El PSOE pide explicaciones a De Guindos y Cifuentes

Tanto Luis de Guindos como Cristina Cifuentes deben dar "explicaciones" y asumir "responsabilidades", según el PSOE. El primero, por verse implicado en el caso Púnica, tras facilitar un contacto a Francisco Granados en su ministerio poco antes de su detención y cuando ya era público que tenía una cuenta en Suiza. Y a la segunda, por la actuación de su partido en la Comunidad de Madrid, presuntamente envuelto en esta trama (igual que en la Gürtel). Aunque también por haber presidido el tribunal que hizo funcionaria de la Asamblea regional a la novia de su hermano, y no abstenerse en la votación, como desveló este lunes infoLibre. 

Este lunes se reunió la ejecutiva federal del PSOE y, tras ella, compareció el secretario de Organización, César Luena. Y fue preguntado por estos tres asuntos durante la rueda de prensa. En todos los casos aplicó esa misma receta: la combinación de "explicaciones" y, si la cosa va a más, "responsabilidades". 

Caso de Guindos. El ministro de Economía, como contaba este periódico el sábado, pidió en el verano de 2014 al director general del Tesoro, Íñigo Fernández de Mesa, que llamara al exdirigente madrileño del PP Francisco Granados –durante años número dos de Esperanza Aguirre– para concertar una reunión con él cuando el escándalo de sus cuentas en Suiza ya había estallado. Y poco antes, por tanto, de su arresto por la implicación en el caso Púnica. Granados quería que el banco para el que entonces trabajaba, Société Générale, entrase en la privatización del gestor aeroportuario, AENA, pero una conversación posterior, en septiembre de 2014, constata que no lo consiguió. 

"La ecuación debe ser explicaciones y responsabilidades", respondió Luena en la sede federal. "Vamos a ver hasta qué parte de su cuerpo está implicado el señor de Guindos. En el momento en que lo conozcamos, y los primeros que vamos a exigir información y explicaciones somos nosotros, exigiremos responsabilidades proporcionales a la altura de los hechos", señaló, sin mentar por el momento la necesidad de dimisión. 

Disparo también a Rajoy

Cifuentes. La apertura del secreto de sumario del caso Púnica también destapó que el empresario David Marjaliza implicaba al actual consejero de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio, Jaime González Taboada, igual que al parlamentario conservador Bartolomé González y a la número tres de la lista de Ciudadanos a la Asamblea, Eva Borox. Luena se remitió a las declaraciones, el pasado sábado, del todavía presidente de la gestora del Partido Socialista de Madrid, Rafael Simancas, en las que le pedía a Cifuentes la cabeza de Taboada, "al que no tuvo que nombrar nunca". "En el asunto de la corrupción del PP y la Púnica, nadie se va a ir de rositas, y eso lo va a asegurar el PSOE. Nadie. Y así como la Gürtel tenía buena parte de su origen en la Comunidad Valenciana, la Púnica tiene su origen en la Comunidad de Madrid". Así que "más allá de mostrarse elocuente", debe "explicarse" la presidenta autonómica. "Menos elocuencia y más explicaciones y asumir responsabilidades", redondeó. 

Luena también señaló como pieza central al presidente del Gobierno. "¿Cómo puede seguir ejerciendo el cargo sin ir al Congreso a explicar la relación de su partido con la Púnica?", se preguntó, denunciando una "cultura de corrupción ligada al funcionamiento del PP y al liderazgo de Rajoy". 

Último asunto. Cifuentes presidió en 2002 el tribunal calificador que decidió la oposición convocada por la Asamblea –de la que entonces ella era secretaria tercera en la Mesa– para la cobertura de 34 plazas del cuerpo de administrativos. A esas plazas opositaba Eva María González Molina, que en aquel momento era novia de Santiago Cifuentes, uno de los hermanos de la hoy presidenta regional. Cifuentes no se abstuvo y no informó a los demás miembros del tribunal de esa circunstancia. González Molina acabó aprobando la oposición y año y medio después se convirtió en cuñada de Cifuentes. 

"No conozco la información, pero a Cifuentes vale lo que dije antes, menos elocuencia y más explicaciones sobre las responsabilidades de su partido y de la gente que está con ella en el Parlamento y en el Gobierno y también sobre sus gestiones y decisiones en el pasado. Tiene que explicarse y asumir responsabilidades", respondió el número dos de Pedro Sánchez. 

