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La lista interminable de imputados del Ibex por el 'caso Villarejo': 33 directivos de Iberdrola, BBVA, Repsol y Caixa

El expresidente de CaixaBank Isidro Fainé y el presidente de Repsol, Antonio Brufau.

P. García I A. Moreno

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Cuando el comisario jubilado José Manuel Villarejo fue detenido en noviembre de 2017, pocos podrían imaginar que los registros en su domicilio de Boadilla del Monte y en las oficinas de la Torre Picasso de Madrid donde el exagente tenía su empresa (Cenyt) darían pie, casi cuatro años después, a la imputación de más de un centenar de personas y casi una treintena de piezas separadas: por seguimientos y robo de información a Luis Bárcenas (Kitchen), por la publicación en prensa del contenido del móvil de una exasesora de Pablo Iglesias (Dina)... y por el presunto espionaje encargado por algunos de los mayores prohombres del Ibex 35 sobre otros rivales en sus negocios.

Estas últimas piezas del llamado caso Tándem o caso Villarejo tienen ya, de acuerdo con los cálculos de infoLibre a partir de diversas fuentes relacionadas con el caso, a 33 personas imputadas pertenecientes en su día al más alto escalafón de Repsol, Iberdrola, BBVA o Caixabank. Algunos son, o eran hasta hace nada, vacas sagradas del mundo económico, caso de Antonio Brufau, Isidro Fainé, Ignacio Sánchez-Galán o Francisco González. Pero en la lista interminable de investigados aparecen también los directivos más cercanos a los cuatro mencionados por su implicación en estos hechos. Los número dos y los subordinados directos de rango inferior. En definitiva, una crisis reputacional sin precedentes a la que no están demasiado bien acostumbradas estas multinacionales españolas.

La lista no deja de sumar integrantes desde hace más de dos años: el 30 de junio ingresaba en el infausto club el último imputado, el actual jefe de la auditoría interna de BBVA, Joaquín Gortari. Conocedores de la investigación afirman que hay tanta gente imputada del BBVA que incluso se hace difícil realizar un seguimiento de los afectados. Gortari sigue siendo empleado, pero muchos directivos han abandonado sus antiguas compañías durante el periodo de instrucción judicial, que sigue en vigor. E incluso colaboran con el magistrado instructor de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, caso de Antonio Béjar, hasta hace muy poco responsable del banco para negociar con la ex alcaldesa Manuela Carmena el desarrollo de Madrid Nuevo Norte, la mayor operación inmobiliaria en España.

El patrón judicial es siempre el mismo: al calor de las pesquisas, el juez cita como investigados a ejecutivos de nivel medio, entre ellos los responsables de seguridad de las empresas, expolicías que conocían a Villarejo del cuerpo policial y que presuntamente le abrieron las puertas de las empresas para sus negocios privados. Al final, García Castellón termina imputando a la cúpula. Las compañías niegan los hechos, pero cada vez aparecen más pruebas que apuntan a lo contrario. De momento, gracias a las informaciones publicadas, las investigaciones policiales y las auditorías internas practicadas a raíz de que surgiesen los escándalos, se sabe que el BBVA pudo haber contratado a Cenyt durante 14 años (2004-2018), que Iberdrola habría hecho lo propio durante 13 (2004-2017) y que Repsol y Caixabank también se valieron de los servicios de Villarejo en el periodo comprendido entre 2011 y 2014.

Lo que viene a continuación es un resumen de la relación de cada una de las cotizadas con uno de los agentes más polémicos de la historia y su firma Cenyt, cuyas siglas significan Club Exclusivo de Negocios y Transaciones. Unas siglas dignas del Ibex:

BBVA

Económicamente, la entidad financiera ha llegado estos días a acuerdos con los sindicatos sobre el actual ERE en marcha y dispone en teoría de liquidez tras la venta de su división en EEUU por 9.600 millones de euros, cerrada también en junio de este año aunque fraguada en otoño de 2020. Y sin embargo y a pesar de la buena marcha financiera, BBVA padece su mayor crisis reputacional por el caso Tándem y solo entre directivos imputados que trabajaban en el banco o que permanecen aún en él salen hasta 15 nombres y apellidos. La propia entidad está imputada como persona jurídica.

La del BBVA es la pieza 9 de la macrocausa. Hasta hace poco la relación se resumía en 13 años de contratos entre el banco y Cenyt a cambio de unos 10 millones de euros, pero los nuevos informes policiales publicados por El País señalan que esa relación pudo ser de 14 años: hasta 2019 Cenyt tenía una cuenta abierta con 52 pagos del banco que sumaban 31 millones de euros.

Los contratos con el banco fueron variopintos: desde supuestas tareas de espionaje sobre un nombre que volverá a aparecer por aquí, el ex presidente de Sacyr Luis del Rivero, hasta investigaciones sobre Ausbanc y Luis Pineda por la presunta extorsión que este último ejercía sobre la entidad; no por nada, el BBVA retiró en julio de 2019 las acusaciones contra Pineda so pretexto de que “su presencia no aporta nada” al juicio, mientras que la Fiscalía solicita 119 años de cárcel para el dueño de Ausbanc.

