ambos en Barcelona.
En el centro de Cerdanyola del Vallès perdieron la vida siete personas, en el de Vallbona –situado en la capital catalana– fueron cinco y en el del municipio de Llinars del Vallès otros cuatro.
En dos residencias del grupo Pere Mata no hubo víctimas: Relat, en Avinyó (Barcelona), y Bellpuig, en la localidad leridana de ese mismo nombre.
Por tanto, en los geriátricos que gestiona Pere Mata fallecieron 78 mayores, un 10% en relación con el número de plazas (781).
FIATC: 3 centros, 458 plazas, 45 fallecidos
La aseguradora FIATC, aunque tiene su sede en Barcelona, opera en toda España. Sin embargo, en el sector residencial sólo tiene tres centros en Cataluña. Son, eso sí, instalaciones grandes que suman en total 458 camas. Allí se han producido 45 decesos, lo que equivale al 9,8% del total de plazas.
El geriátrico más castigado por el virus fue Blau Alameda, en Cornellà de Llobregat, con 30 víctimas. En el centro de Sant Cugat del Vallès fallecieron ocho mayores y en Les Masies, de Mollet del Valles, otros siete.
BASTON DE ORO: 6 centros, 1.001 plazas, 90 fallecidos
Bastón de Oro tiene seis centros en Cataluña y uno en Madrid. Este último protagonizó una polémica en plena pandemia, cuando trascendió en redes sociales que había organizado una fiesta con cochinillo y flamenco incluido en la residencia. Y sin medidas de protección, lo que llevó a la Consejería de Políticas Sociales a investigar los hechos.
Lo cierto es que el grupo que preside Miguel Jiménez Cervera no está para muchas celebraciones. En marzo y abril perdieron la vida 90 residentes que vivían en sus centros catalanes, donde en total explota 1.001 camas. Un porcentaje de fallecimientos del 9% respecto al número de plazas.
El virus ha golpeado con fiereza en tres geriátricos. En Las Acacias murieron 45 personas, lo que convierte a este centro barcelonés en el quinto con más decesos de toda Cataluña. En la capital está también Los Olivos, donde se registraron 26 fallecimientos. En Los Sauces, en la localidad de Sant Boi de Llobregat, fueron 15.
Una situación muy diferente se vivió en las otras tres instalaciones del grupo. En Los Tilos, en Barcelona, perdieron la vida tres mayores; en Les Vinyes, en el municipio de Falset (Tarragona), murió uno, y en Les Alzines, en la capital tarraconense, no hubo ninguna víctima.
FUNDACIÓN SALUD Y COMUNIDAD: 4 centros, 356 plazas, 15 fallecidos
La Fundación Salud y Comunidad trabaja en el ámbito sociosanitario, especialmente con colectivos en riesgo de exclusión social. Tiene su sede central en Cataluña, pero cuenta con delegaciones en otras cinco comunidades autónomas. En el sector residencial lleva cuatro geriátricos, todos ellos de gestión indirecta, ya que son propiedad de la Generalitat.
En esos cuatro centros se produjeron 15 decesos, un 4,2% respecto a las 356 plazas de sus instalaciones.
El virus ha afectado especialmente al centro de Gavà (Barcelona), donde perdieron la vida 11 personas. En La Berneda, en Barcelona, murieron cuatro.
En los centros de Els Arcs, en Figueres (Girona), y de Llúria, en Reus (Tarragona), no hubo víctimas.
VL / FUNDACIÓ VELLA TERRA: 11 centros, 936 plazas, 39 fallecidos
El Grup VL es una de las primeras empresas que se creó en Cataluña para la atención a la dependencia y del mismo forma parte la Fundación Vella Terra. Entre ambas entidades gestionan 11 residencias en la comunidad, tres de ellas propiedad de la Generalitat.
Los geriátricos donde el virus afectó más fueron Les Deus, en Corberà de Llobregat, con 12 fallecimientos, y Pare Batllori, en Barcelona, con 10.
Mucho menor fue el impacto en las residencias de Les Corts en Barcelona (cuatro decesos); Laia, Can Boada y El Mirador, todas ellas en Mataró (tres muertes en los dos primeros centros y dos en el último); Mediterránea IV, en Sant Feliu de Llobregat (tres); Sant Martí, en Arenys de Munt (uno), y Ciutat de Sabadell (uno).
En Campdevànol (Girona) y Vora Balí, en la localidad de Sant Vicenç de Montalt (Barcelona), no se registró ninguna muerte por covid-19.
En total 39 fallecimientos, lo que supone un 4,2% en relación con el número de plazas que gestionan entre VL y Fundació Vella Terra (936).
L’ONADA: 16 centros, 1.236 plazas, 47 fallecidos
L’Onada es el grupo que tiene mayor número de centros en Cataluña, 16, aunque en número de plazas cae al tercer puesto, por detrás de Sanitas y DomusVi. La empresa está dirigida por Cinta Pascual, presidenta de la patronal catalana ACRA y también de las española CEAPs. Pascual intervino recientemente en el Congreso para defender con vehemencia la postura de las empresas del sector. En su opinión, no es el momento de buscar “culpables”, pese a que unos 20.000 mayores que vivían en residencias fallecieron por la pandemia. En muchos casos sin ser ni siquiera derivados a un hospital, algo que Pascual sí denunció en su intervención en las Cortes.
En los geriátricos de L’Onada murieron en marzo y abril 47 personas, lo que equivale al 3,8% del número de plazas (1.236). Un porcentaje claramente por debajo de la media catalana.
