EL FUTURO DE CATALUÑA
ERC afronta su congreso entre llamadas a "recoser" un partido en horas bajas y con la sombra de la escisión
Este sábado 30 de noviembre la militancia de ERC está convocada a votar su nueva presidencia y cúpula directiva. No ha habido un Congreso Nacional tan complicado para ERC desde el de 2008. Entonces las candidaturas de Joan Puigcercós y del heredero de Josep-Lluís Carod-Rovira, Ernest Benach, se enfrentaron dividiendo el partido hasta el punto de que hubo dos escisiones, la que llevó a crear el partido Reagrupament y la que creó Solidaritat Catalana.
Probablemente por ello los candidatos de las tres listas con suficientes avales para presentarse a presidir el partido aprovecharon el último debate electoral para rebajar el tono. Oriol Junqueras, candidato por la lista Militància Decidim, habló de “recoser el partido”, de “unir” y de que “más importante que lo que pase el 30 de noviembre” es “lo que pase después del 1 de diciembre”.
A estas frases se ancló en la recta final de la campaña electoral Carme Forcadell, sacudiéndose el fantasma de una posible escisión en el programa Cafè d’Idees de RTVE. “Alguna vez ha pasado, pero yo espero que esta vez no”. “Todos dijeron (durante el debate electoral) que querían recoser el partido”. Una escisión supondría otro mazazo para la formación que gobernó en Catalunya hasta mayo tras ser primera fuerza independentista en votos en 2021. Xavier Godàs, candidato de Nova Esquerra Nacional, recordó que el partido ha perdido 500.000 votantes desde 2017 y también 1.500 militantes desde 2019. Algo que según él evidencia la necesidad de un “nuevo ciclo” que encarna la candidatura que lidera y que tiene el apoyo de Marta Rovira, Pere Aragonès y una buena parte de las caras visibles de ERC.
La otra candidatura que logró suficientes avales para presentarse, Foc Nou, la lidera Helena Solà. Recogió el apoyo de 500 militantes y pese a ser la candidatura más pequeña en diferencia, podría ser determinante si hay una segunda vuelta tras el 30 de noviembre.
El Consejo Nacional del partido creó un reglamento a medida para este congreso. En junio estableció que para ganar en primera vuelta una candidatura debe recibir más de un 50% de los votos de toda su militancia, cifrada provisionalmente en 8.173 personas según fuentes de ERC. Así, la candidatura de Oriol Junqueras con Militància Decidim parte como favorita al haber recibido ya el apoyo de un 31% de sus afiliados con 2.577 avales. Le sigue la candidatura de Xavier Godàs con Nova Esquerra Nacional, que acumuló 1.500 avales y ya advirtió que si hay una segunda vuelta quiere seducir a miembros de Foc Nou.
Para modificar las listas el reglamento ha establecido que hasta siete días antes de la segunda vuelta, el 14 de diciembre, se podrían incorporar hasta 30 personas a las candidaturas, siempre y cuando se mantenga el candidato a presidencia y un mínimo del 50% de los componentes anteriores. Posiblemente, la previsión de una segunda vuelta en la que puede haber nuevos pactos sea otro factor del tono moderado del último debate.
Pese a que quien recibió más azotes fue Junqueras, que se ha alzado como el rival a batir por parte de Nova Esquerra Nacional y Foc Nou, el líder de Militància Decidim aprovechó el escenario para anunciar que si es la candidatura elegida “convocará a las otras candidaturas para reunirse para trabajar en el futuro del país”.
La conclusión en las filas de ERC es que no se pueden permitir perder a más gente por el camino. La guerra de los últimos meses se ha aireado públicamente a raíz de la estructura B del partido y ha avivado la desafección de la militancia. Por ello en el debate del miércoles los candidatos se centraron más en explicar cuáles son sus propuestas y disensos que en atacarse mutuamente.
La relación con el partido socialista
Probablemente uno de los factores de más disenso entre la candidatura de Foc Nou y la de Militància Decidim y también con la de Nova Esquerra Nacional es la relación con el Partido Socialista. Helena Solà quiere volver a preguntar a la militancia si avala el pacto de investidura de Salvador Illa porque “nos hipoteca”, y considera que en realidad es un “acuerdo de legislatura”.
La consulta a la militancia sobre si investir a Illa acabó con una votación muy ajustada en la que ganaron los partidarios del acuerdo, pero más de 2.800 militantes se opusieron al pacto. Una bolsa importante de votantes que podría no encontrar suficientes las exigencias de Nova Esquerra Nacional y de Militància Decidim.
