"Serviría para cualquier evento sin reivindicación": la campaña de Almeida para el Orgullo no gusta al colectivo
Un año más, las fiestas del Orgullo LGTBIQ+ de Madrid (MADO) vienen marcadas por las críticas a la gestión del Ayuntamiento de José Luis Martínez Almeida. Las asociaciones denuncian que se está tratando de invisibilizar las señas de identidad del colectivo con los diseños de la publicidad institucional.
Claveles de colores, abanicos, un corazón y ningún rastro de la bandera o el arcoíris habitual. En los carteles no aparece ninguna de las siglas LGBTIQ+ y el lema elegido este año por el Ayuntamiento es “Madrid te quiere, ames a quien ames”.
Los partidos de la izquierda y representantes del Orgullo han reaccionado negativamente a la campaña. Ronny de la Cruz, presidente de COGAM, lo deja claro: “No reconozco al colectivo en estos carteles, esta campaña podría servir lo mismo para San Isidro o cualquier otro evento sin reivindicaciones”. Además, De la Cruz recuerda que “los símbolos son clave para visibilizar y hay que respetarlos”.
Uge Sangil, presidenta de la FELGTBI, explica que esta publicidad “no representa la diversidad ni al colectivo”. La gran crítica de este año es su ambigüedad y cómo pasa desapercibida: “No es colorida, ni vistosa”. “La manifestación y los actos del MADO son una puerta abierta a la ciudadanía para que Madrid crezca dentro del respeto y la diversidad”. Sangil opina que con esta campaña tan poco llamativa “el Ayuntamiento no está apostando por ello”.
En relación al lema escogido por el equipo de Almeida, De la Cruz considera que se están dando pasos atrás: “No se trata solo de amar, sino de ser, y con este lema se queda muy corto”. Sangil, además, estima que “se trata de hablar del reconocimiento de los derechos del colectivo LGBTI+, y sobre todo en la acción de las políticas públicas para que el colectivo sea aceptado en la sociedad”.
José Mola es periodista, maestro en estudios LGBTI+ y autor del libro Memorias de Shanghái: 30 años de historia LGBTIQ en España. Él considera que el diseño de los carteles responde a “una expresión artística de la bandera, en la que sí se recogen los colores de interseccionalidades reconocidas más recientemente por el colectivo, como el negro o el marrón”. Aún así, reconoce que, en el contexto actual, hay que preguntarse si detrás de esta decisión del Ayuntamiento puede haber una intencionalidad de invisibilizar al colectivo. “Nos encontramos en una situación en la que muchos gobiernos están atacando los derechos LGTBIQ+, es el caso de Valencia o del último cartel que ha colgado Vox en Madrid”.
En contraposición a la actitud del Ayuntamiento que cada año, poco a poco, quita los colores del Orgullo, Sangil celebra que los madrileños “reflejan la diversidad en las calles”: “Siempre que voy a Madrid digo 'huelo a Orgullo'. Por los colores, la vida, las banderas… Este año huele un poquito menos a Orgullo y huele algo porque la sociedad pone sus banderas en los balcones, en los comercios”. Esta edición, a pesar de que las instituciones han reducido la visibilidad de la celebración con este tipo de campañas, la gente sigue mostrando su apoyo tiñendo sus balcones con banderas arcoiris.
A preguntas de infoLibre, el Consistorio incide en que "los elementos que componen la campaña (claveles y abanicos) incluyen todos los colores que dibujan la bandera LGTBI", mientras que los carteles cuentan con las palabras Madrid y Orgullo, "las mismas que emplean los organizadores en su campaña de las fiestas de este año, que, a su vez, forman el acrónimo MADO". En cualquier caso, señalan las mismas voces, la campaña "cuenta con el visto bueno de los organizadores de MADO 2023".
Ausencia de Almeida en la presentación del Día del Orgullo 2023
El pasado martes 20 de junio, en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, se presentó la programación del MADO 2023 con la programación de todas las actividades de la semana del 23 de junio al 2 de julio.
En la rueda de prensa participaron varios representantes políticos de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento, pero ni rastro de Almeida. De los últimos 20 años, es el primer alcalde que no se reúne con las asociaciones. “Desde del primer año que Almeida es alcalde le hemos pedido varias reuniones y nunca nos ha recibido”, remarca Sangil. “Que el señor alcalde no se reúna con los organizadores de las manifestaciones y actividades de Madrid tiene que ver con que cada año la visibilidad que da el Ayuntamiento al Orgullo se ha ido apagando poco a poco”.
“Nos oyen, pero no siempre nos escuchan”, Ronny de la Cruz asegura que, aunque la relación es de cordialidad, “incluso con Ana Botella, con quien las conversaciones fueron complejas y tensas, el Ayuntamiento participaba y aportaba económicamente más a la organización del Orgullo”. Desde FELGTBI, también denuncian la falta de financiación. Sangil explica que el Ayuntamiento se limita a dar los permisos para organizar los eventos.
Tanto Más Madrid como el PSOE han instado al alcalde a aclarar si va a asistir o no a alguno de los actos convocados para esta semana. Además, le afean la decisión de haber vuelto a negarse a colocar la bandera arcoíris en la fachada de Cibeles. La justificación del equipo de Almeida es la misma que el año pasado: “Se va a iluminar el edificio y la fuente” y se escudan en una sentencia del Tribunal Supremo de 2020, en la que se prohíbe la colocación de banderas no oficiales en edificios públicos.
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De la Cruz cree que es un error y que el Ayuntamiento debería colgar la bandera para demostrar, como dicen, que apoyan al colectivo. Mola considera que “se trata de una decisión torpe, que hoy en día no tiene sentido, porque ha quedado claro este mayo que hay una parte importante de la sociedad LGTBIQ+ que vota al Partido Popular”. Aún así, recuerda que a los conservadores “históricamente les ha costado abanderar todo lo relacionado con el colectivo y han preferido mantener un perfil discreto y poco orgulloso”.
Un MADO en campaña electoral
El Orgullo de Madrid llega este año en un contexto peculiar: hace unas semanas se produjeron las elecciones autonómicas y municipales, en las que arrasó la derecha y Vox se hizo con la llave para conformar muchos gobiernos. Además, en unas pocas semanas, España se enfrentará a unas elecciones generales anticipadas.
Las celebraciones del Orgullo coinciden, por consiguiente, con la precampaña electoral. Los colectivos organizadores del MADO han anunciado que esta celebración será una de las más reivindicativas de los últimos años. Desde COGAM están pidiendo que se tenga muy presente el 23 de julio y que se haga una reflexión sobre “qué partidos y proyectos defienden al colectivo y quieren avanzar en las políticas que necesitamos”. Sangil remarca que “las organizaciones LGTBIQ+ somos también organizaciones políticas y animamos a que vote todo el mundo“. “El Orgullo es un acto político, para celebrar los derechos que hemos conseguido”, concluye la presidenta de FELGTBIQ+.