Elecciones en Andalucía 19J
El fiasco de la izquierda andaluza parte en dos el grupo de Unidas Podemos en el Congreso
La euforia por el primer "frente amplio" para la izquierda andaluza ha acabado en decepción, desconfianza y división entre las formaciones que conforman Unidas Podemos. El fiasco en el registro de la coalición Por Andalucía, de la que Podemos quedó excluido al agotarse el plazo tras una negociación al límite, ha reabierto el conflicto entre el partido morado e Izquierda Unida, principales protagonistas de la crisis. El acuerdo concede a Inmaculada Nieto (IU) la candidatura a la Presidencia de la Junta en detrimento de Juan Antonio Delgado, pero compensa a Podemos con cuatro cabezas de lista (Cádiz, Granada, Córdoba y Huelva), frente a tres de IU (Málaga, Jaén y Almería) y una de Más País (Sevilla).
Pese a quedar de facto fuera de la coalición, Podemos reclama incorporar a sus candidatos en las listas como independientes, como parece que así ocurrirá, y también reclaman las asignaciones económicas pactadas. El acuerdo firmado el viernes contemplaba que los morados se quedarían el 60% de los recursos procedentes de las subvenciones que reciben las coaliciones por sus resultados, pero en IU y Más País creen que hay que "adaptarlo" a la "nueva realidad jurídica", que por ejemplo impide financiar a Podemos con el dinero que reciba el futuro grupo parlamentario.
Este conflicto ya tiene su eco en la política nacional y en el propio Gobierno del Estado. Según trasladan fuentes de la máxima dirección de Podemos a infoLibre, si el acuerdo político no se hubiera alcanzado (se cerró al borde de la medianoche del viernes) se hubiera procedido al cese de los cargos de IU que se integran en los ministerios de Podemos, como el del secretario de Estado Enrique Santiago.
Según las citadas fuentes, esta ruptura también se hubiera escenificado dentro grupo parlamentario del Congreso y hubiera implicado a la propia Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y líder de Unidas Podemos dentro del Gobierno. "¿A qué candidato hubiera apoyado Yolanda? ¿Al de IU? ¿Al de Podemos? ¿A ninguno?", plantean. Por ese motivo, y aunque las relaciones entre las formaciones están "tocadas", desde Podemos aseguran que "la ausencia de acuerdo hubiera sido muchísimo peor".
Aun así, la foto final ha dejado tan mala imagen que hasta Yolanda Díaz, con quien los protagonistas de la coalición se pretenden alinear y que también participó en las negociaciones (fue ella la que decidió que sería Nieto la candidata) lanzó el lunes un doble mensaje. En primer lugar, dejando claro que su "proceso de escucha" no tiene que ver con el 19J y recriminando que lo ocurrido "aleja a la ciudadanía de los partidos".
División en el grupo parlamentario: "Podemos siempre quiere ser el protagonista"
El grupo parlamentario de Unidas Podemos tiene 33 escaños. De ellos, cuatro son de Izquierda Unida, siete de En Comú Podem y dos de Galicia en Comú, incluyendo a la propia Díaz. El resto forman parte de la 'cuota' de Podemos, pero no todos se alinean con los planteamientos de Ione Belarra. Algunos de ellos, como Gloria Elizo o Txema Guijarro llevan tiempo distanciados de las decisiones de la cúpula morada. Las llamadas confluencias son más cercanas a Díaz, lo que ya está provocando tiranteces, que se trasladan a la coordinación del grupo. La imagen generada en los últimos días disgusta a los diputados que integran la coalición, aunque no todos coinciden en el diagnóstico.
Desde Izquierda Unida culpan a Podemos del retraso en la firma e interpretan sus reclamaciones como un nuevo órdago a su formación. "Podemos no soporta ser el protagonista y se están viendo desplazados por Yolanda. No acaban de asumir que han perdido gran parte de su fuerza negociadora", explican fuentes de la formación en conversación con este periódico. "Es lo mismo que nos pasó a nosotros en 2015", reconocen.
Una tesis que mantiene también en En Comú Podem, la pata catalana de la coalición, que censura el "excesivo" papel que está teniendo el exvicepresidente y antiguo líder de Podemos, Pablo Iglesias, en la organización actual del partido. "Pablo se sobreexcede en sus opiniones y eso no nos ayuda a nadie", resume una parlamentaria de la formación. En ese sentido creen que hay que mirar "hacia el futuro" con Yolanda Díaz. Iglesias censuró el lunes en la Cadena Ser que Inmaculada Nieto fuera elegida sin primarias y afirmó que, si este era el prólogo de la nueva plataforma nacional que planea la titular de Trabajo, se podía “dar por muerto el proyecto”. La propia Nieto ha respondido a sus palabras lamentando la la "testosterona de más" del exdirigente de Podemos.
La negociación para integrar a Podemos en la coalición Por Andalucía reabre la batalla con IU
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Los diputados que se mantienen fieles a Iglesias creen que el exvicepresidente tiene razón, aunque evitan respaldarle públicamente para no crear "más tensiones" dentro del grupo. "Aunque no lo parezca, Pablo se contiene mucho. No dice ni el 80% de las cosas que piensa", resume una voz cercana a Iglesias. Respecto a la negociación, en Podemos creen que Izquierda Unida les han hecho "una pinza" en Andalucía junto a Más País ("Esto no es un frente con Podemos, sino contra Podemos", afirma un parlamentario) y destacan que el lío interno se podría haber evitado si el actual ministro de Consumo, Alberto Garzón, hubiera decidido concurrir a las elecciones como candidato.
Un acto conjunto para 'destensar' las relaciones
Este miércoles se celebrará la presentación oficial de la candidatura Por Andalucía en Sevilla. Un acto en el que participarán a propia Nieto (IU), el diputado de Podemos Juan Antonio Delgado, que fue elegido en primarias internas de la formación morada como cabeza de lista a estos comicios, y la presidenta de Más País Andalucía, Esperanza Gómez. Con este acto se pretenden zanjar las disputas y dar una imagen de unidad, que a día de hoy no termina de asentarse.
Formalmente, todas las partes son favorables al acuerdo. Pero la realidad es que se abre una negociación tan difícil como la de la semana pasada. Los seis partidos salvaron este martes los muebles en una reunión cargada de tensión con el acuerdo de trasladar las discrepancias a un "mesa técnica", que deberá estudiarlas para buscar una solución jurídica, en la que la asignación económica se prevé como uno de los principales escollos.