Hay más encargos a Cenyt por parte de la compañía con sede en el edificio La Vela, como presuntamente vigilar a algunos de los –todavía hoy– grandes morosos, con deudas no solo con Hacienda sino con el banco. Así ocurre con el Grupo Prasa.

Los delitos que afectan tanto al banco como a sus directivos son los de cohecho, revelación de secretos y corrupción.

Francisco González: el todopoderoso FG se resistió a dimitir, pero no como presidente ejecutivo: ese cese se produjo en diciembre de 2018 por imperativo de la edad, al haber cumplido ya González los 75 años. El cese como presidente de honor se hizo efectivo finalmente en marzo de 2019, y tras presiones del Banco Central Europeo.

Ángel Cano: el ex número dos fue imputado en julio de 2019. Se retiró en 2015 con una remuneración de escándalo, siendo reemplazado entonces por el actual presidente, Carlos Torres.

Julio Corrochano: el ex jefe de seguridad del BBVA era el enlace natural con Villarejo, al que conoce desde 1974. Tres décadas en el cuerpo policial antes de fichar por el banco en 2004. Sus últimos dos puestos: mandamás de la Jefatura Superior de la Policía en Madrid y comisario general de la Policía Judicial. Fue él el que contactó a su amigo Villarejo para vigilar a Del Rivero por las sospechas que se cernían sobre el ex presidente de Sacyr Vallehermoso de que pretendía tomar el control del banco. Una de las manifestaciones más sonadas y recientes de Del Rivero es que desistió de su asalto al BBVA tras el incendio del edificio Windsor en 2015, porque, según su versión, Deloitte tenía los documentos de auditoría de FG Valores, sociedad del ex presidente Francisco González.

Antonio Béjar: ex responsable de la división inmobiliaria y negociador de Madrid Nuevo Norte. Es la persona que más está tirando de la manta. Pactó su despido tras un largo litigio con el banco.

Otros nombres:

Ignacio Pérez Caballero, director de banca comercial hasta junio de 2020.

Javier Malagón Navas, ex director general de finanzas e interventor general.

Ricardo Gómez Barredo, ex director de contabilidad.

Nazario Campo Campuzano, perteneciente a la división de seguridad, esto es, bajo el mando de Corrochano.

José Manuel García Crespo, ex director de los servicios jurídicos del banco en España y Portugal entre 2006 y 2013.

Eduardo Arbizu, ex responsable de regulación y control interno, cesado al día siguiente de que se imputara al BBVA en 2019. Actualmente sigue ejerciendo en el despacho jurídico de Pérez-Llorca.

Manuel Castro, exjefe de riesgos.

Juan Asúa, asesor del presidente Carlos Torres.

Inés Díaz Ochagavía, actual directora de seguridad corporativa. En marzo pasado prometió documentos inéditos a la Fiscalía Anticorrupción... pero la directiva finalmente se echó para atrás.

Eduardo Ortega Martín, director de los Servicios Jurídicos Contenciosos Corporativos del BBVA.

Joaquín Gortari, ya mencionado, imputado el 30 de junio.

REPSOL Y LA CAIXA

Aquí irán de la mano: las imputaciones a directivos de ambas compañías han sido prácticamente simultáneas ya que, según la pieza 21 de la macrocausa, los contratos con Cenyt se produjeron en la misma época y los encargos, idénticos: ambas presuntamente maniobraron contra Sacyr a partir de 2011 en el apodado Proyecto Wine perpetrado por el ex comisario y sus huestes. Temían una alianza de la constructora con Pemex.

Tiene sentido: uno de los máximos accionistas de la petrolera es Criteria Caixacorp, aunque el principal continúa siendo Sacyr Vallehermoso con más del 20% de participación. Criteria la preside Isidro Fainé y Repsol, Antonio Brufau. Dos pesos muy pesados del Ibex que están imputados por delito de cohecho activo.

A) REPSOL

Antonio Brufau Niubó: desde 2004, presidente de Repsol, en mayo compareció con Fainé ante el juez instructor y descargó toda la responsabilidad en sus subordinados por el plan de “inteligencia empresarial” contra Del Rivero (a su vez descabalgado en octubre de 2011 de la presidencia de Sacyr por Manuel Manrique). Admitió haber conversado con Fainé sobre su preocupación por la alianza Sacyr-Pemex pero afirmó que nunca tuvo constancia de que se hubiera contratado a Villarejo.

Rafael Araujo Bernabé: ex jefe de seguridad, un cargo que se repite en el baile de imputaciones de Tándem. Araujo ha defendido ante el juez que la energética cumplía la normativa interna y que no hubo irregularidad alguna.

Luis Suárez de Lezo: el ex secretario de Repsol declaró en mayo pasado que él no ordenó la contratación de Villarejo, no sin antes asegurar ante el juez que la supuesta alianza entre Pemex y Sacyr era un “auténtico concierto hostil”. Añadió en este sentido que el objetivo de Sacyr y Pemex era desintegrar la compañía, "robar" la tecnología de Repsol de aguas profundas y quedarse además con profesionales cualificados. Suárez de Lezo ha defendido siempre a su antigua compañía, de la que se jubiló en 2019 por 11,3 millones de euros.

