La industria de la guerra
El nuevo encargo a Navantia que nadie critica: Trump prorroga el contrato de mantenimiento en Rota de los destructores del escudo antimisiles
Resultado de la reciente venta de 400 bombas a Arabia Saudí: vendaval político, contradicciones en el Gobierno de Pedro Sánchez, una ministra (Margarita Robles, de Defensa) desautorizada por el presidente, debate nacional sobre la exportación de armas, especialmente a países en conflicto.... Resultado de la prórroga del contrato de mantenimiento de cuatro destructores del escudo antimisiles de la Marina de Estados Unidos desplegados en Rota: nada. El silencio. No hay mayor polémica. Asentimiento general. ¿Qué ocurre? ¿Es tal la precisión del armamento estadounidense en la base naval que a la postre es casi inocuo, como dijo la ministra Isabel Celaá de esas bombas inteligentes que "no se van a equivocar matando a yemeníes"? No, están lejos de ser inocuos. Los destructores estadounidenses desplegados en Rota que Navantia ha acordado mantener son armamento en primera línea de las tensiones bélicas mundiales.
Es obvio que la democracia estadounidense, por más que hoy esté liderada por un presidente belicista dado al desafío a sus propios socios de la OTAN, no es comparable a la dictadura saudí, a la cabeza en todas las alertas de las organizaciones defensoras de los derechos humanos. Eso explica en parte el contraste entre una reacción social y otra. También pesa la proximidad de las elecciones autonómicas andaluzas, previstas para marzo y que pueden adelantarse, escenario que hace desaconsejable criticar políticamente un acuerdo anunciado el lunes y que implica 3,1 millones de horas de trabajo para la Bahía de Cádiz, 1.000 empleos directos en la empresa pública Navantia y 4.000 en la industria auxiliar. Pero, al margen de estas diferencias, los buques en cuestión –que cuentan en su despliegue con el apoyo permanente de fragatas locales– son armas de enorme potencia desplegadas en Rota en el marco de una creciente tensión bélica internacional a la que España se ha sumado con entusiasmo.
Aunque las imágenes más recordadas de José Luis Rodríguez Zapatero en relación con la guerra son su gesto de no levantarse al paso de la bandera de Estados Unidos y la retirada de las tropas de Irak, el presidente socialista hizo una aportación decisiva al papel de España a la "guerra contra el terror" impulsada por George W. Bush y mantenida en lo esencial por Barack Obama y Donald Trump: la incorporación de nuestro país al escudo antimisiles, expresión de las tensiones entre la gran potencia atlántica y sus adversarios globales, especialmente Rusia, Irán y Corea del Norte. "La base aeronaval de Rota ha alcanzado una gran importancia desde el punto de vista militar desde que se instalase el componente naval del escudo antimisiles [...]. Esto hace aumentar el tráfico de barcos de guerra estadounidenses y no es descartable que algunas naves puedan llevar armamento nuclear", señala el informe Treinta preguntas sobre la OTAN treinta años después del referéndumTreinta preguntas sobre la OTAN treinta años después del referéndum, del Centro Delàs de Estudios por la Paz.
Cuatro destructores Arleigh Burke
En el marco de este acuerdo llegaron entre entre 2014 y 2015 cuatro destructores clase Arleigh Burke: USS Ross, USS Donald Cook, USS Porter y USS Carney. "Dentro del escudo antimisiles, hay sistemas terrestres y navales. Este es un sistema naval que complementa al existente en países como Polonia [y República Checa]. Básicamente consiste en un sistema de mando y control que tiene capacidad para seguir simultáneamente más de 200 objetivos, para detectar un ataque y orientar a los aviones para que respondan a ese ataque. Los buques se mueven por el Mediterráneo, pensando no sólo en Oriente Próximo, sino también en África, dado que Estados Unidos tiene el mando del Africom", explica Jesús Núñez Villaverde, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria. Los destructores cuentan con el conocido como "sistema Aegis", que integra radar, lanzadera vertical de misiles y misil interceptor con un alcance de 500 kilómetros. Los buques con base en Rota han participado en ataques contra Siria.
