“El PSOE tiene que despertar”. Esta reflexión sale del núcleo de Sumar. Yolanda Díaz y los suyos están convencidos de que el malestar ciudadano por la vivienda puede hacer caer al Gobierno. La presión a los socialistas va a ser máxima por parte de sus socios para tomar más medidas y de manera rápida. Creen que la manifestación del domingo ha supuesto un antes y un después en las protestas.
En Sumar dan ya casi por amortizada a la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, a la que acusan de inmovilismo y de no saber gestionar la crisis comunicativa, que ha puesto en el ojo del huracán al Gobierno central pese a que las competencias las tienen las comunidades autónomas. En el ala de Sumar muchos creen que la dirigente socialista puede no sobrevivir en la futura crisis de Gobierno que se abrirá con la marcha de Teresa Ribera a la Comisión Europea.
Fuentes de Sumar señalan a infoLibre su sensación: “Las declaraciones de Rodríguez han sido muy decepcionantes”. Por eso, confiesan que van a poner toda la carne en el asador para que el PSOE reaccione: “Es un tema con el potencial para llevarse por delante la legislatura. Las soluciones que está proponiendo son parches y no sirven”.
Por el momento no piden la dimisión de la ministra, pero señalan que “lo primero” es que comparezca en el Congreso, como están forzando todos los socios del bloque de investidura. Desde Sumar subrayan que no es su papel ni el momento de exigir la marcha de Rodríguez, pero advierten las fuentes de que “la frustración en la calle está llegando a tal punto que es comprensible que haya movimientos sociales que lo hagan”. Asimismo, los de Díaz indican que hay cosas que se pueden hacer en materia de vivienda, pero “falta voluntad política de la parte del PSOE”.
Sumar traslada sus quejas al PSOE
Sumar va a plantear una dura batalla dentro de la coalición en temas de vivienda. Este mismo lunes los ministerios de ese espacio trasladaron a sus socios socialistas una serie “de observaciones” en el seno del Ejecutivo con la vista puesta en la aprobación de este martes del bono de alquileres para jóvenes. “Puede agravar el problema”, sostienen las fuentes, que agregan: “Tras más de dos años, la medida ha demostrado ser insuficiente. Muchas comunidades autónomas aún no han gestionado la totalidad de las ayudas, y cientos de jóvenes siguen esperando los 250 euros mensuales prometidos”.
La parte del Ejecutivo de Sumar ha trasladado al ala socialista que es “crucial” poner en marcha una serie de medidas, empezando por obligar a las autonomías a aplicar el control de precios o condicionar la financiación en esta materia si no lo hacen. Su propuesta pasa también por modificar la ley de Arrendamientos Urbanos e incluir los alquileres de temporada en la regulación de precios, además de prohibir la especulación en zonas tensionadas (la compra de viviendas con fines diferentes a la residencia o a un alquiler asequible). En el paquete que exigen al PSOE está continuar con estrategias a largo plazo para aumentar y sostener la creación de vivienda pública.
El PSOE no quiere entrar en el combate directo
Sumar pone así en el punto de mira el bono joven, que ha sido la principal medida puesta sobre la mesa de manera rápida por Rodríguez tras la manifestación y que se hace efectiva en el Consejo de Ministros de este martes. Conlleva una partida de 200 millones y el Gobierno central ha pedido celeridad a las autonomías para su aplicación. En la parte socialista, en cambio, no quieren entrar en una batalla pública con los socios de Sumar por la vivienda, aunque también hay malestar interno por las críticas por parte de los de Díaz y recuerdan que están cogobernando con ese espacio en La Moncloa, pero también en autonomías como Navarra y Asturias.
En el PSOE recuerdan que uno de los puntos del acuerdo firmado por Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en el acto en el Museo Reina Sofía para sellar la coalición se estableció: “Consolidaremos el Bono Alquiler Joven como elemento esencial para facilitar el acceso al alquiler asequible, y que se convierta en una medida a largo plazo, ampliando la financiación, para llegar a toda la población joven”. Ven contradictorio que Sumar ahora ponga incluso tuits con un vídeo de Pedro Sánchez recordando esta medida en Barcelona este lunes bajo la premisa: “Una subvención al rentismo va en la dirección contraria a lo que hay que hacer”.
Los socialistas recuerdan que todos los acuerdos del texto del acuerdo en materia de vivienda se han cumplido o se están cumpliendo, como la definición del índice de precios de referencia, un nueva línea de avales del ICO para ayudar a los jóvenes menores de 35 años y la ampliación de la renta media del umbral para acceder a las medidas de apoyo a los afectados por las subidas de tipo de interés de las hipotecas.
Sánchez: "El Gobierno escucha con atención"
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El PSOE a lo largo del lunes trató de hacer suyas las peticiones de las miles de personas que protestaron y asumir sus reivindicaciones. La propia Rodríguez, en una entrevista en TVE, mostró su “comprensión” y lanzó esta idea: “Los instrumentos están en marcha y mi mensaje es de esperanza: estamos decididos a dar una respuesta a la problemática de la vivienda". El presidente del Gobierno habló desde Barcelona, donde dijo: "El Gobierno la escucha con atención y comparte su demanda". "Vamos a seguir peleando para que la vivienda deje de ser el negocio de unos pocos y se convierta en el derecho de todos", sostuvo, antes de reconocer que "la situación es difícil" porque "los precios de los pisos no han parado de subir y la oferta es escasa”. Para remachar: "No quiero una España de propietarios ricos e inquilinos pobres".
Desde la sede socialista de Ferraz, Esther Peña, insistió en que el PSOE dará la batalla contra los especuladores y los fondos buitre: “La vivienda es un derecho, no un negocio. Ya está bien que cuatro se hagan ricos con el sufrimiento de muchos”. Añadió: “Los que quieran hacer negocios con la vivienda no lo van a tener fácil. Si hay que intervenir, intervendremos”. A los socialistas este estallido de protesta social por la vivienda se une la crisis por el escándalo Koldo, con el exministro José Luis Ábalos al borde de la imputación tras el demoledor informe de la UCO.
El PSOE trata de reconducir así una situación incómoda para el Gobierno. La preocupación por la vivienda se extiende principalmente entre el electorado progresista, según los microdatos del CIS. Los votantes de Sumar y de los socialistas son los que reconocen que este tema les afecta más personalmente. Además, se ha convertido ya en la principal preocupación para los menores de 24 años, según el último barómetro del organismo. Por lo tanto, la tensión sube por momentos dentro del Ejecutivo por esta cuestión. Y esa presión de Sumar se evidencia en que las declaraciones ya no solo del portavoz parlamentario, Íñigo Errejón, que llevó la voz cantante durante el día de la manifestación, sino que este lunes cogió el testigo Ernest Urtasun, miembro del propio Gobierno por parte del ala de Sumar. “Es el momento de intervenir”, resumió.
“El PSOE tiene que despertar”. Esta reflexión sale del núcleo de Sumar. Yolanda Díaz y los suyos están convencidos de que el malestar ciudadano por la vivienda puede hacer caer al Gobierno. La presión a los socialistas va a ser máxima por parte de sus socios para tomar más medidas y de manera rápida. Creen que la manifestación del domingo ha supuesto un antes y un después en las protestas.