Referéndum
Las consultas por la república vuelven a Madrid este sábado: "Hay una alternativa viable y en marcha"
"¿El objetivo final de las consultas? Acabar con la monarquía". Elena Martínez contesta entre risas, por la simplicidad de su respuesta, pero con evidente sinceridad. Es una de las portavoces de la consulta sobre monarquía o república que tendrá lugar este sábado en el centro de Madrid y pionera en la puesta en marcha de los referéndums en la comunidad. Un centenar de urnas estarán preparadas en las calles de la capital para recoger la opinión de la ciudadanía ante una pregunta clave: ¿monarquía o república?
Pero la consulta es más que una consulta. Así al menos lo defienden sus organizadores. Es también, dice Luis Gimeno Lopesino, la voluntad de crear un movimiento "unitario, popular, asambleario y republicano". Parece que el objetivo empieza a cuajar, pues la consulta de este sábado bebe de otras muchas anteriores y de todo el trabajo que desde hace más de un año se viene fraguando. Ahora, explica Lucía Nistal, otra de las promotoras del referéndum en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), el propósito atiende a situar, de nuevo, el debate en el centro. "No se puede seguir ignorando", opina la activista.
Los inicios: de los barrios a las universidades
La consulta que prevé llenar las calles de Madrid este sábado llega con el camino a medio recorrer. Y lo hace precisamente un año después de la primera consulta, impulsada en Puente de Vallecas el 23 de junio de 2018. Aquella iniciativa "surgió tras plantear la necesidad de encontrar un punto común" entre las diferentes luchas sectoriales del barrio. Así lo explica Elena Martínez, quien concluye que ese punto era el "tope" que imponía "el propio régimen monárquico". Si el problema era común, relata, entonces tenía que existir una receta también global. La fórmula tenía un nombre: "Proceso constituyente republicano".
El siguiente paso consistió en agendar una asamblea abierta y caminar hacia la consulta. El objetivo en sí mismo era "la organización popular" y el resultado, dice Martínez, "fue un éxito". En dos direcciones: en el seno de la propia organización, donde la implicación de los vecinos permitió la puesta en marcha de la iniciativa, y en la "buena respuesta del barrio participando". La principal enseñanza de aquello fue que "sí hay un interés, hay ganas y se demostró de manera masiva", entiende Martínez.
Después de Vallecas llegaron otros barrios de Madrid y el 2 de diciembre de 2018 se celebraron consultas en cuatro municipios y doce distritos. Entre ellos Leganés. Allí estaba Luis Gimeno Lopesino. "La consulta para nosotros era crear movimiento asambleario en los barrios y pueblos", subraya, "extender la lucha por la república y crear músculo para acercarla a los barrios". Gimeno Lopesino ya había comenzado a tejer esa red allá por octubre de 2017, explica, con "militantes de toda la vida". Entonces la reflexión giraba en torno a un "cambio de ciclo político" que llamaba a "arriesgarse y hacer una propuesta ambiciosa".
Y las expectativas parecen ir cumpliéndose. Desde entonces se han registrado más de medio centenar de consultas en municipios, barrios y universidades de todo el país. Más de cien mil personas han participado, la inmensa mayoría –en torno al 90%– posicionándose a favor de un modelo republicano.
Entre el alumnado de las universidades, las consultas echaron a andar el 29 de noviembre donde se fraguó la propia iniciativa, en la Autónoma de Madrid. Durante el mes de diciembre los alumnos fueron oficiando más de estas votaciones simbólicas sobre la monarquía y no dejaron de hacerlo durante los primeros años de 2019. Explica Lucía Nistal que las consultas que comienzan en Madrid, además, "vienen de alguna manera inspiradas por la gran consulta del 1 de octubre en Cataluña". Que el rey "saliera a alabar la represión también supuso un cuestionamiento a la monarquía", dice la activista.
La iniciativa que ha calado en los barrios y ha movilizado a los estudiantes cristaliza en una nueva asamblea impulsada a finales del pasado abril entre todos los organizadores. Ahí se llega a un acuerdo: celebrar un nuevo referéndum en el centro de Madrid.
