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Sanidad

El único retroceso social admitido por Rajoy: la lista de espera sube un 20% en su mandato

Mariano Rajoy, junto a Soraya Sáenz de Santamaría, saluda a Alfonso Alonso en el Congreso el jueves.

El propio candidato del Partido Popular a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, lo admitió en el debate a cuatro celebrado este lunes. De hecho, fue el único retroceso social que reconoció ante las críticas de sus tres adversarios políticos. "Este es un país que no deja tirada a la gente, luego podemos decir que hay un poco más de lista de espera o que va bien o no...", dijo en una de sus intervenciones.

Lo cierto es que ese "poco más" de lista de espera se traduce, según los datos oficiales que publica el Ministerio de Sanidad, en 89.539 personas más esperando a ser operadas en la sanidad pública respecto a las que había a finales de 2011, cuando los conservadores llegaron al Palacio de la Moncloa. Entonces eran 459.885 los pacientes que aguardaban una intervención quirúrgica, mientras que al final de la legislatura liderada por Rajoy eran 549.424. El aumento es, por tanto, del 19,4%. 

Por especialidades, destaca el aumento de la lista de espera en las intervenciones de dermatología, en la que la lista de espera ha aumentado un 74% al pasar de 9.581 pacientes en espera a 16.705 en el intervalo de tiempo señalado anteriormente. La demora también ha aumentado de forma significativa en neurocirugía (+35,2%) y cirugía pediátrica (+31,5%).

La no renovación de personal interino y eventual, las jubilaciones forzosas, la eliminación de las peonadas –intervenciones quirúrgicas en horario de tarde que los profesionales cobran como horas extra– y la reducción de los conciertos con clínicas privadas como consecuencia de las restricciones presupuestarias han contribuido a aumentar la demora quirúrgica en los últimos años, tal y han alertado diferentes expertos. 

24.189 profesionales menos

La realidad es que la cifra de empleados públicos en los hospitales y los centros de salud ha descendido de manera sensible desde enero de 2012. Según los últimos datos del Ministerio de Hacienda, que dos veces al año hace un recuento del personal al servicio de las Administraciones públicas en España, los empleados de Sistema Nacional de Salud (SNS) –a mes de julio de 2015, el último disponible– eran  24.189 menos que cuando el PP llegó al Gobierno. En enero de 2012, los trabajadores de las instituciones sanitarias públicas eran 505.185, mientras que en julio del año pasado eran 480.996. El descenso es, por tanto, del 4,8%.

Esta tendencia a la baja coincide con la aprobación del real decreto ley que, a partir del 30 de diciembre de 2011, ordenó congelar de las ofertas de empleo público, con la excepción de servicios esenciales como la educación o la sanidad, en los que se permitió una tasa de reposición del 10%. Es decir, que por cada 10 empleados que salen del sistema (jubilaciones, fallecimientos, bajas definitivas...) sólo entra uno. 

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Este descenso en las plantillas tiene reflejo también en las cuentas de la sanidad pública, que acumulan varios años seguidos de recortes presupuestarios. Buena parte de ese recorte, claro está, sale del ahorro en gastos de personal, lo que también tiene consecuencias en las listas de espera, tanto las quirúrgicas como las de consultas con los especialistas. Así, según los datos del Ministerio de Sanidad, el presupuesto que las administraciones públicas destinaron a sostener la actividad de hospitales y centros de salud se redujo en 2.191 millones de euros entre 2012 y 2014, de cuando son los últimos datos disponibles. Pasó de 64.138 millones de euros a 61.947 (-3,4%).

Percepción de los ciudadanos 

La percepción que tienen los ciudadanos es otra de las formas de medir cómo afectan los recortes al sistema público. Por ejemplo, en relación a las listas de espera, los barómetros sanitarios que realizan el Ministerio de Sanidad y el CIS recogen una evolución negativa en cuanto a la percepción que tienen los ciudadanos. Así, según el sondeo de 2012, el 30% de los consultados consideraban que la situación de la demora quirúrgica había empeorado respecto al año anterior. En 2014 –últimos datos disponibles– eran el 38,9% los que consideraban que la situación de la lista de espera había empeorado. 

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