"El componente Aegis capacita a los barcos para usar la tecnología hit to kill de interceptación y destrucción de misiles de corto y medio alcance. También les permite hacer el seguimiento y vigilancia de misiles balísticos intercontinentales [...], e interceptar un misil durante las fases media y final de su trayectoria dentro de la atmósfera", señala el informe Escudo antimisiles en la base de Rota. Un paso más en la militarización mundialEscudo antimisiles en la base de Rota. Un paso más en la militarización mundial, del Centro Delàs. Dicho informe señala a tres empresas especialmente beneficiadas por la construcción de estos buques: Lockheed Martin, Raytheon y Northrop Grumman. "Empresas que han estado siempre muy bien representadas en los dos influyentes comités federales, la Defense Policy Board y la Defense Science Board, que asesoran al Departamento de Defensa de EEUU sobre estrategias, políticas y programas de defensa. La mayoría de los miembros de estos comités son altos cargos de las empresas del sector de defensa. Es muy habitual que las recomendaciones de estos comités se conviertan en la solución definitiva y sean implementadas por el Gobierno", señala el informe.
Carrera armamentística
El investigador en seguridad y defensa Guillem Colom explica en su informe La geopolítica de las bases miliares, publicado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos, que los destructores tienen la tarea fundamental deproporcionar cobertura antimisil. El despliegue en Rota permite mantener "dos buques en patrulla permanente en el teatro de operaciones, limitar los costes de desplazamiento e incrementar la cobertura antiaérea y antimisil de nuestro país", añade dicho informe, que sitúa el escudo antimisiles como una respuesta al "arco de inestabilidad que comienza en la orilla sur del Mediterráneo y se extiende hacia el Golfo de Guinea". "Rota continuará siendo vital para proyectar nuestra fuerza en anticipación o respuesta a cualquier crisis", señala. Hay quien lo ve justo al revés. Es decir, que el escudo antimisiles no protege a España, sino que la sitúa en primera línea del conflicto global. Según el Centro Delàs, entre los efectos negativos del despliegue del escudo está la "revitalización de la carrera armamentística",que convierte a España en "objetivo militar de primer orden".
Con la sangrante guerra siria desplegando consecuencias a nivel global, con Irán en el centro del tablero tras la ruptura por parte de Trump del acuerdo de desnuclearización, las tensiones entre Estados Unidos y Rusia se disparan. El despliegue del escudo antimisiles en bases como Rota contribuyó a ello al suscitar la respuesta de Putin. El propio informe La geopolítica de las bases miliares así lo indica. Moscú –apunta el análisis– respondió al incremento de la presencia aliada en el Mediterráneo, "especialmente la decisión de emplazar cuatro destructores Arleigh Burke en la base de Rota", con la organización de una task force en el mismo arco. El Gobierno de Zapatero anunció el despliegue en Rota del escudo antimisiles en 2011. Dos años después, Rusia concretaba el recrudecimiento de su presencia en el Mediterráneo. "Dependiente de la Flota del Mar Negro, esta fuerza con reminiscencias de la 5ª Flotilla soviética (aunque con la mitad de efectivos) comenzó a navegar de forma continuada en el Mediterráneo Oriental en 2013", señala el informe del Instituto Español de Estudios Estratégicos.
Más allá del indudable impacto laboral de la prórroga del contrato de mantenimiento hasta 2020, que eleva la inversión total a 261 millones de euros, son indudables las implicaciones bélicas de su despliegue. No obstante, todo han sido parabienes sin matices. Por supuesto Navantia, una de las principales empresas españolas del negocio de la defensajunto a Airbus e Indra, ha celebrado el contrato: "La Marina estadounidense es uno de los clientes más exigentes que tiene Navantia, por lo que esta prórroga del contrato puede interpretarse como un éxito. El desempeño realizado por la compañía es evaluado semestralmente por la US Navy, habiéndose alcanzado una calificación de excepcional para todos y cada uno de los periodos examinados hasta la fecha". También la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que en declaraciones a Radio Cádiz calificó la prórroga de "positiva" para la provincia de Cádiz y afirmó que era "señal del buen concepto del trabajo de Navantia". Este lunes, el mismo día en que se anunciaba la prórroga, la agencia de promoción empresarial de la Junta Andalucía hacía público que la industria de seguridad y defensa en la comunidad factura 3.000 millones de euros.
Más peso militar en la UE y la OTAN
Pero el contrato implica algo más que un éxito económico y oportunidades laborales. Se trata de cuatro buques significativos en la aceleración de la carrera armamentística a nivel global. Y España cabalga a lomos de la misma.
Rota, mientras sigue perdiendo empleo civil español, ya se ha convertido un bastión del escudo antimisiles, que crispa las relaciones de Occidente con Rusia, y es punto de partida de los ataques de Estados Unidos en Siria. Y Morón es clave para las intervenciones de los marines en el Mediterráneo Occidental, el Magreb y el Sahel.