El debate en el centro (de Madrid)
Que sea en el Distrito Centro tiene algo de simbólico. "Esta vez queríamos hacer la consulta en el centro con un gran despliegue, para reactivar el movimiento y volver a poner el debate encima de la mesa", comenta Nistal. Gimeno Lopesino también recalca el simbolismo del centro. "Que se haga visible la puesta en duda de la monarquía en el centro neurálgico del Estado", lanza, con el fin de "seguir creando movimiento en el barrio, en la universidad y en el centro de trabajo".
En total, se distribuirán 100 urnas en 81 mesas en zonas como Retiro o Plaza de España, desde las 12:00 hasta las 21:00 horas, cuando comenzará el recuento. Todos los ciudadanos están llamados a participar. Los organizadores han pedido todos los permisos a la Delegación del Gobierno y al Distrito Centro. "Han sido concedidos por escrito, tanto los relativos a las consultas en las meses como a las actividades programadas", dice Nistal.
Mapa de las consultas del 22J.
Aunque el cambio de Gobierno en el Ayuntamiento no pasa desapercibido. Quienes organizan la consulta se admiten vigilantes. "Estamos a la espera de posibles movimientos", reconoce Nistal.
Mujeres, migrantes y trabajadores
Pero el referéndum "además de una consulta es una movilización". Así lo considera Nistal y con ella coinciden los portavoces del movimiento. "Con el paso del tiempo", completa Martínez, "la consulta va a tener un plus". Todo ello unido a que en Madrid existe "un nuevo Ayuntamiento, que evidentemente no tiene la misma concepción democrática", de manera que la jornada de este sábado aspira a ser "la primera gran movilización de defensa democrática" frente al mandato de José Luis Martínez-Almeida.
Y en parte por ese motivo la implicación de diferentes movimientos sociales y políticos no ha dejado de ir a más. La pretensión de involucrar a la ciudadanía organizada ha cristalizado en la celebración de actividades a lo largo de todo el sábado. "Las mujeres, los migrantes, los trabajadores, todos estamos cansados de ser súbditos", subraya Nistal, se manera que se ha generado "mucha confluencia" entre diferentes colectivos sociales.
En la Puerta del Sol tendrá lugar una asamblea de mujeres y otra por la memoria histórica, con diferentes actividades, mientras que en Lavapiés se hará lo propio con colectivos de migrantes. También habrá una "bicicletada para reivindicar otro modelo de ciudad y poner sobre la mesa lo ecológico y sostenible". Los derechos sociales y laborales estarán bien presentes en Tirso de Molina y en la plaza Dos de Mayo habrá actividades de arte urbano –como conciertos y grafitis–. Además, la coordinadora de pensionistas celebrará una manifestación "que va a recorrer varios de los puntos donde hay mesas".
Objetivos y hoja de ruta
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La eterna pregunta para los activistas regresa una vez más este sábado: ¿y luego, qué? "Tenemos intención de continuar y coordinarnos", responde Nistal, quien asegura que tras la jornada pensarán "cómo continuar" y, en el caso de las universidades, reeditar las consultas el curso que viene. Tampoco queda descartada la posibilidad de constituir una coordinadora estatal para reproducir las consultas en otros territorios donde ya comienzan a asomar.
Pero los organizadores no se conforman con el éxito en las calles, quieren también una reacción política. "Todos los partidos, sin excepción, han sacado la cuestión de la agenda", denuncia la activista, y todo ello pese a ser "conscientes de que es una demanda que existe". En ese sentido, "la esperanza no es tanto que nos tutelen un pequeño cambio en los despachos, ni siquiera que quiten al rey y todo siga igual". Los activistas "pelean por procesos constituyentes radicalmente democráticos para decidirlo todo". Y en esa tarea la idea fundamental es "ir construyendo movimiento, visibilizar, poner en la agenda política el derecho a decidir", coincide Gimeno Lopesino, porque "los partidos institucionales no lo tienen como prioridad".
Al final, remata Martínez, la lupa comprende toda una serie de elementos "que empiezan por la monarquía pero que van permeando en todas las instituciones del régimen". En el extremo opuesto, opina la activista, "hay una alternativa que es posible, que es viable y que está en marcha".