Mejor Abu Ghraib que filtrar a Wikileaks

Este vídeo muestra el ataque desde un helicóptero estadounidense contra un grupo de personas en la mañana del 12 de julio de 2007 que se encontraban en un barrio llamado Nuevo Bagdad. En la versión oficial todos los muertos eran insurgentes, es decir, terroristas.

La realidad, como se puede apreciar en las imágenes, era otra. Se trataba de civiles; entre ellos estaban el fotógrafo de la agencia Reuters Namir Noor-Eldeen y su conductor Saeed Chmagh. El tiempo que tarda el artillero en abrir fuego ayuda a disipar cualquier duda. Al principio se ve un arma, después nada; todos iban desarmados.

Estas imágenes fueron declaradas secreto. Casi siempre los secretos afectan a personas que cometieron errores, no tanto a la seguridad nacional. Los intentos de Reuters por descubrir lo ocurrido se toparon con un muro de silencio en el Ejército de EEUU.

El muró cayó con Wikileaks. De todos los documentos divulgados por la ONG de Julian Assange, este es el más impactante. No admite eufemismos. No son solo las imágenes, es el sonido, la frialdad con la que se habla, la persecución hasta la camioneta…

El lunes comenzó el juicio

(corte marcial; no un proceso civil) contra el soldado Bradley Manning. Se le acusa de ser el filtrador, la persona que hizo llegar a Assange el vídeo y los llamados papeles de Irak, Afganistán y del Departamento de Estado. Estos tuvieron mucha repercusión. Aunque no revelaron nada espectacular provocaron más de una incomodidad al Gobierno de Barack Obama: los diplomáticos en privado no siempre son tan diplomáticos.

El fiscal sostiene que el delito cometido por Manning favoreció a Al Qaeda. Con un nombre así sobre la mesa no hay muchas opciones de absolución. Al Qaeda despierta recuerdos dramáticos, el 11-S, la Patriot Act anula libertades, derechos.

Los papeles del Departamento de Estado ayudaron a entender la metodología e idiosincrasia de la diplomacia estadounidense, mucho más eficiente de los que se pensaba. Son un material precioso para historiadores más que para periodistas encelados en el corto plazo.

En el caso de España, lo mas sobresaliente de las filtraciones de Wikileaks-Manning, fue descubrir que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, tan crítico en ese tema con el de José María Aznar, había actuado igual, o peor, en el caso Couso: prometía justicia en público y trabajaba en privado para impedirla.

Manning se enfrenta a una cadena perpetua y Assange, el fundador de Wikileaks, vive asilado desde hace un año en la embajada de Ecuador en Londres. Los filtradores están presos, sin libertad de movimiento. Los pilotos del helicóptero Apache que dispararon sobre civiles y los mandos que encubrieron la acción no han sufrido persecución legal alguna.

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Hay un precedente interesante: los papeles del Pentágono. El tribunal Supremo de EEUU dictaminó que The New York Times no era el filtrador, sino el medio que los publicóThe New York Times. Prevalecía la libertad de información sobre cualquier otra. Este precedente favorece, en teoría, a Assange, que es también el medio no la fuente. No todos están de acuerdo con esta visión.

Un eventual juicio en EEUU contra el fundador de Wikileaks podría acabar con un serio revés para el Gobierno. De momento ese juicio no es prioritario, hay otro pendiente en Suecia por un caso de presunto abuso sexual. Assange habla de montaje.

Otro precedente es el del coronel Oliver North, el arquitecto de la política de Ronald Reagan para financiar a la Contra en su lucha con los sandinistas. Se le llamó el caso Irán-Contra. North es un héroe, incluso un comentarista televisivo de prestigio.

¿Quién es Bradley Manning?

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Manning lleva tres años detenido en espera de juicio

. A la soldado Lynndie England se la condenó a tres años de prisión por los abusos y torturas en la prisión de Abu Ghraib. Si se repasan otros casos, como el de la matanza provocada por mercenarios (perdón, guardias privados) de Blackwater en Bagdad, se comprobará que existe un doble rasero: comprensivo con los crímenes, duro con los filtradores.

Esta es una canción compuesta por Graham Nash y James Raymond a favor del soldado Manning. Se titula Casi desaparecido, la balada de Bradley Manning.