Extrema derecha

Quién es Giorgia Meloni y sus Hermanos de Italia, la inspiración neofascista de Vox

Giorgia Meloni, presidenta del partido Hermanos de Italia, durante la Asamblea Nacional Confesercenti de 2021.

La dirigente italiana Giorgia Meloni fue la telonera de Macarena Olona en el mitin celebrado este fin de semana en Marbella. Meloni es la líder de Hermanos de Italia (Fratelli d'Italia), el partido postfascista que está compitiendo por el espacio electoral del jefe de la Liga, Matteo Salvini. Su discurso, en el que clamó contra "los lobbies LGBT", la ideología de género", "la cultura de la muerte", "la violencia islamista", "las grandes finanzas internacionales" y "os burócratas de Bruselas", levantó al auditorio de simpatizantes de Vox. También a Santiago Abascal y a la propia Olona, que se prodigaron en abrazos con la italiana.

"Estamos muy agradecidos por tu presencia. Siempre has sido un apoyo para nosotros, siempre has sido una referencia ideológica, una referencia de valentía. Giorgia Meloni no solo es el futuro de Italia, Giorgia Meloni es el presente de Europa. Es la presidenta del grupo de los Conservadores y Reformistas de Europa (ECR) y es quién ha acogido a Vox con los brazos abiertos. Y hoy, Fratelli d’Italia es nuestro partido hermano, el partido con el que nos sentimos identificados. Es un honor que nos acompañes, pero sobre todo un auténtico regalo que nos hayas transmitido tu fuerza". Fueron las palabras Abascal en el citado mitin. Antes, Olona la situó como su "inspiración".

El politólogo Daniel Vicente Guisado, coautor de Salvini & Meloni. Hijos de la misma rabia, explica a infoLibre que Vox "se encuentra atónito ante lo que ha conseguido Meloni en Italia": "Ha adelantado a todos sus compañeros de trinchera ideológica como Berlusconi y Salvini, y ha hegemonizado el debate público en el país. Eso es lo que la extrema derecha española quiere y por eso intenta importar algunas de sus claves", analiza.

Tal y como apunta Laura Méndez, politóloga e investigadora especializada en la extrema derecha a este periódico, Meloni "ha ido ganando popularidad en un momento de refundación del neofascismo italiano": "La extrema derecha hoy no aspira a subvertir un orden desde fuera, ha tomado conciencia de que solo sería posible desde dentro. Meloni representa un neofascismo de corte más social-europeo que liberal-atlantista. La referencia permanente a una 'Europa de los patriotas' (que sacó a relucir en el mitin) no es sino la vieja aspiración de una Europa fascista", señala.

Para Méndez el hecho de que Vox invite a una dirigente neofascista en el contexto de unas elecciones autonómicas "solo demuestra que el objetivo de la extrema derecha en Europa es común": "Este objetivo se centra en una idea que enunció el tea party y apuntaló el trumpismo: la guerra cultural, es decir, la imposición de una visión contrapuesta a cualquier visión progresista del mundo que rescata lo peor del pasado y finalmente, la recesión en materia de libertades públicas".

Los orígenes de Meloni en política

Los inicios en política de Meloni se remontan a su afiliación Fronte della Gioventú –las juventudes del partido neofascista Movimento Sociale Italiano (MSI) fundado en en 1946 por seguidores del exdictador italiano Benito Mussolini– en el 1992, cuando apenas tenía 15 años. Tres años más tarde pasó a formar parte de Alianza Nacional (AN), una evolución moderada del MSI. En 2008, y tras ejercer como periodista unos años, acabó siendo la ministra más joven de Italia en el Ejecutivo de Silvio Berlusconi, donde ocupó la cartera de Política Juvenil. 

En 2012 trató de impugnar el liderazgo de Popolo della Libertà (una coalición entre AN y Forza Italia) a Angelino Alfano. "Su principal crítica es que esa corriente se había moderado y vendido a Berlusconi", explica Guisado. El año siguiente fundó Fratelli d’Italia, un nombre tomado de las palabras del himno nacional italiano. En los comicios generales de 2013 la formación obtuvo el 2% y nueve escaños. "Ella reivindicaba el alma de Giorgio Almirante, el líder de MSI que tuvo un cargo relevante en la República de Saló tras la ocupación nazi-fascista, frente a la de Gianfranco Fini, que fue el que moderó el partido en AN", prosigue el politólogo.

Méndez se detiene en los vínculos del entorno del Movimiento Social Italiano con el terrorismo de extrema derecha en los años de plomo. "El partido de Meloni es heredero de un pasado (el régimen fascista de Mussolini) como lo es Le Pen de la tradición más reaccionaria de Francia (antisetimismo y colaboracionismo)", explica. En ese sentido, expone que La Liga de Salvini "ha tenido que construir una retórica, también mirando al pasado, pero este fenómeno es fruto de la descomposición democrática italiana".

