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Pactos postelectorales

Unidas Podemos pone como ejemplo su entrada al Gobierno valenciano para la negociación con Sánchez

Los líderes autonómicos de PSOE, Compromís y Unidas Podemos, Ximo Puig, Mónica Oltra y Rubén Martínez Dalmau, en la firma del acuerdo.

La coalición PSOE-Unidas Podemos ya es una realidad... a nivel autonómico. El primer pacto de Gobierno firmado tras las últimas elecciones ha sido el de la Comunitat Valenciana, donde PSOE, Compromís y Unidas Podemos compartirán un ejecutivo en el que la coalición morada controlará dos de las 12 consejerías del gabinete que liderará el socialista Ximo Puig y estará a cargo de la vicepresidencia segunda de la Generalitat. La confirmación del pacto se produjo apenas un día después de que PSOE y Unidas Podemos anunciasen públicamente el inicio de las negociaciones para conformar un "gobierno de cooperación" a nivel estatal, y la coalición morada considera que el acuerdo valenciano marca el camino que deben seguir esas conversaciones. Unas conversaciones que, insisten, deben terminar en un gabinete que incluya ministros de Unidas Podemos.

El de la Comunitat Valenciana será el primer gobierno autonómico que compartirán PSOE y Unidas Podemos en el nuevo ciclo político, y el segundo ejecutivo conjunto de ambos tras el que compartieron en Castilla-La Mancha entre 2017 y el pasado mes de mayo. En la pasada legislatura, el partido morado apoyó la investidura de presidentes socialistas en varias comunidades, pero prefirió no entrar a ningún gobierno. Sin embargo, cuatro años después, la disposición es la contraria: Podemos –o Unidas Podemos, según la comunidad– quiere tener presencia en el mayor número posible de ejecutivos, y al acuerdo valenciano –que se firmó este miércoles por la tarde– podrían unírsele en las próximas fechas pactos en comunidades como Baleares, La Rioja o Canarias.

El próximo Gobierno de la Comunitat Valenciana estará compuesto por 12 consejerías, de las cuáles seis estarán controladas por el PSOE, mientras Compromís gestionará otras cuatro y Unidas Podemos se queda con dos: Transparencia y Vivienda. Puig tendrá dos vicepresidentes: la líder de Compromís, Mónica Oltra, que repite como número dos de la Generalitat, y el candidato de Unidas Podemos, Rubén Martínez Dalmau, que será vicepresidente segundo. Y, además, la coalición morada ha conseguido finalmente hacerse con el mando de la Agencia Valenciana de Cambio Climático y la Agencia Valenciana de la Energía, aunque ambas dependerán de consejerías controladas por Compromís.

De esta forma, Unidas Podemos ha conseguido a nivel autonómico lo que lleva tiempo reclamando a escala nacional: acceder al gobierno con un peso más o menos proporcional al de su representación. Y fuentes de la dirección estatal de Podemos sostienen que el acuerdo valenciano debe servir como guía en las negociaciones entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez para afrontar la composición del Gobierno central. "Es verdad que son escenarios diferentes, pero en términos autonómicos, la Comunitat Valenciana era la referencia más importante que teníamos" de cara a la negociación estatal, se felicita un dirigente de Podemos, que considera que el formato de gobierno pactado en la comunidad "sienta elementos de contexto" que pueden ser aplicados a escala estatal.

Y es que existen varios paralelismos entre la situación valenciana y la nacional. Unidas Podemos, que en la anterior legislatura solo sirvió de apoyo parlamentario al PSOE, ahora quiere entrar como socio minoritario en ambos Gobiernos, y en los dos casos su pretensión es hacerse con carteras sociales. Por ello, las fuentes moradas consultadas consideran que entrar al Ejecutivo de la Generalitat Valenciana puede servir para romper el hielo y comenzar a normalizar un pacto que, entienden, es poco menos que inevitable. "La idea es que ayude a desdramatizar y a que se vea que no pasa nada por que entremos a un gobierno, que las alcantarillas siguen tragando agua y sigue habiendo luz en las farolas", reflexiona un dirigente de Podemos.