Otros imputados:

Rafael Girona, ex subdirector de seguridad.

Juan José de Amunátegui, del equipo de seguridad.

Joaquín Uris, ex director corporativo de gestión patrimonial de Repsol.

B) CAIXABANK

Isidro Fainé Casas: el expresidente de Caixabank hasta 2016, actual presidente de Criteria Caixa y de la Fundación La Caixa y verdadera cara visible de la entidad recién fusionada con Bankia ha vivido un proceso paralelo al de Brufau. En uno de los autos de García Castellón se ilustra cómo Fainé y Brufau deciden compartir los servicios de Villarejo.

Miguel Ángel Fernández Rancaño: no podía faltar el ex responsable de seguridad de Caixabank. Ha dirigido la responsabilidad de contratar a Villarejo a Repsol, pero de manera indirecta ha inculpado a Fainé al asegurar que le pasaba informes con las actuaciones.

Antonio Masanell Lavilla: ex vicepresidente y ex director general de medios de Caixabank. Otro de los que ha descargado sobre Repsol la responsabilidad de contratar los servicios del ex comisario. De una factura de 75.000 euros a Villarejo, Masanell ha declarado que se firmó porque se olvidó de verificar la naturaleza de los trabajos.

IBERDROLA

La sombra de la imputación llevaba meses cerniéndose sobre la eléctrica, pero no fue hasta finales de junio cuando se produjo: Sánchez-Galán y varios directivos más fueron imputados finalmente por el juez, precipitándose en Bolsa las acciones. Es la pieza 17 de la macrocausa. En este caso, el perjudicado sería el presidente de ACS y del Real Madrid, Florentino Pérez, quien en 2005 intentó de manera fallida el asalto a Iberdrola. Se imputan a los directivos de la compañía delitos contra la intimidad, cohecho y falsedad documental. Iberdrola lo niega e incluso ha denunciado a ACS días después del encausamiento de Sánchez-Galán por “competencia desleal”.

No solo están los trabajos en torno a Florentino, sino que hay que remontarse más allá. Según las informaciones disponibles, el primer encargo al ex comisario era una investigación para superar los obstáculos para la construcción y puesta en marcha de una central de ciclo combinado en Cádiz. A este encargo se le denominó Proyecto Arrow.

Ignacio Sánchez-Galán: presidente ejecutivo desde 2006, la encarnizada guerra que protagonizó contra Florentino Pérez, Villarejo mediante, le ha llevado a ser imputado. Como ha sucedido en los anteriores casos, la multinacional ha enviado un comunicado público respaldando sin fisuras a su presidente basándose en la validez del informe de la consultora PwC; informe que el juez García-Castellón desestima en su último auto. El magistrado tomó la decisión tras la petición de la Fiscalía Anticorrupción, que a su vez recibió un informe de la policía en mayo en el que detallaba hasta nueve conversaciones entre Villarejo y el ex responsable de seguridad de la compañía, Antonio Asenjo. En estas conversaciones Asenjo habla de Galán como conocedor de los encargos.

José Antonio del Olmo: el ex directivo que está tirando de la manta en Iberdrola. En diciembre en su declaración apuntó contra el presidente en hasta una veintena de ocasiones. E incluso acudió en 2004 ante un notario a dar fe de las irregularidades que se estaban produciendo. La cúpula de Iberdrola carga contra él por tierra, mar y aire, y le relacionan con Marcos Peña, ex policía implicado –y absuelto– en el denominado Caso Espías. Peña trabajó para Iberdrola. El ex número dos de Iberdrola, José Luis San Pedro, asegura que Olmo elaboró su informe con posterioridad a los hechos. Pero el juez de momento da veracidad a las pruebas aportadas por Del Olmo, ex director de funciones corporativas.

Antonio Asenjo: ex jefe de Seguridad –un cargo que siempre aparece en Tándem– y enemigo declarado del anterior. En enero Asenjo pidió que se anulara la declaración de Del Olmo y, a la luz de los acontecimientos, lo que se ha producido es el efecto contrario: imputada toda la cúpula. Asenjo ha dicho de Olmo que "nunca vio con buenos ojos la llegada de un nuevo equipo gestor" y le ha definido como “ocioso bien remunerado", por lo que "tenía bastante tiempo libre en el horario de oficina para mascullar, primero, y despotricar más adelante, contra el equipo de dirección".

Otros imputados:

José Luis San Pedro Guerenebarrena, ex número dos de Iberdrola.

Fernando Becker, ex consejero de Economía y Hacienda de Castilla y León y ex presidente del ICO, además de ex presidente de Iberdrola España.

Francisco Martínez Córcoles, actual CEO Business de Iberdrola.

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Rafael Orbezogo, ex jefe del gabinete de Presidencia de la eléctrica.

Pablo Insunza Gaminde, director del departamento de Administración.

Juan Carlos Rebollo, director de Riestos y Aseguramiento Interno.

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