Balance de un año de Pedro Sánchez

Luena compareció tras la ejecutiva federal también para hacer balance de gestión de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE, cuando se cumple justo un año de su coronación en el congreso extraordinario que el partido celebró para proceder al relevo de Alfredo Pérez Rubalcaba. Ayer mismo Ferraz lanzaba un vídeo de resumen de estos 365 días del líder. 

El número dos del PSOE recordó que eran tres los retos que tenía el partido: recuperar "posiciones electorales, sociales e institucionales", consolidar los "cambios" en la formación y construir un proyecto "alternativo y mayoritario" al de Mariano Rajoy, que glosó con tres palabras: "Mentira, corrupción y desigualdad".

Para la dirección, esos objetivos se están cumpliendo poco a poco. Primero, porque el PSOE ocupa una posición "central" dentro de la izquierda. Reconoció que el PSOE perdió en votos en las autonómicas y municipales respecto a 2011, pero insistió en que las urnas han dejado la foto de un partido que puede "protagonizar el cambio" o "ser el que tiene la posición de acordar".

"La progresión apunta a que el PSOE puede ser la primera fuerza de España" en las generales, se felicitó, recordando las tendencias de las encuestas, que señalan una recuperación "gradual" de los socialistas y un "deterioro" cada vez mayor del PP. No se quiso poner en otro escenario, ni en qué ocurriría en caso de que Sánchez quedase segundo, si estaría dispuesto a intentar formar gobierno aún perdiendo las elecciones, lo que no ha pasado en España tras unas generales nunca. Pasó la pelota al PP, a Rajoy, que tendrá que decir "qué hacer él cuando sea segunda, si consigue llegar vivo a la candidatura".

También considera Ferraz que se han abordado cambios dentro del PSOE, hacia una mayor transparencia o con la aprobación de un código ético "más exigente" o con la multiplicidad de procesos de primarias de los últimos meses. Asimismo, se ha asentado, dijo Luena, la oferta socialista, basada en la recuperación "justa", la defensa de las políticas públicas o de la reforma constitucional.

PSM unido e integrado

Pedro Sánchez y la nueva líder del PSM, Sara Hernández, durante su primera reunión en Ferraz, este 27 de julio | BORJA PUIG

De Guindos sostiene que facilitó a Granados un contacto oficial como a los demás interesados en la privatización de AENA

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Luena aprovechó para referirse a la elección de la nueva secretaria general del PSM, Sara Hernández, con la que se cierra el periodo de interinidad abierto el pasado febrero, cuando Pedro Sánchez destituyó de forma exprés a Tomás Gómez. Hernández, alcaldesa de Getafe, y candidata identificada con Ferraz, fue votada este domingo por el 57,58% de la militancia, por el 42,42% obtenido por su rival, el diputado autonómico Juan Segovia. La participación, no obstante, fue bajísima, del 42,59%, inferior a la de la fase de avales, que aun así no llegó al 50%. 

Hernández se reunió con Sánchez esta mañana en Ferraz. Luena le trasladó ante los medios la enhorabuena y le garantizó el "apoyo y la colaboración" de la dirección federal. Con ella, dijo, el PSM va a estar "más unido, con mayor integración", y podrá estar "más fuerte". Justo el mensaje que la regidora trasladó durante su campaña. El secretario de Organización reconoció que le habría gustado una mayor movilización de las bases –"cuanta más, mejor"–, pero puso en valor que era la primera vez que la afiliación podía elegir a su líder de forma directa, de modo que Hernández está "absolutamente legitimada" para ejercer como secretaria general. También consideró "compatible" continuar como primer edil en Getafe y llevar las riendas del PSM, algo de lo que dudaba Segovia, que consideraba necesario "dedicación plena". 

El diputado obtuvo un nada despreciable 42% de los votos. De haber ganado, se habría creado un problema para Ferraz, tanto por su discurso como por su mayor proximidad al tomasismo, aunque él siempre negó que fuera el aspirante del anterior ex secretario general. Luena negó intranquilidad. Se abre un tiempo de "unidad e integración, independientemente de los apoyos" que cada candidato haya recibió, aseguró.