Cuentan quienes conocen a Antonio Basagoiti que su círculo de fieles ya sabía antes de las autonómicas vascas, celebradas el pasado octubre, que era la última vez que iba a aparecer en un cartel electoral. Que era algo meditado. Que no tuvieron nada que ver los resultados: de trece a diez escaños. También cuentan que no tenía en mente hacerlo público justo después de los comicios, pero que todo se precipitó el día después en una entrevista radiofónica en la Cadena Cope.
A partir de ese día, el equipo de dirección del PP de Euskadi no ha podido evitar que el debate sucesorio intente colarse en el día a día del partido ¿Cuándo va a anunciar Basagoiti su marcha?¿Cuándo es el momento más oportuno?¿Debería dejar ya su silla en la dirección del PP vasco y convocarse ya un congreso extraordinario?¿Debería marcharse antes de las municipales de 2015? Son algunas de las preguntas sobre la mesa.
Para todas ellas, el entorno del líder del PP de Euskadi, hoy tiene la misma respuesta: "Todavía no toca". Y, salvó cambios de última hora –la decisión en última instancia es de Basagoiti– éste pretende comenzar en unas semanas los trabajos preparatorios para las municipales de 2015. Es decir, que su adiós no es inmediato, sino a "medio plazo". "Lo hará en el momento en el que menos daño haga al partido y no habrá lío porque el proceso se hará buscando el consenso", precisan en su equipo. Mientras, "para estar centrados en lo que hay que estar", es necesario, consideran, que el debate sucesorio no eclipse el día a día de la organización.
Es lo que ocurrió ayer cuando la portavoz parlamentaria, Arantza Quiroga, se reincorporó a su actividad rutinaria antes de lo previsto tras dar a luz a su quinto hijo. Esto ocurrió el pasado 9 de abril y sus planes iniciales eran estar cuatro semanas de baja, cuentan en el partido. Pese a los esfuerzos de Iñaki Oyarzábal, secretario general del PP vasco, de circunscribir este episodio en la normalidad, el gesto de la expresidenta de la Cámara de Vitoria, despertó ciertos recelos en algunos sectores del partido que consideran que tras el descansa el miedo a quedarse fuera de la batalla por suceder a Basagoiti.
"Va a tener el apoyo del partido"
Pese a la insistencia del partido en que no ha llegado todavía el debate sobre las caras que dirigirán el PP vasco, las mismas fuentes insisten en que el de Quiroga es uno de los posibles recambios. Bien ubicado también está Borja Sémper, diputado en el Parlamento de Vitoria, presidente del PP de Gipuzkoa y uno de las voces más críticas dentro del PP con los últimos escándalos de corrupción que les afectan. "Sea quien sea quien le vaya a suceder va a tener el apoyo del partido", señala un diputado regional.
Frente a Sémper, Quiroga representa un perfil más moderado, más próximo a las estructuras de poder y al sector más conservador del electorado. "Yo nunca utilizaría el preservativo", dijo en plena campaña de las autonómicas de 2009.
Ver másArantza Quiroga toma las riendas del PP vasco
Otro de los nombre que suenan, aunque con menos fuerza por que implicaría que Rajoy prescindiese de uno de sus hombres fuertes, es el de Alfonso Alonso, portavoz del PP en el Congreso, presidente de los conservadores alaveses y exalcalde de Vitoria. "Sería el candidato de urgencia, el perfil del que tiraría el partido si la dirección nacional no encuentra un candidato de consenso".
Pese a que el PP vasco parece haberse recuperado ya de las heridas y las divisiones internas que generó la marcha de María San Gil, hay un sector del partido, que sí cree que el líder del PP vasco debe irse ya. Aunque militan en Euskadi el núcleo de este sector radica en Madrid y lo integran antiguos colaboradores de la expresidenta de los conservadores vascos, que decidió marcharse en plena etapa previa al XVI Congreso Nacional del PP.Los 'deberes' de Basagoiti
En un contexto en el que la retirada de Basagoiti se espera en un "medio plazo", en su entorno están convencidos que lo que toca ahora es definir el espacio que quiere ocupar el PP en un País Vasco sin la amenaza de la banda terrorista ETA. "Hasta ahora éramos el muro de contención frente a ETA; ahora tenemos que marcar bien las diferencias con el resto de partidos y explicar muy bien al electorado qué aportamos de extra. Por qué tienen que votarnos. En eso está ahora Antonio", insisten.
Cuentan quienes conocen a Antonio Basagoiti que su círculo de fieles ya sabía antes de las autonómicas vascas, celebradas el pasado octubre, que era la última vez que iba a aparecer en un cartel electoral. Que era algo meditado. Que no tuvieron nada que ver los resultados: de trece a diez escaños. También cuentan que no tenía en mente hacerlo público justo después de los comicios, pero que todo se precipitó el día después en una entrevista radiofónica en la Cadena Cope.