Para Nova Esquerra Nacional la relación con el PSOE pasa por la “máxima rigurosidad” con el cumplimiento de los acuerdos. Xavier Godàs amenazó con que se “tambalearán los gobiernos si no cobramos las facturas”, y recordó que “ERC ha hecho muchos actos de responsabilidad”. Por eso, según él, “el común denominador de la militancia de ERC” está en exigir “máxima exigencia” en el acuerdo, de forma que así se demostrará que paso a paso, “se puede arrastrar el país hacia cuotas de soberanía”.
Tanto la Helena Solà como Godàs recordaron en el debate que Junqueras no ha explicado qué votó en la consulta a la militancia de ERC sobre si avalar o no la investidura de Illa, algo que tampoco no desveló en el debate. Junqueras desvió el tema hacia el cumplimiento del acuerdo. Como hizo Godás, Junqueras vaticinó que, si no se cumplen los acuerdos, “dejaremos caer los gobiernos en todas partes”. Y días antes ya había afirmado que no entrarían en un hipotético gobierno con Illa.
La hoja de ruta independentista
La candidatura más contundente con la hoja de ruta independentista es la de Foc Nou. Para Helena Solà en el momento que el partido “aparcó la independencia” y “comenzó con políticas autonomistas” ERC empezó a perder votos. Para Solà la investidura de Illa supuso “trair” a los militantes, porque “en campaña electoral Illa era un delegado de la Moncloa” y luego el partido “le dio las llaves de la Generalitat”. Para Solà la independencia es clave en su candidatura y aseguró que “no habrá otra investidura en el Congreso si no es a cambio de un referéndum de autodeterminación”.
Para Godàs uno de los puntos centrales que debe tener ERC en esta nueva etapa es “la contribución decisiva al liderazgo del movimiento independentista”, y propone una conferencia de las izquierdas soberanistas para el otoño de 2025 para “sumar alianzas” y “ser más competitivos” de cara a las municipales de 2027.
Finalmente, durante el debate Oriol Junqueras solo concretó que hay que “crear una agenda destinada a los partidos con los que se puede compartir el objetivo independentista”, aunque en su programa electoral hablan de “trabajar para el referéndum inevitable”.
La 'estructura B'
Otro punto de disenso está en cómo abordar la verdad de la estructura B. Este ha sido el tema más espinoso de los últimos meses dentro del partido, que ha llevado a reproches cruzados entre el sector de Marta Rovira y Oriol Junqueras. El expresidente del partido siempre ha dicho que desconocía la existencia de esa estructura, pero un informe filtrado a RAC1 salpicó al líder.
El partido aún debe resolver internamente el asunto y para ello Oriol Junqueras plantea una “Comisión de la Verdad” que no gusta a Nova Esquerra Nacional. Xavier Godàs considera que “deben ser los órganos del partido quienes esclarezcan toda la cuestión” y para ello piden celeridad y rigurosidad. “Confiamos en el partido”, zanjaba el líder de Nova Esquerra Nacional. Por otro lado, Helena Solà de Foc Nou considera que hay que desvincular la comisión de garantías y ética de la dirección del partido.
La presidencia del partido y la renovación interna
Uno de los reproches que más recibió Junqueras fue presentarse otra vez tras llevar al frente del partido tanto tiempo. “Parece que te presentes de nuevo y estos trece años no hayan existido, asumiendo cero responsabilidades en la deriva de votos de estos últimos años”, le atacó Helena Solà, exigiendo “regeneración”. A lo que el expresidente del partido respondía que “se siente responsable” de los años en los que tuvo plenas facultades y no estaba en prisión, pero “menos responsable” de la etapa que va desde 2017. Junqueras defiende que su candidatura lleva 25 de 30 miembros que no han estado nunca en la ejecutiva, y eso “es signo de renovación”.
La candidatura de Xavier Godàs también fue clara en que quiere diferenciar la presidencia del partido de los cargos en el grupo parlamentario de la oposición o en un hipotético gobierno futuro. “El partido será el partido y el gobierno será el gobierno”, un modelo que cree que va a fortalecer internamente. El candidato plantea una reforma estatutaria para que esta formulación sea estructural. A lo que Junqueras respondió que él no puede tener cargos políticos porque está inhabilitado, y eso ya haría separación entre partido y un futurible cargo en un gobierno.
Este 30 de noviembre la militancia decidirá quién de estas tres candidaturas gana la nueva presidencia o si se va a una segunda vuelta. Las diferencias entre unas y otras no son tan abismales, pero el reto es intentar evitar que la batalla desemboque en una mayor desafección o, peor aún, en una escisión.