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Precariedad laboral

Se busca becario para trabajar en un organismo público por cero euros al mes

Imagen de archivo de una manifestación por el trabajo digno de los becarios.

El Parlamento Europeo ha sido uno de los últimos en sumarse a la larga lista de organismos que ofrecen prácticas para estudiantes sin ningún tipo de contraprestación económica. El Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía detectó que la institución había publicado una oferta de prácticas no remuneradas "para que nuevos periodistas cubran el European Youth Event, que se celebrará en Estrasburgo los próximos días 1 y 2 de junio". Junto a todos los colegios de periodistas del país, el organismo firmó una petición para instar a su retirada

"La convocatoria busca un total de diez periodistas para crear un equipo formado por dos editores jefe y otros reporteros [...]", detalla el Colexio de Xornalistas de Galicia, que se adhirió a la demanda, en un comunicado. "Su función será detectar, redactar y elaborar un informe con las ideas más relevantes del evento. Los dos editores sí tendrán un contrato remunerado, pero los otros reporteros tendrán que trabajar 80 horas por las que no cobrarán nada", denuncian. La única contraprestación que correrá a cargo del Parlamento Europeo serán los gastos de desplazamiento

"La institución que promueve esto es la misma que promueve las becas Erasmus como una oportunidad para los jóvenes", denuncia Francisco José González Sarria, decano del Colexio de Xornalistas, quien añade que el hecho de que este tipo de ofertas se justifiquen con el pago del desplazamiento "no es de recibo". El Parlamento Europeo, así, "defiende la precariedad de los jóvenes", critica. 

Un portavoz del Parlamento Europeo, por su parte, indicó a infoLibre que la institución está en contra de tener a becarios que no reciban ningún tipo de remuneración económica. "Tenemos dos tipos de prácticas, unas remuneradas –las becas Robert Schuman– y otras que se realizan a petición de estudiantes en las que se les concede una pequeña compensación económica para cubrir gastos de comida y de transporte", informaron fuentes de la institución. No obstante, aclararon, la oferta concreta a la que aluden los colegios de periodistas es el resultado de un "acuerdo entre el Parlamento Europeo y el European Youth Event", que es el organismo que se encarga de "pagar los viajes y el alojamiento a los estudiantes de Periodismo". 

Becas en instituciones con un sueldo de cero euros al mes

El del Parlamento Europeo tan solo es uno de los numerosos ejemplos. Las prácticas no remuneradas o muy mal retribuidas están a la orden del día y no son pocos los organismos públicos, también españoles, que ofertan este tipo de becas a estudiantes. Sin ir más lejos, Izquierda Unida denunció el pasado jueves –a través de Ezker Anitza-IU (EA-IU), su federación en Euskadi– los programas de becas que mantiene en marcha la Diputación Foral de Bizkaia por "agravar la situación de precariedad que viven los y las jóvenes". El origen, el sueldo de dos euros la hora que perciben los estudiantes que completan allí su formación.

El coordinador del Área de Juventud de Ezker Anitza-IU, Julen Domínguez, criticó que Gaztedi Bizkaia 2020 ofrece prácticas en la empresa privada a jóvenes de entre 18 y 25 años sin experiencia. "En base a este programa, las personas becarias cobran 3,83 euros la hora, con turnos que alcanzan un 75% de la jornada laboral. Hablamos de un sueldo de 460 euros netos mensuales y con 40 euros de cotización a la Seguridad Social", lamentó.

Esta pequeña remuneración es, no obstante, la excepción. Las ofertas de instituciones en las que sus estudiantes no ingresan ni un solo euro al mes son la norma. Es el caso de María (nombre ficticio), que empieza esta semana sus prácticas en un museo dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Tiene un contrato de 310 horas repartidas en cuatro meses: de lunes a viernes y de 9:30 a 14:30. La remuneración, cero euros mensuales. Del mismo modo, según ha podido comprobar este diario, la mayoría de convenios firmados entre las universidades públicas españolas y los ministerios no incluyen salario. Es el caso de Interior, Justicia o Hacienda. "Es mucho más sangrante cuando estas situaciones se dan en organismos públicos", critica Javier Pueyo, adjunto a la Secretaría Confederal de Juventud y Nuevas Realidades del Trabajo de CCOO.

El número de personas que se encuentran en esta misma situación es una incógnita que escapa a los registros y a las estadísticas. "Que no exista contraprestación dificulta el trabajo de cuantificar", puesto que estos estudiantes no cotizan a la Seguridad Social, explica Pueyo.

La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) cifra en 60.812 los alumnos que realizaron prácticas en empresas durante el curso 2014-2015, pero no discrimina entre curriculares –que se configuran como actividades académicas incluidas en el plan de estudios– y extracurriculares –actividades de carácter voluntario que complementan la formación del alumno– ni especifica si son retribuidas o no. La Comisión Europea, por su parte, muestra datos muy poco optimistas. Según una encuesta realizada en 2013, el 42% de los becarios españoles no recibía ningún tipo de salario por sus prácticas. Otra realizada por Infojobs en 2015 desveló que el 52% de los becarios mayores de 30 años no percibía ningún tipo de salario.

Sin amparo legal ni respaldo de la universidad

Lo cierto es que la ley no obliga a que las prácticas, curriculares o no, sean remuneradas. Tan sólo es necesario un tutor en la universidad y otro en la empresa y la firma de un "convenio de cooperación educativa" entre ambas partes que regule las condiciones de estas prácticas. Además, cada universidad tiene su propio reglamento regulador que establece en qué marco deben desarrollarse. El de la Universidad Complutense de Madrid, que con casi 80.000 alumnos es la universidad presencial más grande de toda España, no hace mención en ningún momento a la retribución económica de las prácticas. El de la Universidad Rey Juan Carlos, donde María está terminando su Grado en Bellas Artes, tampoco.

