La batalla por el 28M
Los partidos se lanzan a la piscina del voto hispano sin saber si hay agua dentro
El Partido Popular se ha lanzado a por el voto hispano, el del millón de latinoamericanos ya afincados en España que pueden votar según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Una comunidad que supone, aproximadamente, el 5% del censo total y que tiene un fuerte arraigo en comunidades como Madrid o Cataluña. Sin embargo, aunque España lleva años siendo un país receptor de migración, los análisis demoscópicos suelen ignorar el comportamiento electoral de los extranjeros.
Los latinos pueden conseguir la nacionalidad española tras dos años viviendo en el país, debido a los convenios de reciprocidad que tiene firmados España con cada Estado. En los comicios autonómicos, como en los generales, solo las personas con pasaporte español pueden votar. Solo en las municipales pueden votar algunas nacionalidades —Bolivia, Cabo Verde, Chile, Colombia, Corea, Ecuador, Islandia, Noruega, Nueva Zelanda, Paraguay, Perú, Reino Unido y Trinidad y Tobago— sin tener que necesitar el DNI español.
En España no hay una cultura política que se dirija a los nacidos más allá de nuestras fronteras y es poco habitual que los partidos segmenten sus actos por nacionalidades, lo que sí ocurre en países como Estados Unidos o Alemania. Con el acto celebrado la semana pasada, Europa es Hispana, el Partido Popular trató de darle protagonismo a la comunidad latina. Sin embargo, el evento quedó marcado por la polémica intervención de la telepredicadora evangelista Yadira Maestre.
Feijóo, Villacís y Abascal se disputan el voto hispano
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, lanzó un mensaje de unidad entre España e Hispanoamérica y prometió gobernar para "los que han venido a trabajar a España, los que respetan sus leyes y aceptan la Constitución y se sienten uruguayos, venezolanos, peruanos, ecuatorianos y españoles, porque es compatible". "La hispanidad es una apuesta de pasado, de presente y de futuro", afirmó.
Ese mismo día la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, se desplazó hasta el distrito de Latina para poner la primera piedra de la construcción de un campo de sóftbol, un deporte desconocido en España, pero con gran arraigo en Latinoamérica. Villacís asistió al torneo organizado en una asociación local vestida con una camiseta de uno de los equipos y una gorra roja. "Hace cuatro años les hice una promesa a los vecinos de Cuatro Vientos. Si gobernábamos Madrid, haríamos un campo de softball en la Avenida de la Peseta. Hoy hemos puesto la primera piedra y en solo cinco meses será una realidad", aseguró.
Vox tampoco se queda atrás. El partido dirigido por Santiago Abascal ha tratado de ampliar su influencia a América Latina y Estados Unidos y reivindicar sus valores –libertad frente al totalitarismo, dicen– entre todo hispanohablante que les quiera escuchar. La extrema derecha ha tratado de enarbolar una batalla internacional entre los buenos, la derecha americana y española, y los malos, los socialistas y comunistas a los que vinculan con el narcotráfico, la corrupción, la pobreza, el hambre y la muerte en el subcontinente americano y en nuestro.
La izquierda defiende no "etiquetar" a la comunidad latina
En la izquierda no muestran el mismo interés por la comunidad latina. En el PSOE no se han enfocado en actos como el que hizo el PP ni se ha diseñado un mitin para una comunidad concreta en la que asista el líder del partido, Pedro Sánchez. Los socialistas, siempre desde el respeto a las distintas comunidades, han buscado una integración de escalera, como suelen decir en el partido. Es decir, concebir el fenómeno migratorio sin guetos y apostando por la convivencia.
Los socialistas sí llevaron en su programa de las elecciones de 2019 la propuesta del cambio legal para eliminar el sistema de reciprocidad con países para votar en las municipales, pero no se ha llegado a materializar durante la legislatura. Esto hubiera supuesto que pudieran ir a las urnas ciudadanos marroquíes, chinos, ucranianos, argentinos o senegaleses, por ejemplo. El programa argumentaba que esto buscaba "reforzar un modelo de sociedad inclusivo que reconoce la diversidad y a quienes contribuyen pagando sus impuestos".
Por su parte, formaciones como Más Madrid han tratado de acercarse a esta comunidad a través de fichajes como el de Carolina Elías, originaria de El Salvador y defensora de los derechos de las trabajadoras del hogar, un trabajo que suelen realizar mujeres migrantes. "No se puede gobernar Madrid sin el Madrid real. El que saca adelante nuestra ciudad", defendió la candidata de la formación a la alcaldía de la capital, Rita Maestre.
La incógnita del comportamiento electoral del colectivo latino
Los esfuerzos de los partidos para tratar de captar el voto del colectivo contrastan con la falta de datos sobre el comportamiento electoral: el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) no incluye en sus macroencuestas la pregunta del país de nacimiento de los encuestados y las grandes encuestadoras no realizan análisis específicos sobre este grupo ni tampoco sobre el voto de los inmigrantes.
Una laguna "sorprendente" a juicio de José Pablo Ferrándiz, director de Opinión Pública y Estudios Políticos de Ipsos. "No hay apenas información y, hasta ahora, los partidos no se han preocupado mucho por tratar de captar este voto", explica en conversación con infoLibre. "Hay algunos sociólogos que afirman que es un votante, por lo general, muy dado a la abstención y otros que señalan que tiende más a la izquierda, pero no tenemos trabajos de campo que lo ratifiquen", lamenta.
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El investigador recuerda que hace más de una década realizó un trabajo cualitativo sobre el comportamiento electoral del votante extranjero en el que había un patrón muy característico. "Aquellos que habían sufrido regímenes dictatoriales en su país de origen de derechas, en España votaban a la izquierda. Y viceversa", expone. Sin embargo, Ferrándiz cree que el tema se "ha complejizado" ya que existe mucha "segunda generación", es decir, hijos de inmigrantes que han nacido en España, que ya no se rigen por los mismos parámetros.
A juicio del experto en demoscopia, la comunidad latina no funciona como un "bloque monolítico" y, ante la falta de datos, es difícil extraer conclusiones. "Si todo ese voto se dirigiera hacia una misma opción política, sí que podría determinar el voto, pero no creo que sea así", traslada. Lo que sí tiene claro Ferrándiz es que este tipo de actos, como el que organizó el PP la pasada semana, se puede volver en contra del partido si no se examina con cuidado quién sube al escenario. "El caso de la telepredicadora es claro. Los asesores de Feijóo deberían haber investigado quién era antes de dejarla hablar. Y mira que gracias a internet es fácil hacerlo", reflexiona.
Con todo, Ferrándiz cree que no todos los latinoamericanos se rigen por los mismos condicionantes a la hora de votar, al igual que sucede con los nacidos en España. "A los que tienen un negocio propio igual les interpela más el discurso de la derecha porque priorizan el tema económico, pero a otros que no tienen muchos recursos les puede convencer más la defensa que hace la izquierda de los servicios públicos", zanja.