'caso Nóos'
Urdangarin también usó el nombre de la Casa Real para iniciar negocios en México
El abogado de Diego Torres envió ayer al juez del caso nuevos documentos fechados en 2008 que destapan cómo Iñaki Urdangarin utilizó el nombre de la Casa Real como mecanismo para abrir vías de negocio en México nada menos que a través del entonces presidente del país, Felipe Calderón. En un documento que presenta como destinatario a Eugenio Calabuig, presidente de la filial de Aguas de Valencia Agval, el duque de Palma le informa sobre la opción de desarrollar proyectos hidráulicos y energéticos en ese país. Y lo hace así: “Se promueven principalmente a nivel federal y, por tanto, la puerta es el mismo presidente de México, Felipe Calderón, con quien la Casa Real tiene muy buenas relaciones y con quien está previsto un nuevo encuentro en pocos meses en la Zarzuela”.
El escrito del letrado Manuel González Peeters sugiere que al menos uno de los pagos que Agval hizo en la cuenta suiza de un testaferro profesional está vinculado a los negocios mexicanos y no al faraónico y fantasmal proyecto de trasvase de ríos en Jordania que ya se había investigado sin resultados. Peeters sugiere, en resumen, que el verdadero beneficiario del pago fue Urdangarin pero ni lo dice abiertamente ni aporta documentos que lo acrediten.
En efecto, el encuentro que Urdangarin mencionaba en el documento dirigido a Calabuig, con fecha de 7 de marzo de 2008 y titulado “Oportunidades de negocio en México”, existió. La cita se produjo durante un almuerzo celebrado el 11 de junio de ese año y al que, junto con los reyes y los príncipes de Asturias, también asistieron los duques de Palma. El letrado de Torres aporta fotos de ese evento y, en los dos folios siguientes, adjunta la factura y la orden de pago de 125.000 euros que el 30 de julio de ese mismo año transfirió Agval a la cuenta suiza de una sociedad propiedad de un testaferro profesional, Robert Cockx.
Calabuig había firmado un contrato con la empresa de Cockx, denominada Alternative General Services y que es a la que transfirió en total 375.000 euros en varios pagos. Pero él mismo reconoció en su declaración ante la Policía y la Fiscalía Anticorrupción que “no hubiera firmado esos contratos si no estuviese vinculado Iñaki Urdangarin”. Eso dice, textualmente, el acta de su declaración.
La Fiscalía cree que Urdangarin usó los servicios de Cockx para cobrar de Agval, aunque no ha encontrado pruebas tangibles y todos los conectados con las cuentas suizas –la de Cockx y otras dos de otros tantos amigos de Urdangarin- lo han negado.
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Ahora, el abogado de Torres, Manuel González Peeters, da un paso más e insinúa sin muchos tapujos que esa transferencia de 125.000 euros guardaba relación las supuestas gestiones de Urdangarin ante el presidente mexicano. De hecho, al enumerar los folios del sumario en que aparecen la factura y la transferencia y avisar de inmediato que lo siguiente son “fotografías de los acontecimientos”, es decir, del almuerzo con Calderón y su esposa en Zarzuela, Peeters pone el colofón: “Seguro que es una coincidencia, ¿o no?”.
El abogado no solo aporta el informe de Urdangarin para Calabuig sino la carta que previamente había enviado al duque una directiva mexicana. La autora de esa misiva, Alicia A. Guajardo, directora general de la empresa Neocity, es quien, presumiblemente a petición del propio Urdangarin o eso se desprende del texto, le facilitó las claves para entrar en el negocio del agua y la energía eólica en México. "La puerta -escribió Guajardo lo que luego calcaría el duque- sería el mismo presidente de México, Felipe Calderón". En la postdata, Guajardo hizo un ruego al marido de Cristina de Borbón: discreción.
Los comprometedores documentos aparecen adjuntados a un escrito cuya finalidad formal es rebatir los argumentos de los abogados de la infanta Cristina. Peeters ataca el argumento soterrado de los letrados Roca y Silva sobre el cuidado que los jueces deben tener al imputar a quienes están vinculados a "instituciones centrales" del Estado. "La única persona -replica el abogado de Torres- que en un ordenamiento jurídico como el nuestro cabe reputar de primus inter pares [el primero entre los iguales] no es la esposa de Iñaki Urdangarin sino su padre". Peeter se refiere al precepto constitucional que imposibilita imputar ningún delito al rey.