Los fallecimientos se produjeron esencialmente en dos centros: en La Sagrera de Barcelona hubo 19 víctimas y en Sant Fruitós de Bages 14. En Parc del Guinardó, también en la capital catalana, fueron 7. Los tres centros son de titularidad pública y gestión privada.
La cifra fue muy inferior en las instalaciones de Alcanar, con dos muertes, y en las de Ulldecona, Riudoms, Caserres, Deltebre y Golden Beach, con una pérdida en cada centro.
En siete residencias no hubo decesos por el virus: Les Garrigues, La Sènia, Domènech i Montaner, Gandesa, L’Ametlla, Tortosa y Can Jorba.
Hay que señalar que L’Onada es uno de los poco grupos –junto a Colisée y Caser– que no tiene en la provincia de Barcelona el mayor número de centros. El grupo de Cinta Pascual explota nueve de sus 16 residencias en Tarragona.
FUNDACIÓN VALLPARADÍS: 10 centros, 780 plazas, 24 fallecidos
La Fundación Vallaparadís forma parte de la entidad Mútua Terrassa y gestiona diez centros en Cataluña, seis de ellos propiedad de la Generalitat. En ellos fallecieron 24 personas, lo que equivale al 3,1% respecto a las 780 plazas que tiene. Es el porcentaje más reducido de todas las empresas o fundaciones con presencia significativa en esa comunidad.
El único centro con una incidencia importante del virus en marzo y abril fue el del Bon Pastor, en Barcelona, donde fallecieron 12 mayores. Esta residencia tiene una historia peculiar: fue uno de los que explotaba OHL-Ingesan, hasta que en 2017 la Generalitat le retiró la concesión. Pero tras salir a concurso, esta compañía volvió a ganar la adjudicación. Tras dos años de lucha, familiares agrupados en la Coordinadora de Residencias 5+1 lograron finalmente que la gestión no quedase en manos de OHL-Ingesan.
Los otros 12 decesos en centros de Vallparadís se produjeron en Sant Joan de Déu en Martorell (cinco), Falguera en Sant Feliu de Llobregat (tres), Casa Vapor Gran en Terrassa (tres) y Cambrils Suite (uno).
No hubo víctimas en los geriátricos de Baix Camp, también en Cambrils (Tarragona); Horta, en Barcelona; L’Ametlla del Vallès (Barcelona); Tossa de Mar (Girona) y Móra la Nova (Tarragona).
LA GENERALITAT
La Generalitat es propietaria de 63 residencias, pero 43 están gestionadas por empresas o fundaciones privadas. Ello da una idea muy clara de lo intensa que es la privatización del sector residencial en Cataluña.
De los otros 20 centros, cuatro los llevan otras entidades de carácter público, y 16 los gestiona directamente la Generalitat. En ellos perdieron la vida 183 personas, un 10,5% respecto a las 1.746 plazas disponibles en esos centros.
La situación fue especialmente crítica en los geriátricos públicos de Sant Llorenç Savall, localidad barcelonesa donde fallecieron 36 mayores, y de Santa Coloma de Gramenet, donde murieron 32.
También se registraron pérdidas considerables en Matarò (22 decesos); Sant Josep en Lleida (21); Puig d’en Roca, en Girona (18); Gràcia, en Barcelona (17); Feixa Llarga, en Hospitalet de Llobregat (13); Terrassa (9), y Mil·lenari, en Barcelona (9).
En tres geriátricos el virus atacó con muchas menos fuerza: Creu de Palau, en Girona (cuatro muertes), Reus (una) y Gran Natzaret, en el municipio tarraconense de Mora d’Ebre (una).
No hubo fallecidos en cuatro instalaciones: Gran Mare de Déu de la Mercè, en Tarragona; Jaume I en L’Espluga de Francolí y Conca de Barberà en Montblanc (ambas localidades tarraconenses), y Sant Roc en Badalona.
HERMANITAS DE LOS ANCIANOS DESAMPARADOS
De las 976 residencias que operan en Cataluña, 56 pertenecen a alguna entidad religiosa, lo que supone el 5,7% del total. Se trata en general de centros pequeños, que salvo en cuatro casos no llegan a las 100 camas, y cuya propiedad está muy repartida entre diferentes órdenes.
Pero hay una que sobresale sobre las demás: las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que en total gestionan ocho geriátricos con 287 camas. Y en ellos se produjeron 33 fallecimientos en marzo y abril, un 11,5% respecto al total de plazas autorizadas.
Los dos centros más afectados fueron el Hogar Nuestra Señora de Lourdes, en la localidad barcelonesa de Sant Just Desvern, y el Llar Sant Josep, en la Seu d’Urgell (Lleida), con 12 decesos en cada uno.
En Nostra Senyora de Queralt, en Berga (Barcelona), murieron ocho mayores. Y en Santa Teresa Jornet, en Aitona (Lleida), falleció uno.
Sindicatos, activistas y políticos advierten de que la situación de trabajadores precarios da lugar a rebrotes
Ver más
No hubo víctimas en los geriátricos de Nostra Senyora de Montserrat, en Palafrugell (Girona); Hogar Santa Teresa Jornet, en Banyoles (Girona); Sardà i Salvany en Sabadell, y Hogar del Santo Cristo, en Igualada (Barcelona).
A continuación, infoLibre reproduce el listado completo de las 507 residencias donde se produjo algún fallecimiento de mayores con covid-19 confirmado o con síntomas compatibles con el virus en los meses de marzo y abril, de acuerdo con los datos oficiales facilitados por la Generalitat.