La base gaditana, que ya es crucial para Estados Unidos, será también un terminal estratégico de la UE con el mando de la operación europea Atalanta de lucha contra la piratería en el Cuerno de África. España es el único Estado europeo que ha participado en todas las operaciones de la UE: Atalanta, Sophia (frente a las costas Libias), Somalia,República Centroafricana, Mali y Bosnia. España también ha ambicionado ser un punto de referencia clave del Comando África de Estados Unidos, el conocido como Africom, con cuartel general en Stuttgart (Alemania), pero hasta la fecha nada se ha concretado.
Además España, que empuja para ganar peso en la geoestrategia de la OTAN y la UE, ya es el principal aportador de soldados en las misiones comunitarias. Cuando se materialice el Brexit, en marzo de 2019, Northwood (Reino Unido) dejará de ser uno de los cinco cuarteles generales estratégicos de la Unión Europea junto a París, Roma, Postdam (Alemania) y Larissa (Grecia). Habrá un vacío que llenar. Previsiblemente le tocará entonces a Rota, que con ello ganaría peso en la escena militar internacional.
Defensa, aún con el PP, prometió el pasado año a la OTAN aumentar su gasto militar un 80% para 2024, alcanzando un 1,6% del PIB. infoLibre preguntó este martes al ministerio si el compromiso seguía en pie. La respuesta fue que el compromiso es válido y que el porcentaje del PIB en gasto militar en 2024 podría alcanzar el 2%.
Ubicación privilegiada
La colaboración militar hispano-estadounidense se fundamenta en el Pacto de Madrid de 1953, que supuso el despliegue militar de Estados Unidos en Rota, Morón, Zaragoza y Torrejón de Ardoz. La ubicación del eje Rota-Morón siempre ha sido privilegiada: en el extremo meridional de la fachada atlántica, cerca del Estrecho de Gibraltar, en un punto intermedio entre Estados Unidos y Oriente Medio, cabeza de puente de Europa, con acceso al Atlántico, Mediterráneo occidental, norte de África y Sahel. Ambas bases suscitaron el interés de Estados Unidos en el marco de la Guerra Fría por su potencial en "labores de presencia avanzada, lucha antisubmarina en la fachada atlántica o defensa del flanco sur de la OTAN", según el informe La geopolítica de las bases militares.
Pablo Casado, presidente del PP, quiere que el papel español en el nuevo contexto adquiera un perfil aún más alto. En un acto en Jerez de la Frontera en septiembre, ofreció públicamente a Estados Unidos la instalación de su VI Flota en Rota. "Es muy probable" que la Administración estadounidense "esté interesada", debido a que Italia tiene "un gobierno populista", afirmó. Actualmente la VI Flota está en Nápoles. La embajadora de Estados Unidos ante la OTAN, Kay Bailey Hutchison, ante preguntas de los medios, respondió que se estudiaría "cualquier oferta". Desde un punto de vista de la lógica geoestratégica, la propuesta de Casado se antoja irrealizable. Núñez Villaverde, del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria, cree que la hipótesis de un traslado de la VI Flota es inverosímil. "Sería mover toda una flota del centro del Mediterráneo con despliegue de armas nucleares. Hoy por hoy no parece probable", afirma Núñez Villaverde.
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Marcha a Rota
Lo que no es probable, sino seguro, es el reforzamiento del papel militar de España. Esto se materializa tanto en la UE como en la OTAN y, singularmente, con la instalación del escudo antimisiles, al que presta además labores de auxilio. La prórroga del contrato ha sido recibida con un completo silencio político. Y con escaso eco social, a pesar de que se ha dado la casualidad de que este martes un grupo de pacifistas y ecologistas celebraba un pequeño acto de presentación a las puertas del Ayuntamiento de Cádiz de la antaño masiva, hoy alicaída, Marcha a Rota, que tendrá lugar este domingo.
Jesús Lara, histórico activista del movimiento pacifista andaluz, afirma que es un engaño que los contratos militares generen empleo, porque a la larga acarrean miseria. "Los mismos que plantean como problema que vienen inmigrantes olvidan que si vienen es porque hay mucha guerra, y la hay con armas que se fabrican aquí para eso. Navantia tiene que buscar otro tipo de actividad, no barcos de guerra", afirma Lara a preguntas de infoLibre. Su acto, protagonizado por una bandera con el viejo lema "OTAN no, bases fuera. Andalucía, tierra de paz y acogida", tuvo escasa repercusión. Tampoco los principales dirigentes de Podemos e IU se refirieron este martes al contrato de Navantia. En el debate público el pragmatismo gana por goleada al idealismo.