Primo de Rivera sigue los pasos de Franco y será exhumado de Cuelgamuros
El Gobierno da un nuevo paso al frente en materia memorialista. Tres años y medio después de la salida del dictador Francisco Franco de Cuelgamuros, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha acordado que el próximo lunes se proceda por fin en la basílica del complejo monumental a la exhumación de los restos del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera. Estos trabajos se enmarcan en el ámbito de cumplimiento de la nueva Ley de Memoria Democrática, que prohíbe que haya restos mortales ocupando lugares preeminentes en el recinto. Una norma que ya impulsó hace unos meses la salida del general golpista Queipo de Llano de la basílica de la Macarena.
Primo de Rivera fue fusilado en 1936 por la República y enterrado en una fosa común. Luego, tras el fin de la guerra, sus restos fueron rescatados y trasladados a hombros de falangistas desde Alicante hasta el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Y allí estuvieron hasta marzo de 1959. Entonces, la dictadura decidió trasladar a uno de sus iconos al recién construido Valle de los Caídos. "Desearíamos que el traslado tuviera carácter íntimo y recogido", pidió la familia por carta a Franco. Pero no fue así. Miles de personas dieron acompañamiento a los restos del fundador de la Falange hasta la basílica de Cuelgamuros.
El prior del Valle de los Caídos dará su permiso para la exhumación de Primo de Rivera
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En este caso, la familia de Primo de Rivera ha pedido algo similar. "El proceso debe permanecer y permanecerá dentro de la estricta intimidad familiar, sin que pueda convertirse en una exhibición pública propensa a ninguna a confrontaciones de ninguna clase entre españoles", señalaba en un comunicado emitido el pasado mes de octubre, momento en el que solicitaron tanto al prior del la basílica, Santiago Cantera, como a la Comunidad de Madrid los permisos necesarios para que se procediera a la exhumación. Una actitud que contrasta con la de los Franco, que hicieron todo lo posible por boicotear la salida de los restos del dictador.
Los restos de Primo de Rivera serán enterrados de nuevo en el cementerio de San Isidro, en Madrid, donde ya se encuentran varios familiares. La petición de la familia se produjo coincidiendo con la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática. Una norma que en su artículo 54 recogía la obligación de proceder a la reubicación "de cualquier resto mortal" que ocupase un lugar preeminente en el recinto. En el caso de Primo de Rivera, su cuerpo se encontraba inhumado a los pies del altar mayor de la basílica de Cuelgamuros. Y aunque la ley prevé que en el complejo puedan yacer los restos mortales de personas fallecidas a causa de la guerra, como es el caso del fundador de la Falange, su familia ya anunció que sería enterrados en un camposanto, sin dar muchos más detalles.
"Es un paso más en la resignificación del Valle", ha celebrado este jueves el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, en declaraciones a los medios durante su visita a Barcelona. Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer. Cuarenta y ocho años después de la muerte del dictador, decenas de familias siguen esperando para rescatar a los suyos de las criptas del que durante décadas ha sido el mausoleo franquista por excelencia mausoleo. Y el Gobierno aún no ha culminado ese nuevo marco jurídico para el complejo monumental del que depende la salida de los monjes benedictinos de Cuelgamuros.