Pero, además de no respaldar a sus estudiantes imponiendo un salario mínimo para sus prácticas, en algunas ocasiones es la propia universidad la que se convierte en el peor enemigo de los jóvenes poniendo en práctica este tipo de contratos. Es el reciente caso de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), contra la que varios de sus alumnos han llegado incluso a emprender acciones legales.

Desde hace años, muchas personas matriculadas en algunos de sus estudios realizan prácticas extracurriculares en los propios servicios de la universidad, ocupando "puestos estructurales y necesarios", según explica Marta (nombre ficticio) en conversación con este diario. "Los estudiantes que estaban en 'prácticas'", explica, "asumían responsabilidades, de modo que no todas las funciones eran supervisadas" y, además, suplían la mayor parte de los puestos de trabajo. En la biblioteca, por ejemplo, el 50% de la plantilla eran becarios. "Aunque no estábamos explotados desempeñábamos con nuestro trabajo funciones propias de un puesto", lamenta. Además, según denuncia, no han tenido ningún tutor, ni formación, ni las actividades desarrolladas estaban relacionadas con sus estudios. 

Los estudiantes recibían dos tipos de ayudas: una de 300 euros por 18 horas semanales para los alumnos de Grado y otra de 600 euros mensuales por 25 horas para los de Posgrado.

El pasado mes de mayo la universidad fue objeto de una inspección de trabajo. La resolución, según explica Marta, concluyó "que existía una relación laboral, a lo que la universidad ha recurrido". Javier Oubiña, delegado del Rector de Comunicación e Imagen Institucional de la UAM, explica que el recurso se basa en que la oferta está enmarcada en el Real Decreto 592/2014 que regula las prácticas. Según informa, el hecho de que algunos estudiantes cumplieran funciones no relacionadas con sus estudios se debe a que el Plan Bolonia establece que los alumnos deben adquirir dos tipos de competencias: las específicas de cada Grado y las transversales, comunes a todas las titulaciones, como por ejemplo "saber trabajar en equipo". "Algunas prácticas se enmarcaban en adquirir este tipo de competencias", informa. "Inspección de trabajo ha elaborado un acta de liquidación para que, en lugar de cotizar como estudiantes en prácticas, estas personas coticen como trabajadores a tiempo parcial", indica.

De momento, según Oubiña, la universidad ha cambiado el programa de prácticas. Ahora, las prácticas serán curriculares y basadas en adquirir competencias específicas, es decir, adaptadas a cada Grado. 

El Congreso debatirá si cambia la legislación

El Pleno del Congreso apoyó el pasado mes de noviembre la tramitación de la proposición de ley de Unidos Podemos con la que la coalición de izquierdas busca asegurar "unos mínimos" derechos para los becarios en el mundo laboral. Por un lado, pretender restringir las prácticas académicas externas al ámbito universitario y, además, aprobar un Estatuto del Becario para asegurar una "mínima remuneración".

La proposición de ley incluye límites a las prácticas dentro de las titulaciones académicas de las que forman parte —hasta el 10% de los créditos en estudios de Grado y del 25% en los de Posgrado—, y posibilita la realización de las mismas una vez el estudiante haya superado el 50% de los estudios.

Asimismo, establece límites de 5 horas diarias y 25 semanales para la realización de las prácticas académicas en período lectivo —7 horas diarias y 35 semanales en no lectivo— y un descanso mínimo de 48 horas ininterrumpido a la semana. Pero, hasta que estas medidas se impongan, la norma seguirán siendo los casos de María y de Marta.

ACTUALIZACIÓN

A raíz de la publicación de esta información, el Parlamento Europeo quiso aclarar con infoLibre que, en ningún caso, la oferta estaba referida a una oferta de trabajo o de prácticas, sino "una invitación a jóvenes –periodistas en este caso– para participar voluntariamente debatiendo en dos días de jornadas junto con otros jóvenes y poner por escrito sus conclusiones del debate en un informe final. A cambio se les reembolsa a estos chicos –de entre 18 y 31 años- los gastos de alojamiento y transporte". Como ya se publicó, la redacción de la convocatoria la hizo la European Youth Press, fundación "independiente" de la institución europea. Reiteraron, una vez más, y tal y como se explica en la información, que el organismo "solo ofrece prácticas profesionales remuneradas, de cinco meses de duración, las conocidas como becas Schuman".

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Por otro lado, el enlace de la convocatoria [se puede consultar aquí] no dirige a ningún sitio web. Ante esta apreciación, fuentes del Parlamento explicaron que esto es debido a que la oferta caducó el pasado 21 de enero y que, por ello, tampoco realizarían ningún cambio en la redacción de la convocatoria. 

Por su parte, el Colegio de Periodistas de Andalucía, con quien también contactó este diario, emitió un comunicado tras su denuncia de la oferta en la que indicaba que el Parlamento Europeo había aclarado la convocatoria pero que, en cambio, no la había corregido. Además, insistieron en que la convocatoria, tal y como se publicó en su momento, "era muy clara", aunque ahora apunten a que no pretendían ofrecer prácticas no remuneradas. "En la oferta indicaban que serían 80 horas de trabajo sin remunerar", reiteran. 

Esta noticia ha sido actualizada el día 26 de enero a las 18.05 horas.

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