En esta línea, el propio Pablo Iglesias ya dejó claro este miércoles que quiere que el pacto de la Comunitat Valenciana sirva como modelo a replicar a nivel estatal. "Esto es lo que para nosotros significa hacer un gobierno de cooperación y plural", sostuvo Iglesias, que ya dejó claro el martes que entiende este "gobierno de cooperación" como una forma de denominar un gabinete conjunto. El PSOE, no obstante, sigue sin aclarar si estaría dispuesto a incluir ministros de Unidas Podemos en el Gobierno de Sánchez y, este miércoles, su secretario de Organización, José Luis Ábalos, se limitó a afirmar que "uno tiene que contar con aquellos que quieren colaborar". "Cada uno tendrá su modelo. El valenciano ya hemos visto cuál es. Ahora veremos cuál es el planteamiento que ofrecemos en España", planteó Ábalos.

 

Baleares, Canarias y La Rioja

En cualquier caso, más allá de una negociación estatal que apenas ha dado sus primeros pasos, PSOE y Podemos (o Unidas Podemos) tienen conversaciones abiertas en varias comunidades autónomas para compartir Gobiernos. Donde más avanzados están estos contactos es en Baleares: este mismo jueves PSOE, Podemos y Més comenzarán a discutir el reparto de consejerías después de haber suscrito ya un preacuerdo en lo relativo a las medidas programáticas que debería poner en marcha un gobierno participado por los tres y liderado por la socialista Francina Armengol. Probablemente la entrada de Unidas Podemos en el Ejecutivo requerirá la reestructuración del mismo, y de hecho la coalición morada ya ha pedido que se aumente el número de departamentos para evitar "macroconsejerías".

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En Canarias, de igual forma, ya han comenzado las conversaciones para la composición de un gobierno progresista, aunque no están tan avanzadas como en Baleares. Hace unos días, el PSOE se reunió con representantes de Podemos, Nueva Canarias y Agrupación Socialista de la Gomera, las tres formaciones cuyos votos necesita, y aunque todavía no se ha alcanzado ningún acuerdo, los negociadores morados salieron de esta reunión convencidos de que "pronto" habrá "un gobierno del cambio" en el que Podemos tenga presencia, en palabras de su dirigente Juan Márquez. No obstante, en las últimas horas Nueva Canarias ha denunciado que "el PSOE está poniendo en peligro el cambio en Canarias" por sus pactos en algunos municipios "con el único fin de desplazar a Nueva Canarias".

La Rioja o Aragón, por el contrario, son comunidades donde el entendimiento entre Unidas Podemos y el PSOE es menor. En la comunidad riojana ambas fuerzas han abierto ya negociaciones para formar Gobierno, pero el pasado martes la coalición morada dejó claro públicamente que solo prestará su apoyo a los socialistas si puede entrar a formar parte del gobierno regional. La diputada autonómica Raquel Romero criticó que "el PSOE demuestra una indecisión permanente" con respecto al posible pacto, y aunque no quiso cerrar la puerta a una investidura de la socialista Concha Andreu si Unidas Podemos no entra a su gabinete, Romero sí señaló que "es más complicado un Gobierno estable en el que no esté" la alianza morada.

Por su parte, en Aragón la dirección de Podemos ha exigido al PSOE que reconsidere su posición y mire a su izquierda para conformar un Gobierno de coalición con el partido morado en lugar de mantener el pacto que los socialistas suscribieron hace pocas fechas con el conservador Partido Aragonés. Que Podemos entrase a un Ejecutivo PSOE-PAR sería "harto complicado", dejó claro el martes el secretario general de Podemos en Aragón, Nacho Escartín, que argumentó que la formación aragonesista "representa a la derecha aragonesa" y ha votado en contra "de todos los presupuestos y leyes importantes de esta pasada legislatura".

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