Guisado sostiene que el principal capital político de Meloni es que "ha podido gobernar muchas veces, pero siempre se ha mantenido 'fiel' y 'pura'. "Rechazó gobernar con Salvini en 2018 y en 2021 con Draghi. Esto le ha hecho ganar muchísimos apoyos. En un país en el que impera el transformismo por tocar o mantener el poder, ella se mantiene recta", señala. Asimismo el politólogo cree que también ha influido en su ascenso el hecho de venir de una familia monomarental y sin muchos recursos. “Ella nació en el barrio de Garbatella (un barrio humilde de Roma) y sabe lo que es trabajar desde joven. A diferencia de lo que sucede con Vox, donde abundan los apellidos compuestos, las grandes herencias y capitales, sus orígenes sí calan mejor entre la gente más necesitada. Hay más predisposición a creérsela".

Una argumentación que completa Méndez. "Sus orígenes humildes le permiten presentarse como una mujer sencilla, alguien en quien la gente corriente pueda verse reflejada y que contrasta con las estridencias de un Salvini lastrado por sus vínculos con Putin", resume la politóloga. 

Las diferencias con Vox

Guisado apunta que Vox trata "erróneamente" de copiar algunos mantras a Meloni que no se sostienen en España, especialmente en el ámbito económico. Para ejemplificar señala que “Fratelli no es un partido que tenga medidas de 'izquierda', pero sí proteccionistas, soberanistas monetarias, etcétera, a diferencia de Vox". Para el politólogo las posiciones de la extrema derecha española en el ámbito económico se asemejan más a las de la Liga de Salvini: "Él, al nacer al calor de las demandas de las clases del norte del país apuesta más por impuestos bajos como Berlusconi, desregulación, etcétera"..

Esto se aprecia claramente en el discurso que Meloni enarboló el domingo en Marbella: "La izquierda es el brazo armado de los intereses de las grandes concentraciones económicas, le ha tendido alfombras rojas sabiendo que esa mano de obra barata competiría a la baja con nuestros trabajadores. Esa no es solidaridad. Para ellos serán nuevos esclavos a explotar", señaló. Sin embargo, el politólogo cree que esas palabras no tienen eco en la derecha española. "La derecha sociológica no es chovinista. No quiere impuestos. Ni siquiera es crítica con la UE como en Francia o Italia", resume.

El politólogo explica que el neofascismo italiano ha evolucionado hace tiempo "del anticomunismo al antiglobalismo o la antiinmigración": "Ellos se mueven en coordenadas completamente distintas. El PD [PSOE italiano] no es malo porque sea comunista o se entienda con ellos, es malo porque se ha vendido a las élites, a Soros, a la Unión Europea, porque abre la frontera a la inmigración irregular... La extrema derecha italiana evoluciona mientras Vox sigue en 1936. En España nadie sabe quién es Soros", zanja.

Asimismo, Guisado mantiene que "Vox surge por Catalunya y no sale de ahí: del centralismo, el antiseparatismo, la antiizquierda…": "Son beneficiarios y presos de la cuestión territorial, y eso a Meloni no le ocurre. Ella no critica las demandas territoriales, que las hay, pero menos fuertes que aquí, ella critica la casta política, el pensamiento uniforme, la diversidad, el establishment, la UE...".

Vox busca activar el voto femenino

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La dificultad de los de Santiago Abascal para motivar a las mujeres a votar sus candidaturas se aprecia mejor si se comparan sus cifras con las de los demás partidos. Los últimos datos del CIS revelan que hay más mujeres que hombres que prefieren a formaciones como el PSOE o el PP, con una diferencia que ha ido a más de manera sostenida desde el pasado verano y que no tienen parangón con ninguna otra fuerza política.

"Meloni está a años luz en la captación de voto de mujeres", señala con contundencia Guisado. La italiana "critica el feminismo de la izquierda por querer borrar la identidad y la familia, pero no lo critica como hizo Olona hace poco en el Congreso porque empuje a las mujeres a crecer profesionalmente". Asimismo, señala que la italiana es "mucho más fina" en el toque maternalista. "Ella no critica a las mujeres por abortar, sino a la sociedad por no dar herramientas para que estas no aborten. La culpa es redirigida. Choca bastante con lo que Vox comentaba el otro día criticando que no se pueda decir 'Ese sí que es un cuerpo y no el de la Guardia Civil'"

Por su parte, Méndez asegura que Vox "es consciente de que para convencer a más mujeres necesita evolucionar del antifeminismo más férreo de Meloni". "Tanto la extrema derecha que habla de 'natalidad nacional' como la izquierda conservadora y moralista entienden la maternidad una dimensión puramente nacionalista. Desde esta óptica, el feminismo sería un movimiento orientado a destruir el tejido de la vida familiar y al que la sociedad debe responder incentivando la natalidad".

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