Lobato hace frente con Tudanca: los críticos con Ferraz rompen el clima de unidad que busca Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tenía una de las comparecencias más esperadas en el Congreso este martes por la mañana. El tema de la migración impacta de lleno en el debate público, siendo el primer problema del país para los ciudadanos, según el CIS. La derecha y la ultraderecha aprietan con sus palabras al estilo Le Pen. En La Moncloa llevaban días trabajando en el discurso del jefe del Ejecutivo de manera minuciosa. Y, además, el clima político está caldeado con la reforma de la ley que conmuta penas a presos etarras.

Día de cierre de filas. Pero en el pasillo del Congreso empezaron a correr como la pólvora entre periodistas y diputados socialistas unas declaraciones que llegaban a la misma hora que Sánchez estaba estaba en la tribuna de oradores. El líder del PSOE de Madrid, Juan Lobato, decía en una entrevista en Onda Cero con Carlos Alsina: “Entiendo perfectamente a Luis Tudanca, me solidarizo con él”.

De esta manera el secretario general del PSOE-M se posicionaba de manera directa en la guerra abierta contra Ferraz por parte del PSOE de Castilla y León, que por el momento ya ha supuesto la suspensión de las primarias exprés que buscaba Luis Tudanca. Dirigentes socialistas enmarcan además el contexto de que fuera a hacer estas consideraciones con Alsina, un periodista muy crítico con Sánchez y que había entrevistado los días anteriores al dirigente de Burgos y al alcalde de León, José Antonio Díez, que acusó en las ondas directamente al ‘número tres’, Santos Cerdán, de “jugar sucio”.

Lobato no se quedaba sólo en ese apoyo a Tudanca, sino que confesaba que se sentía víctima de filtraciones contra él. Y revelaba que también había pensando en adelantar las primarias del PSOE-M a pesar de las directrices de Ferraz: "No lo habíamos decidido, pero sí nos lo habíamos planteado simplemente por seguir el modelo de la última vez".

Ferraz quiere evitar el ruido

La orden de Ferraz, desde que se abrió el proceso para el congreso de Sevilla del 29 de noviembre al 1 de diciembre, es clara: hay que centrarse en el cónclave nacional, llegar con la máxima unidad y celebrar posteriormente las citas para renovar liderazgos territoriales. Pero en algunas federaciones los nervios se han desatado, especialmente en aquellas donde sus líderes no tienen consigo repetir o en las tradicionales críticas que está revolucionadas con el acuerdo de financiación singular con Cataluña.

Por eso, la distancia ha emergido entre Ferraz con Juan Lobato, Luis Tudanca y Miguel Ángel Gallardo (Extremadura). En los despachos en La Moncloa y en Ferraz son conscientes que desde esas federaciones hay críticas en público y en privado. Esas autonomías ponen en el disparadero principalmente a Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE. Y miembros de ellas apuestan claramente por la salida del navarro de su despacho en Ferraz.

En Ferraz no quieren levantar la voz en estos momentos, pero el enfado en privado es manifiesto. Sánchez había planeado un congreso clave para renovar la hoja de ruta y la dirección con la idea de tomar aire tras el exhausto ciclo electoral y afrontar la complicada etapa que afronta para aguantar la legislatura. Pero la música melodiosa se ha convertido en hard techno en algunas federaciones. Y ese ruido que quería evitar está siendo amplificado por algunos barones.

El proceso de delegados se había solventado bastante bien al contrario que en otros congresos anteriores, donde habían sido campo de batalla casi de primarias. Este lunes Ferraz hizo público que el 94% de las candidaturas llegan a Sevilla de manera consensuada por sus federaciones, a excepción de listas divididas en Huesca, La Gomera, Zaragoza, Cantabria y Segovia.

La sombra de Page y Lambán

A pesar de ese dato, el ruido está instalado en el partido por los barones que sienten que pueden perder su silla tras Sevilla y por los clásicos críticos Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) y Javier Lambán (Aragón), que no han avalado la candidatura del propio Pedro Sánchez para la reelección como secretario general y que siguen criticando constantemente el pacto sobre financiación singular de Cataluña. Ese será precisamente el gran reto de acuerdo que tendrá el cónclave socialista después de que pasara el trámite del Comité Federal con la idea de llegar a un acuerdo entre todos.

Lobato, además, está “despistando” a Ferraz y a muchos dentro de su federación. “Un día defiende a Sánchez a muerte y al día siguiente a Alsina a apoyar a Tudanca”, reflexiona un alto dirigente del PSOE. Pero la sensación que se abrió este martes entre socialistas madrileños es que no tocaba hacer eso. “Ha cruzado el Rubicón”, indica otro destacado miembro del partido a nivel regional.

La contrarréplica a Lobato se la dio el delegado del Gobierno, Fran Martín, que está en las quinielas también para liderar el PSOE de Madrid. Defendió que Ferraz “ha clarificado de una manera adecuada, como correspondía, cuál es el orden de los procesos orgánicos”. "Ha habido una discrepancia en la interpretación, se ha clarificado y, por lo tanto, creo que lo que corresponde es aplicarlo sin generar más ruido al respecto, que creo que no favorece absolutamente a nada ni nadie", resaltó.

Nervios en varias federaciones

A raíz del pulso de Castilla y León, la Comisión de Éticas y Garantías del PSOE dictaminó que las primarias regionales deben hacerse después del congreso federal de Sevilla, porque se deben entender dentro del proceso congresual a celebrar en las autonomías durante los noventa días posteriores. Los críticos, en cambio, recuerdan que esa resolución fue firmada solamente por un trabajador de Ferraz y que hay precedentes como hizo la propia Castilla y León antes del congreso de Valencia en 2021.

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Madrid y Castilla y León se dirigen hacia batallas en las primarias, aunque no se haya visualizado todavía una candidatura alternativa. Dentro de los críticos, en Aragón habrá renovación sí o sí porque Javier Lambán dejará el puesto y ahora la gran duda es a quién presentarán sus afines y si la ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, dará el paso adelante alentada por Ferraz. En Castilla-La Mancha se centra el ruido en la financiación catalana pero no hay campo sembrado para presentar a alguien contra Emiliano García-Page, que tiene mayoría absoluta en su tierra.

Extremadura se ha convertido en un gran interrogante en estos momentos. Su actual líder, Miguel Ángel Gallardo, llegó al poder en marzo de este año en sustitución de Guillermo Fernández Vara. Pero se ha convertido en uno de los barones más disconformes con el pacto entre el PSC y Esquerra Republicana. No esconden la distancia en Ferraz y en la sede extremeña durante este tiempo. Nadie descarta que se intente impulsar otra alternativa en el próximo congreso. 

En cambio, la historia se está sucediendo de manera contraria en el sur. Al arrancar el proceso congresual Juan Espadas era el barón que estaba más en el limbo. El propio jefe del Ejecutivo se refirió a Andalucía como uno de los principales problemas después de las elecciones europeas. En el partido se instaló la sensación de que el exalcalde de Sevilla estaba de salida, pero ahora varios gestos apuntan la posibilidad de que se mantenga como haber sido elegido presidente del cónclave federal.